viernes, 24 de junio de 2016

PIRKEI AVOT

PIRKEI AVOT

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PIRKEI AVOT
El Nombre del Tratado y Su Constitución
La palabra avot puede traducirse como padres o maestros.  Este tratado de la  Mishná se llama maséjet avot, pues habla sobre importantes enseñanzas en el campo del musar (ética) y la hashkafá (filosofía judía) que fueron transmitidas a través de nuestros maestros - que son como nuestros padres.
También se acostumbra llamar a este tratado con el nombre de Pirké Avot
(Capítulos de Avot), debido a que las distintas comunidades judías de
todo el mundo acostumbraron a estudiar un capítulo de este tratado en
cada uno de los sábados posteriores a la fiesta de Pésaj.
El tratado de Avot en sí consta de cinco capítulos de Mishná.  Sin
embargo, cuando hablamos de los "Pirké Avot" estamos haciendo
referencia a seis capítulos: los cinco pertenecientes a la Mishná y un
sexto capítulo perteneciente a la
"Baraitá" (enseñanzas de los Sabios que no fueron introducidas en el compendio de Rabí Iehudá Hanasí (siglo II) llamado: "la Mishná").
Su Ubicación en la Mishná
Cuando
Moshé estuvo en el monte Sinai, él recibió la Torá, es decir la Torá
escrita - que hoy llamamos: "los cinco libros de Moshé" - y la Torá oral
- que es la explicación de la Torá escrita.
  La Mishná es el libro que reúne la mayoría de las enseñanzas de la Torá oral que necesitamos para comprender la Torá escrita.  Los 63 tratados que componen la Mishná están divididos en seis sedarim (órdenes) y cada séder agrupa los tratados que hablan sobre temas relacionados entre sí.
Los seis órdenes de la Mishná son: zeraim (sobre los preceptos relacionados con las plegarias y el trabajo de la tierra), moed (sobre las fiestas), nashim (sobre los preceptos relacionados con las mujeres), nezikín (sobre todas las leyes sociales y el sistema judicial), kadashim (sobre el Templo y los sacrificios), y por último, taarot (sobre las leyes de pureza e impureza ritual).   
El
tratado de Avot está incluido en el séder de nezikín, y el Rambam (Rabí
Moshé Ben Maimón, 1135-1204) nos enseña que este tratado está situado
después de los tratados de Mishná que tienen que ver con los jueces, por
dos motivos.
El primero de ellos es para informarnos que la recepción  (la kabalá) por parte de los Sabios, de todas las leyes que D's enseñó a Moshé, es correcta y verdadera.  Las enseñanzas fueron transmitidas de maestro a alumno a través de las generaciones sin distorsionarse.  Es
por eso que es correcto honrar al Sabio por esa recepción, ya que él es
en su generación tan grande como lo fue cada uno de los Sabios que son
recordados en este tratado.
El
segundo motivo es que se quiere recordar las enseñanzas morales y
éticas de cada maestro, para que aprendamos de ellos las buenas
cualidades que debe poseer cada judío.
  
Y
no hay ninguna persona que necesite esto más que los jueces, ya que a
pesar de que cuando una persona normal no es ética y moralmente recta,
ésta causa un daño a la gran mayoría de la gente, corrompiendo a toda su
familia al comienzo, y en definitiva a toda la sociedad, de todas
formas el daño no es percibido en proporciones tan grandes.
  Sin
embargo, un juez que no cumple con estas condiciones de rectitud se
afectará a sí mismo y también al resto de las personas en una escala
mucho mayor.
Cuándo Se Estudia
Los Pirké Avot se acostumbraron estudiar los sábados por la tarde, después del rezo de la minjá y antes de la seudá shelishit (tercer comida de shabat).
Entre
los judíos sefaraditas la costumbre es leer un capítulo de los Pirké
Avot en cada uno de los seis shabatot que hay entre la fiesta de Pésaj y
la fiesta de Shavuot.
  El
primer shabat después de Pésaj se lee el primer capítulo y el sábado
anterior a la festividad de Shavuot se lee el sexto y último capítulo.
Sin
embargo, entre los judíos ahskenazim la costumbre es comenzar el shabat
posterior a Pésaj finalizando el shabat anterior a Rosh Hashaná.
