miércoles, 11 de mayo de 2016

La Resurrección de Jesús fue física, no en espíritu. | Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana

La Resurrección de Jesús fue física, no en espíritu. | Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana









La Resurrección de Jesús fue física







La resurrección de Jesús es una doctrina cristiana fundamental y 
esencial. La resurrección de Jesús es tan importante que sin ésta, el
cristianismo sería una mentira. En 1ª Corintios 15:14 Pablo dice: “Y si
Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es
también vuestra fe.” Tres versículos más adelante, en el 17, Pablo dice
una vez más: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en
vuestros pecados.” Aún cuando existen muchos otros temas en los que los
cristianos  no están de acuerdo y todavía así, se consideran
cristianos, éste, no es uno de esos temas. Negar la resurrección de
Jesús es negar el corazón del cristianismo mismo.


Sin embargo, el problema con la resurrección de Jesús no es tanto
acerca de si resucitó o no, sino en la forma como resucitó.
Desafortunadamente, los falsos cultos atacan la resurrección de Cristo y
la reinterpretan en formas diferentes; como por ejemplo, negando Su
resurrección física. Debemos preguntarnos si Jesús resucitó de los
muertos en el mismo cuerpo con que murió o si resucitó en un cuerpo
espiritual que no era carne y huesos. La respuesta a esta pregunta es
vital ya que la misma separa a los verdaderos cristianos de los sistemas
falsos. Por lo tanto, aquí tenemos la doctrina correcta de la
resurrección en el cristianismo, la cual, la consideramos tan
importante, que la misma debe ser establecida como una declaración
verdadera.


"Jesús resucitó de entre los muertos con el mismo cuerpo
físico con el que murió. Este cuerpo resucitado fue un cuerpo
glorificado, espiritual.
"

La declaración anterior es la correcta doctrina de la Escritura. Como
tal, se sostiene en contra de los falsos grupos como los Testigos de
Jehová y la Iglesia del Pastor que establecen que Jesús no resucitó
corporalmente sino espiritualmente. Ninguno de los grupos busca negar la
declaración bíblica tan obvia de la resurrección de Cristo, pero ellos
cambian el significado de la resurrección como si ésta no hubiera
sucedido. ¿Resucitó Cristo de entre los muertos con el mismo cuerpo con
el que murió? ¡Claro que sí!


Después de la resurrección Jesús pudo comer (Lc 24:42-43). Él mostró a
las personas Sus manos y pies con la señal de los clavos en estos (Lc
24:51; Jn 20:27), y aún las personas cuando lo vieron, se postraron a
sus pies y lo adoraron. (Mt 28:9). Después de que se hubo informado
acerca de la resurrección de Jesús, Tomás, el cual dudaba de ésta, dijo:
"Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les
dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo
en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré."
(Jn 20:25). Más tarde, Jesús se le apareció a Tomás diciéndole: "Pon
aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente." (Jn 20:27).


Si Jesús no hubiera resucitado con Su cuerpo, Él no hubiera tenido
señales en Sus pies y manos con las mismas cicatrices dejadas por los
clavos utilizados en la crucifixión. Considere los siguientes versículos
como prueba adicional de que Su cuerpo —el mismo con el que murió— fue
resucitado:


  • Juan 20:19-20: "Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero
    de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los
    discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y
    puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. 20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor."
  • Lucas 24:38-39: "Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo,"
Obviamente que Jesús fue resucitado con el mismo cuerpo con el que
murió, con las mismas cicatrices dejadas por los clavos en Sus manos y
pies. ¿No vimos que Jesús mismo declaró que tenía carne y huesos? ¿Tiene
un “cuerpo espiritual” carne y huesos? No.


