viernes, 24 de junio de 2016

Angel en la Coma: el talmud, su historia

Angel en la Coma: el talmud, su historia







viernes, 27 de julio de 2012





el talmud, su historia








Por
cuanto que la Mishná fue escrita utilizando un lenguaje corto y muy
conciso, y sin explicaciones adicionales a la ley en sí, muchas veces
era muy difícil entender las halajot que Rabí Iehudá Hanasí quiso
introducir en ella. Y es por eso que se necesitó escribir un Talmud
(estudio), es decir, un libro que devele y explique la profundidad de
las palabras de la Mishná.

En el Talmud no sólo figuran distintas
explicaciones sobre la Mishná, sino también otras enseñanzas que los
Sabios posteriores a la época de Rabí Iehudá Hanasí (llamados Amoraim o
Emoraim) fueron aprendiendo. En el Talmud también se encuentran muchas
partes no legales, llamadas agadot, que encierran una gran enseñanza
respecto del comportamiento ético o moral, así como también enseñanzas
conceptuales.

En aquellos tiempos habían dos grandes centros de
Torá en el mundo, uno en la tierra de Israel y el segundo en Babilonia, y
de hecho, dos Talmudim fueron escritos:

El de Jerusalem: Este
Talmud es conocido también con el nombre de Talmud de Occidente (porque
la Tierra de Israel está al oeste de Babilonia) o Talmud de la Tierra de
Israel. Rabí Iojanán el hijo de Rabí Itzjak Nafjá era uno de los
jóvenes alumnos de Rabí Iehudá Hanasí y comenzó a escribirlo junto con
su cuñado, Rabí Shimón Ben Lakish (Resh Lakish), aunque sólo cerca del
año 395 se finalizó la obra.

El Talmud de Babilonia: Rav Ashí
comenzó a escribir el Talmud Babilónico al final de sus días, y lo
terminaron de escribir cerca del año 500, Mar Bar Rav Ashí, su hijo, y
Rabiná, su alumno.

La forma de estudio que utiliza el Talmud es
muy particular, y está basada en un sorprendente sistema de preguntas y
respuestas que hasta hoy en día es reconocido por su asombrosa
profundidad, y por la agudeza de pensamiento que crea en quien lo
estudia.

Los Sabios del Talmud prácticamente no dejan nada sin
preguntar. Cuando ellos consideraron que la Mishná que se estaba
estudiando contradecía (o aparentaba contradecir) a otra, ellos
intentaban entender la diferencia existente entre ellas. Además, muchas
veces se utilizan otras fuentes de los Sabios: por ejemplo, la Toseftá
(agregados a la Mishná) y la Baraitá (enseñanzas de los Tanaim que no
fueron incluidas en la Mishná). Todas estas fuentes son utilizadas por
los Amoraim para complementar las enseñanzas de la Mishná, o bien para
contradecirlas, y llegar a una conclusión correcta en el estudio.

Así
como la mayoría del Tanaj, la Mishná fue escrita en hebreo (fuente del
idioma hebreo moderno), pero los Talmudim fueron escritos en arameo: el
de Jerusalem en un idioma más puro y el de Babilonia en un idioma más
popular.

Otras Fuentes

Pero en realidad Nuestros Sabios -
de bendita memoria - no sólo nos han legado la Mishná y los dos
Talmudim. La literatura Rabínica, llamada post-bíblica, incluye una
inmensa cantidad de material en variadas áreas.

Los Midrashim son
comentarios de Nuestros Sabios, sobre algunos libros de la Biblia, y
también existen distintos Midrashim sobre temas independientes. Los
Midrashim se pueden dividir en dos grandes grupos:

Midrashé
Halajá: Son los que hablan principalmente sobre temas legales, por
ejemplo: Mejiltá (sobre el libro de Éxodo), Sifrá (sobre Levítico) y
Sifré (sobre Números y Deuteronomio).

Midrashé Agadá: Son los que
hablan principalmente sobre temas éticos y morales, por ejemplo:
Midrash Rabá (sobre los cinco libros de la Torá y las cinco Meguilot:
Shir Hashirim, Rut, Ejá, Kohelet, Ester), Tanjumá (sobre la Torá),
Shojer Tov (sobre los libros de Salmos, Samuel y Proverbios), Pesiktá,
Tana Debé Eliahu, Pirké Derabí Eliézer, etc., entre muchos otros.

Además, se han escrito distintas obras que tratan sobre asuntos relacionados con la kabalá (mística), por ejemplo:

Séfer Ietzirá: Atribuido a Abraham Avinu (s. XVII a.e.c.).

Séfer Habahir: Atribuido al Taná Rabí Nejuniá Ben Hakaná (s. I).

Séfer
Hazóhar: Atribuido al Taná Rabí Shimón Bar Iojai (s. II), y compilado
por su discípulo Rabí Abá. En general, esta obra está escrita siguiendo
el orden de la Torá, pero también contiene varios subtemas.


Los Saboraim y los Gueonim

Desde
la época del Talmud Babilónico (s. V), hasta aproximadamente el siglo
X, todos los grandes Sabios de la Torá, estaban concentrados en las
distintas ciudades de Babilonia. Los Sabios que vivieron después de la
época de los Amoraim fueron llamados Saboraim, y a ellos les sucedieron
los Gueonim. Durante todo este período los Sabios de Israel fueron
profundizando en el estudio del Talmud, y fueron escritas varias obras
de gran importancia, entre ellas:

Séfer Hasheiltot: Uno de los
primeros códigos de ley judía, basado en la Torá, escrito por Rab Ajái
Gaón de Shabjá (680 - 752 aprox.). El autor fue uno de los líderes de la
ieshivá de Pumpedita durante este período.

Halajot Guedolot:
Una de las más tempranas codificaciones de las leyes del Talmud. La
mayoría de las autoridades suponen que este trabajo anónimo fue escrito
por Rabí Shimón Kaiará, un estudioso de Botzrá en Babilonia, alrededor
del año 750.

Séfer Haemunot Vehadeot: Esta importante obra es,
de hecho, el primer libro sobre ética, moral y filosofía judía. Fue
escrito por Rabenu Saadiá Gaón (892 - 942), el jefe de la ieshivá de
Sura y una de las figuras más grandes de la época de los Gueonim.


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