  Es
por eso que recomienzan el primer capítulo el shabat posterior a la
festividad de Shavuot, y si después de haber finalizado por tercera vez
el sexto capítulo, solamente quedan tres o cuatro shabatot hasta Rosh
Hashaná, entonces los seis capítulos se leen de a dos capítulos por
shabat, de acuerdo con la necesidad.

Capítulo 1
Mishná 1
"Moshé recibió la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea.  Ellos dijeron tres cosas: no sean apresurados en el juicio, formen muchos alumnos y hagan un cerco a la Torá".
"Moshé recibió la Torá en Sinai y la transmitió a Iehoshúa, Iehoshúa a los ancianos, y los ancianos a los profetas, y los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea".  Con estas simples palabras la Mishná nos quiere enseñar el secreto de la veracidad de la Torá.  No hay un origen oculto para la verdad.  Los
fundadores de otras religiones recibieron la profecía - según ellos -
en oculto, y después ellos fueron y le dijeron a la gente que tenían una
misión en el mundo.
  Sin
embargo, la gente nunca pudo comprobar si esa revelación de la cual
aquellos "profetas" hablaban, era cierta o no, pues el hecho de que
alguien pueda hacer milagros no significa nada.
  Hay personas que recibieron poderes especiales y los usan en contra de la voluntad de D's, que es precisamente quien les dio aquellos poderes.  
Pero no ocurrió así con nuestro pueblo.  Todo el pueblo de Israel vivenció aquel acontecimiento en el Monte Sinai.  Todos vieron cómo Moshé era el intermediario entre D's y el pueblo en los momentos anteriores y posteriores a la Revelación Divina.  Todos escucharon con sus propios oídos los dos primeros mandamientos directamente del Creador, como explican Nuestros Sabios.
También,
después de la entrega de la Torá, Moshé se encargó de transmitirla y
enseñarla a todo el pueblo, y principalmente al futuro conductor del
pueblo: Iehoshúa, fiel discípulo de Moshé.
  Con el transcurso del tiempo no se perdió nada de la tradición.  De maestro a alumno las enseñanzas eran transmitidas y además se iban acrecentando.
Si
prestáramos atención notaríamos que hasta la época del Segundo Templo
de Jerusalem no hemos encontrado escrito en ninguna fuente que los
Sabios estuvieron dudosos sobre alguna enseñanza.
Sólo
en la última mitad de la época del Segundo Templo de Jerusalem - 1200
años aprox. después de la entrega de la Torá - encontramos en la Mishná
que hubieron diferencias de opinión entre algunos sabios sobre alguno
que otro tema, y a partir de ese momento el olvido se fue incrementando
hasta que Rabí Iehudá Hanasí vio la necesidad de compilar toda la
tradición oral en el libro llamado la
Mishná - aproximadamente en el año 200 de la era común.
Es maravilloso ver cómo nuestra tradición se mantuvo casi intacta con el correr del tiempo.  Esto es algo que no ocurrió con ninguna otra cultura que no haya escrito todas sus enseñanzas.
Y este es el secreto de nuestra Sagrada Torá.  El
amor con el que los judíos estudiaron la Torá a pesar de las
persecuciones, del hambre y de las guerras, fue el que conservó nuestra
rica cultura a través de las generaciones, y es por eso que no debemos
dejar nuestra fuente de vida.
  Abandonar la Torá significa lisa y llanamente abandonar el motivo de nuestra subsistencia.
(Escrito por el Rav Iehuda Levi)
Mishná 2
"Shimón el justo fue uno de los sobrevivientes de los hombres de la Gran Asamblea.  Él solía decir: Por tres cosas el mundo se mantiene: por la Torá, por el servicio (del Templo) y por las buenas acciones".
La
intención es enseñarnos que quien se cuida en estas tres áreas hace que
su mundo personal se mantenga (pues cada persona es como un mundo),
obteniendo vida tanto en este mundo como en el venidero.
  Esto
se debe a que el objetivo de la creación del hombre es que mediante su
cuerpo llegue a perfeccionar su alma en tres áreas esenciales: 1) En el
estudio, la inteligencia y la sabiduría, y esto es una obligación para
consigo mismo.