Hemos escuchado decir que el cuerpo físico de Jesús murió pero que Su
cuerpo espiritual fue resucitado. Entonces si esto es así, ¿el cuerpo
espiritual consiste de carne y huesos como el cuerpo físico? Esto no
tiene ningún sentido. Ahora bien, si Jesús no resucitó físicamente,
entonces, ¿qué le sucedió a su cuerpo físico? ¿Fue éste disuelto? ¿Fue
movido a algún otro lugar? No existe ningún registro bíblico de lo que
le sucedió al cuerpo de Jesús, con excepción de aquel que aparece en la
Escritura que Jesús resucitó con el mismo con el que murió.


Juan 2:19-21

  • “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. 20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? 21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.”
La frase “lo levantaré” está traducida de la palabra individual del griego “egéiro”;
probablemente similar a la base de G58 (mediante la idea de hacer
acopio de las facultades de uno); despertar (transitivamente o
intransitivo), i.e. levantarse (literalmente del sueño, de estar sentado
o acostado, de la enfermedad, de la muerte; o figurativamente de la
oscuridad, inactividad, ruina, no existencia):- enderezar, levantar,
despertar, resucitar.1
En este caso y debido a que está en primera persona, Jesús está
diciendo que Él mismo estaría llevando a cabo la acción de la
resurrección.


Sin embargo, aún así y después de examinar a Juan 2:19-21, algunos
niegan que Jesús resucitó de los muertos físicamente. Podemos ver
claramente que Jesús profetizó que Él levantaría el templo de Su cuerpo
como se ve en el versículo 21 por parte de Juan el apóstol, el cual,
declara que Jesús estaba hablando del “templo de Su cuerpo”.
Por lo tanto, esto tiene que ser prueba conclusiva de que Jesús resucitó
de entre los muertos con el mismo cuerpo con el que murió. Este pasaje
muestra claramente que Jesús predijo que Él levantaría Su Mismo cuerpo,
como efectivamente lo hizo. ¿Es esto suficiente para terminar con el
tema? Usted lo podría pensar, pero la resistencia continúa.


1ª Corintios 15:35, 39, 42-44

  • “Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 39
    No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los
    hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la
    de las aves. 42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.”
El versículo 44 antes mencionado es usado en un intento para
establecer la idea de que Jesús no resucitó físicamente, sino
espiritualmente. Ya se ha establecido que Jesús fue resucitado con el
mismo cuerpo con que murió, con las mismas cicatrices en Sus manos y
pies. También vimos que Jesús declaró que Él tenía carne y huesos. (Lc
24:39). Preguntamos una vez más: ¿Tiene un “cuerpo espiritual” carne y huesos? La Escritura no declara esto en ninguna parte.


Pablo no está declarando que hay dos cuerpos separados para cada ser
humano: el físico y el espiritual y que después de que el físico muere,
el segundo cuerpo espiritual y totalmente diferente al físico toma
lugar. Más bien, con referencia al mismo cuerpo él declara: “Se siembra
cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay
cuerpo espiritual.” (v. 44). Aquí se está refiriendo al mismo cuerpo en
ambas oraciones; estas oraciones no son separadas y diferentes. Este
mismo cuerpo se convierte en un cuerpo resucitado; el cual es el cuerpo
espiritual al cual se está refiriendo Cristo. En otras palabras: el
cuerpo espiritual es el mismo cuerpo que Él tenía previamente, aún
cuando éste ha sido cambiado en uno espiritual.


  • 1ª Corintios 15:53-54: "Porque es necesario que esto corruptible se
    vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54
    Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
    mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra
    que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria."
Nuestros cuerpos perecederos y mortales son finalmente establecidos
con características imperecederas e inmortales del cuerpo espiritual, el
cual es el nuevo cuerpo físico resucitado y cambiado del creyente.
Jesús fue simplemente el primer fruto de esta resurrección: "Mas ahora
Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho." (1 Co 15:20). Podemos ver por lo tanto que nuestros futuros y
resucitados cuerpos serán cuerpos espirituales, pero no en el sentido de
"espíritu" como es Dios. Estos cuerpos espirituales son de hecho,
físicos, los mismos cuerpos que tenemos ahora; solo que glorificados. De
lo contrario no habría resurrección.





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