  2) En el cumplimiento de las mitzvot (preceptos), y esto es una obligación para con D's, escuchando Su voz a pesar de que a veces no entienda qué sentido tiene la orden Divina.  Y 3) en la benevolencia y la generosidad, y esto es una obligación para con su prójimo.
Y estas tres obligaciones las recordó Shimón Hatzadik en nuestra Mishná al decir que "Por tres cosas el mundo se mantiene".  Al decir: "por la Torá" se
refiere a la inteligencia y la sabiduría, pues la sabiduría de la Torá
es la más grande de todas y todas las ciencias están incluidas en ella.
  Al decir: "por el servicio" se refiere al servicio de D's, de cuidar sus preceptos.  Y al decir: "por las buenas acciones" se refiere a toda la benevolencia y la generosidad que tiene la persona debe hacer con su prójimo, además de no hacerle el mal.  Y quien se cuide en estas tres cosas se elevará en este mundo y en el mundo venidero.  
(Basado en el comentario "Tiféret Israel" de Rabí Israel Lipschitz, 1782 - 1860).  
Mishná 3
"Antignos, hombre de Sojo, recibió (la Torá) de Shimón - el justo.  Él
solía decir: No sean como los esclavos que sirven a su amo para recibir
un premio, sean como los esclavos que no sirven a su amo para recibir
un premio y que el temor del Cielo esté sobre ustedes".
Antignos nos enseña que debemos servir a D's
sin tener la intención de recibir retribución alguna por nuestras
buenas acciones - a pesar de que realmente recibiremos recompensa por su
cumplimiento.
  Él
dice que nuestro único pensamiento debe ser cumplir Su voluntad por el
solo hecho de que Él es nuestro Creador y nosotros lo amamos.
  Sin embargo, agrega que no debemos olvidarnos del Temor a D's, ya que el servicio a D's está compuesto por dos tipos de preceptos: las mitzvot asé (activas, para hacer) y las mitzvot lo taasé (prohibitivas, para abstenerse de hacer). Quien siente amor por el otro generalmente no se olvida de las cosas que tiene que hacer para complacerlo
y por otro lado, quien siente temor del otro se cuida en todas las cosa
que no debe hacer delante de él, sin olvidarse de ningún detalle.
Más
allá de la explicación a esta Mishná, encontramos que el midrash (Avot
de Rabí Natán 5:2) nos muestra que esta Mishná también está relacionada
de alguna manera con los primeros judíos que decidieron reformar el
judaísmo convencional, y traeremos sus palabras ya que podemos encontrar
varias similitudes entre aquellos judíos del siglo III a.e.c., y los
que también en estos últimos tiempos quieren transformar el judaísmo y
nuestra Sagrada Torá hasta la desfiguración:
  
Antignos tenía dos alumnos: uno se llamaba Tzadok y el otro Baitus.  
Cuando
ellos escucharon sus palabras, entendieron que su Rav había dicho
claramente que no había recompensa ni castigo, ni ninguna esperanza en
otro mundo - ya que ellos no habían comprendido la intención de sus
palabras.
  Dijeron: "¿Es posible que un hombre trabaje todo el día y al final de su trabajo no reciba su paga?  Si
nuestros antepasados hubieran sabido que habrá una resurrección de los
muertos y un mundo venidero, ellos no hubieran dicho esto", y
abandonaron la Torá convirtiéndose en herejes.
A cada uno de los alumnos se le sumó un grupo de personas y Nuestros Sabios los llamaron: los Tzedukim y los Baitusim.  Esos
alumnos empezaron a tener determinadas ideas respecto de la fe y la
religión, pero ellos no podían decirlas delante de las masas, pues nadie
los escucharía (ya que las personas del pueblo tenían una fe básica y
no hubieran aceptado cambiarla totalmente), y también porque de hacerlo
ese sería su fin, ya que los matarían.
Por
cuanto que no pudieron anular totalmente la Torá, cada uno le dijo a su
gente que él creía en la Torá escrita, es decir en los cinco libros de
Moshé, pero no estaba de acuerdo con las interpretaciones de los
Perushim (Nuestros Sabios - de bendita memoria).
  Ellos alegaron que la tradición oral de Nuestros Sabios no era verdadera sino que ellos la inventaron, pues si en realidad D's había entregado la explicación de la Torá, Moshé la hubiera escrito en la Torá.
Pero
realmente, todo lo que esos alumnos decían tenía como finalidad poder
liberarse del yugo de los preceptos, las ordenanzas y los decretos de
Nuestros Sabios, y también poder interpretar la Torá escrita como tenían
ganas para poder hacer con ella lo que quisieran.
Finalmente esas sectas fueron difundiéndose por las distintas tierras y ellos también son llamados los karaim, es decir: los que se guían acuerdo a las escrituras solamente, sin hacerle caso a las palabras de Nuestros Sabios.  Pero en verdad, ellos tampoco hacen caso de lo que dice la misma Torá: "Acorde con la Torá que te enseñen [los Sabios de la Torá] y a los estatutos que te dirán habrás de hacer, no te desviarás de lo que te digan ni hacia la derecha ni hacia la izquierda" (Devarim -Deuteronomio- 17:11).
(Escrito por el Rab Iehuda Levi, basado en el comentario del Rambam - Rabí Moshé Ben Maimón, 1135 - 1204)    
 

Mishná 4
"Iosé hijo de Ioézer - hombre de Tzeredá, y Iosef hijo de Iojanán - hombre de Jerusalem, recibieron (la Torá) de
ellos. Iosé hijo de Ioézer dice: Que sea tu hogar un lugar de reunión
de los Sabios, apégate al polvo de sus pies y bebe con sed sus
palabras".
"Que sea tu hogar un lugar de reunión de los Sabios, apégate al polvo de sus pies y bebe con sed sus palabras". En esta Mishná, Iosé Ben Ioézer nos enseña que debemos prestar atención a tres cosas que nos traerán beneficio:
Que sea tu hogar un lugar de reunión de los Sabios -
para que aprendas de ellos buenas midot (cualidades) ya que ese es
principalmente el objetivo de la sabiduría, pues poseer sabiduría sin
buenas midot hace más malvada a la persona.
Apégate al polvo de sus pies -
para ver cómo ellos se comportan, e incluso a las cosas que ellos
puedan llegar a pisotear mediante sus talones (despreciar) debemos
apegarnos.
Y bebe con sed sus palabras -
es decir sus palabras personales, aunque no sean de Torá, pues incluso
la conversación mundana de un Sabio de la Torá requiere estudio de
nuestra parte.
(Basado en el libro Ben Porat Iosef)
Mishná 5
"Iosé
hijo de Iojanán - hombre de Jerusalem - dice: Que tu casa esté
ampliamente abierta y que los pobres sean miembros de tu hogar.
  Y no incrementes conversación (innecesaria y prohibida) con la mujer.  A la esposa se refirieron, y con mucha más razón con la esposa de su prójimo.  De aquí dijeron los Sabios: Todo tiempo que el hombre incremente conversación (innecesaria y prohibida) con la mujer se provoca a sí mismo un daño, descuida el estudio de la Torá y finalmente hereda el infierno".
"Que tu casa esté ampliamente abierta…" - quiere decir que tu casa debe estar abierta para recibir invitados.
Así
es que encontramos que Abraham Avinu construyó su casa con puertas
abiertas en los cuatro costados, para que cualquier viajero que pasara
tuviera fácilmente la posibilidad de entrar a su casa.
  Cuando el invitado estaba listo para irse, podía hacerlo por una puerta diferente para no avergonzarse ante los demás. De
aquí aprendemos que uno debe tener su casa abierta para ayudar a la
gente y debe poner a disposición de ellos todo lo que uno tenga (cada
uno de acuerdo a sus posibilidades).
  Uno no debe mantenerse apartado en función de no ayudar a aquellos hombres necesitados.
Si un vecino desea pedirte prestado algo y tú no lo necesitas en ese momento, debes prestárselo generosamente.  No
debes ser como aquellas personas tacañas que sienten que la tierra
tiembla debajo de ellos cuando alguien quiere pedirles algo.
  Ellos actúan como si el objeto prestado será consumido.  La
persona que es tan tacaña no actúa como un verdadero descendiente de
Abraham, puesto que la cualidad más destacada de Abraham era la
generosidad.
  Un judío debe siempre querer emular a nuestro gran patriarca Abraham.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)        
"…que los pobres sean miembros de tu hogar…".  Esto
quiere decir, que si quieres contratar sirvientes, no tomes personas de
afuera, sino que debes ofrecerle el trabajo a un judío pobre, para que
tu propia gente se beneficie, como generalmente se dice: "La caridad
comienza por casa".
  Similarmente, si tienes trabajo para ofrecer, dáselo a tu gente y no a extraños.  En tus negocios debes dar preferencia a tu propia gente también.
De acuerdo a otros comentaristas, "que los pobres sean miembros de tu hogar", está relacionado con la primera enseñanza: "Que tu casa esté ampliamente abierta".  Nos enseña la Mishná que debes hacer "que tu casa este ampliamente abierta" aún si esto conlleva a que "los pobres sean miembros de tu hogar", o sea, que los miembros de tu hogar se empobrezcan.  Es
muy bueno dar caridad a los pobres, aunque provoques que tu familia se
arregle con menos medios, puesto que la caridad que tu haces en este
mundo te dará méritos para el Mundo Venidero.
Otros dicen que la enseñanza "que los pobres sean miembros de tu hogar" quiere decir que debes tratarlos como miembros de tu familia.  Cuando
das caridad, debes hacerlo de manera agradable y con buenas palabras,
así como si le estuvieras dando algo a algún miembro de tu familia.
Cuando tu le das pan a tu familia, lo haces con la cara llena de felicidad y no lo consideras una carga.  Cuando le des al pobre, también tienes que hacerlo con alegría y por sobre todo, sin humillarlo.  
Asimismo,
podemos interpretar esta Mishná de la siguiente manera: "Que tu casa
esté ampliamente abierta y considera a los miembros de tu hogar como si
fueran pobres".
  Que tu casa esté abierta para dar caridad y hacer actos de bondad,  puesto que los miembros de tu propio hogar pueden llegar a ser pobres algún día.  No
desprecies a los pobres por el solo hecho de que tienes dinero, ya que
nadie sabe hasta quien puede llegar el dolor de la pobreza.
El mundo es como una rueda que gira, donde hay personas que ascienden y otras que descienden constantemente.  Si la pobreza no llegó hasta ti, puede llegar hasta tus hijos o nietos.  Pero
si tú eres amable con los pobres ahora, puedes tener la esperanza de
que en caso de que tus hijos necesiten de alguien, otras personas serán
amables con ellos.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)      
  
Mishná 6
"Iehoshúa hijo de Perajiá y Nitái de Arbel recibieron (la Torá) de ellos.  Iehoshúa hijo Perajiá dice: Hazte de un maestro, adquiere para ti un amigo y juzga a toda persona para bien".
"Hazte de un maestro, adquiere para ti un amigo".  Con
estas simples palabras Rabí Iehoshúa Ben Perajiá nos quiere enseñar
cuánta precaución debemos tomar y cuánto cuidado debemos poner cuando
elegimos a las personas que nos rodean.
Si prestamos atención a sus palabras, notaremos que al hablar del maestro es utilizado el verbo hacer ("hazte de un maestro") pero al hablar del amigo se utiliza el verbo adquirir ("adquiere para ti un amigo").  ¿Por qué ha sido utilizado un lenguaje diferente en cada caso?
Rabí
Iehoshúa Ben Perajiá nos enseña que la persona no debe contentarse con
tener buenos amigos, sino que también debe buscar un maestro para su
vida.
  Un
maestro que tenga sabiduría y experiencia. También nos enseña que
debemos darle una importancia mayor al maestro de la que le damos al
amigo.
  Por
su naturaleza, el ser humano tiende a valorar más las cosas que él
mismo crea o hace con sus propias manos, que las cosas que compra o
adquiere con su dinero.
  Es
por eso que cuando habla del maestro utiliza el verbo hacer,
demostrando así cuánta importancia hay que darle a alguien que nos guíe
en la vida, sin importar que edad tengamos y que experiencias hayamos
vivenciado.
(Basado en el comentario "Séfer Musar" de Rabí Iosef Ibn Ajnín, f. 1224)  

Capítulo 2

Mishná 1

"Rabí dice: ¿Cuál es el camino recto que debe elegir el hombre para sí mismo?  Todo [camino] que es bello para quien lo hace y lo embellece ante su prójimo.  
cuidadoso tanto con las mitzvot menos importantes como con las de mayor
importancia, ya que tú no sabes la recompensa de las mitzvot.
  Calcula
la pérdida que conlleva una mitzvá en contraposición con su recompensa,
y la ganancia de una transgresión en contraposición con su pérdida.
  Observa
tres cosas y no vendrás a pecar: Sabe qué es lo que hay por sobre ti:
un ojo que ve, un oído que escucha, y todas tus acciones en el libro son
registradas".
   
"Observa
tres cosas y no vendrás a pecar: Sabe qué es lo que hay por sobre ti:
un ojo que ve, un oído que escucha, y todas tus acciones en el libro son
registradas"
.  La explicación de estas palabras es simple: D's
conoce todas las acciones de los hombres y recuerda todo como si se
escribiera delante de Él, y de acuerdo con sus acciones Él le retribuirá
al hombre.
  Sin
embargo, es extraño que la Mishná haya enumerado a estas tres cosas
como si fueran distintas, ya que ellas en realidad son una sola cosa.
Pero
la verdad es que a través de este ejemplo la Mishná nos quiere dar un
efectivo consejo para que lo apliquemos en nuestras vidas: así como
delante de reyes y príncipes, o delante de sabios y personas
importantes, la persona se avergonzaría de realizar malos actos o de
hablar inapropiadamente, asimismo él tiene que sentirse que está delante
de
D's todo el tiempo, y esto debe ser igual para él como si estuviera delante de otros hombres.  De esa manera el hombre cuidará su camino para no pecar en contra de su alma.
Es por eso que dijo: "Sabe qué es lo que hay por sobre ti: un ojo que ve, un oído que escucha".
No es que realmente en el cielo hay un ojo o un oído, pero enumeró
estas dos cosas - el ojo: por las acciones, y el oído: por el hablar -
para enseñarte que no hay acción que quede oculta delante de Él.
  Y la tercera cosa: "todas tus acciones en el libro son registradas", quiere decir que no hay olvido en el cielo y todo está ordenado como si estuviera registrado en un libro.
Y
si la persona prestará atención a la recompensa que encontrará
finalmente, seguro se abstendrá de realizar malas acciones, y por eso
dijo:
"Observa tres cosas y no vendrás a pecar".
(Basado en el comentario de Rabenu Ioná, 1196 - 1263)
Mishná 2
"Rabán
Gamliel, el hijo de Rabí Iehudá Hanasí, dice: Es bueno el estudio de la
Torá junto con el trabajo, ya que el esforzarse por ambos, provoca que
el pecado sea olvidado; y toda Torá que no está acompañada de un
trabajo, finalmente quedará anulada y provocará el pecado.
  Todos
aquellos que trabajan con la comunidad, que lo hagan por el Nombre del
Cielo, pues son ayudados por el mérito de sus padres y su rectitud dura
por siempre.
  Y ustedes, Yo os retribuiré mucho como si hubieran hecho".
"Rabán
Gamliel, el hijo de Rabí Iehudá Hanasí, dice: Es bueno el estudio de la
Torá junto con el trabajo, ya que el esforzarse por ambos, provoca que
el pecado sea olvidado; y toda Torá que no está acompañada de un
trabajo, finalmente quedará anulada y provocará el pecado"
.  Nuestra
Mishná nos enseña que el hombre no sólo debe esforzarse estudiando la
Torá sino que también debe preocuparse en mantener a su familia.
  Evidentemente el hombre no debe decidir estudiar Torá todo el día, pensando que seguro D's le mandará "el dinero del cielo" sin tener la necesidad de trabajar por su alimento, ya que no así D's creó Su mundo.
Por
eso, quien desee profundizar sus conocimientos de Torá para luego
enseñar todo ese legado a nuestros hermanos, o para desempeñar algún
cargo de dirigencia comunitaria, debe tratar de buscar alguna
institución que esté interesada en mantener encendida la llama del
judaísmo en los corazones de las futuras generaciones, becando a
personas que sientan sobre ellas la responsabilidad de la espiritualidad
del pueblo de Israel, para que puedan estudiar Torá, olvidándose
durante ese tiempo de estudio, del peso de la
parnasá (sustento).
De todas formas quienes deban trabajar para mantener sus hogares, deben seguir literalmente las palabras de la Mishná que dice: "Es bueno el estudio de la Torá junto con el trabajo",
es decir que ellos deben pensar y sentir todo el tiempo, que en
importancia, primero está el estudio de la Torá y luego el trabajo,
aunque de hecho ellos deban dedicarse más horas por día al trabajo de lo
que se dedican al estudio.
  Esto también está expresado en el capítulo anterior: "Shamái dice: Haz de tu estudio de Torá algo fijo…" (Avot 1:15).
También ellos deben recordar que: "el esforzarse por ambos, provoca que el pecado sea olvidado",
pues si ellos acompañan su trabajo con el estudio de la Torá ellos no
llegarán a pecar, en ninguna de las variadas formas posibles.
Por
ejemplo: alguien que trabaja en relación de dependencia, no aprenderá a
llegar tarde a su trabajo o a salir antes de hora sin el permiso de su
empleador, tampoco se tomará más tiempo para descansar del que
generalmente se acostumbra y tampoco hablará por teléfono por sus
asuntos personales o familiares, más de lo que generalmente se
acostumbra - sin pedirle permiso a su empleador.
  
O
si él es el dueño de su propio negocio, no aprenderá a decirle a sus
clientes que su mercadería es de mejor calidad de lo que en realidad es,
no acostumbrará a demorarse en el pago de los salarios a sus empleados,
etc.
¿Cómo se logrará no llegar al pecado a través del compartir el estudio con el trabajo?  Muy
simple, cuando la persona estudie Torá o vaya a escuchar una clase de
Torá todos los días después de su horario normal de trabajo, él verá que
en la Torá está escrito:
"No robaréis, no cometeréis fraude y no os mintáis un hombre a su prójimo" (Vaikrá -Levítico- 19:11) o versículos similares, y se alejará de todas las prohibiciones.  Es por eso que "Es bueno el estudio de la Torá junto con el trabajo, ya que el esforzarse por ambos, provoca que el pecado sea olvidado".    
(Basado en el comentario "Maguén Avot" de Rabí Shimón Bar Tzémaj, 1361 - 1444)  
Mishná 3
"Sean
cuidadosos con la autoridad gubernamental pues ellos sólo acercan a la
persona para su interés; se muestran como amigos en el momento de su
beneficio mas no ayudan a la persona cuando los necesita".
Mishná 4
"Él (Rabán Gamliel) solía decir: Haz Su voluntad como si fuera la tuya, para que Él haga tu voluntad como si fuera la Suya.  Anula tu voluntad ante la Suya, para que Él anule la voluntad de otros ante tu voluntad".
"Él (Rabán Gamliel) solía decir: Haz Su voluntad como si fuera la tuya, para que Él haga tu voluntad como si fuera la Suya".  Cuando tú cumples con la voluntad de D's debiendo gastar mucho dinero para obedecer uno de sus mandamientos, asegúrate de hacer la voluntad de D's como si estuvieras realizando tu propio deseo.  Cuando gastas dinero para comprar ropa o buena comida, lo gastas de buena gana, sin preocuparte por ello.  Similarmente, cuando gastes dinero para cumplir con una mitzvá - que es la voluntad de D's - también tienes que hacerlo con entusiasmo y de buena gana, sin sentir que es una carga para ti.
Si tú haces esto, D's
también complacerá tus deseos, colmándote de benevolencia, voluntaria y
amablemente, ya que éste es Su comportamiento característico.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)   
"Anula tu voluntad ante la Suya para que Él anule la voluntad de otros ante tu voluntad". Cuando tus pasiones te lleven a pecar, no les hagas caso.  Haz desaparecer tu deseo de pecar, a causa de la voluntad de D's, pues Él te ordenó en Su Torá no cometer ese pecado.
Si tú haces esto tendrás la buena fortuna de que cuando algún enemigo se levante en tu contra para hacerte daño, D's
impondrá Su voluntad sobre él y no tendrá el poder para dañarte. Esta
será tu recompensa por desistir del pecado por la única razón de querer
obede
cer la voluntad de D's.
Otros comentaristas opinan que no se debe leer en la Mishná "kirtzonjá" - literalmente: "como tu voluntad",
sino que se lee "birtzonjá"- que significa: "con tu voluntad", como
diciendo: "Haz Su voluntad con tu voluntad para que Él haga tu voluntad
coSu voluntad".
  Cuando lleves a cabo la voluntad de D's observando los mandamientos, hazlo por tu propia elección y no como si estuvieras forzado a hacerlo.  Hazlo con alegría y regocijo.
Entonces D's complacerá tu deseo de manera similar.  Cuando D's te de bienestar, no te lo dará de la misma manera que se lo da a un malvado.  D's puede enviarle bienestar a los malvados en este mundo, pero Él lo hace con enojo.  La
única razón por la que Él les da bienestar es para retribuirles en este
mundo por lo bueno que hayan hecho, haciéndolos desaparecer así del
Mundo Venidero.
  Pero cuando Él te colmará de bienestar, lo hará de tal manera  que todo irá bien para ti tanto en este mundo como en el Venidero.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)  
Mishná 5
"Hilel dice: No te apartes de la comunidad y no confíes en ti  hasta
el día de tu muerte, no juzgues a tu prójimo hasta estar en su lugar;
no digas que algo no se puede escuchar, pues finalmente se escuchará; y
no digas: 'cuando me desocupe, estudiaré', pues tal vez no te
desocuparás".
"Hilel dice: No te apartes de la comunidad…".  El
gran Sabio Hilel nos enseña que no debemos apartarnos de nuestra
comunidad cuando ésta tiene problemas, aún si no tenemos ninguna
responsabilidad en aquellos problemas.
La persona no debe decir: "Puesto que yo no tengo nada que ver con este problema, no voy a preocuparme por los demás.  Mejor voy a mi casa a comer, beber y vivir en paz".
Si
el hombre hace esto, los dos ángeles que lo acompañan pondrán sus
"manos" en su cabeza y dirán: "Este hombre se ha separado de la
comunidad.
  Que no tenga el mérito de ver el consuelo de ella y que muera antes de tiempo".
Por el contrario, cuando el hombre toma parte en los sufrimientos de la comunidad, será merecedor de ver el consuelo de ella.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
"…no juzgues a tu prójimo hasta estar en su lugar".  Cuando
veas a tu prójimo pecando o haciendo algo erróneo, no lo juzgues
diciendo: "Qué tonto! Él no puede controlarse a sí mismo y por eso ha
pecado.
  Si yo hubiese estado en su lugar, nunca hubiese cometido semejante error".
Tú no sabes.  Quizás, si hubieses estado en esa misma situación, no hubieses actuado mejor.  Y aún más, quizás hubieses actuado peor que la otra persona.
Es por eso, que no debes juzgar a tu prójimo como culpable.  Quizás algún día te encontrarás en la misma situación y no podrás controlarte a ti mismo para no pecar.  Si juzgas a tu prójimo duramente, tú también serás juzgado duramente.
Siempre tienes que tratar de pensar bien sobre las acciones de los otros, aunque esto signifique un esfuerzo para ti.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
"…y no digas: 'cuando me desocupe, estudiaré', pues tal vez no te desocuparás".  Mediante
estas simples palabras el gran sabio Hilel (siglo I a.e.c. aprox.) nos
enseña cuál debe ser nuestra perspectiva sobre las cosas que nos suceden
en la vida.
Nosotros consideramos que nuestra vida tiene un rumbo (generalmente la dirección que nosotros le hemos querido dar).  En la mayoría de los casos, tenemos un estilo de vida que nos gusta y se acomoda a nuestras necesidades y aspiraciones.  Por
supuesto que en la vida hay momentos en los que situaciones externas
provocan que nos desviemos un poco de aquel camino tan pensado, pero
intentamos volver rápidamente a la rutina apenas pase ese rato de
"tormenta".
Sin embargo, esta visión de las cosas le puede provocar a la persona mucha angustia.  Es
verdad que a todos nos encantaría saber el futuro pero, de hecho, no
hay persona que pueda - en la mayoría de los casos - prever lo que le
ocurrirá.
  
Hay
otros que para su mala fortuna, ven que su vida está plagada de
situaciones que no los dejan vivir tranquilos, y eso los afecta mucho;
hasta tal punto que sienten que no quieren vivir más, pues "la vida" les
ha jugado una mala pasada.
La verdad es que la Torá nos viene a enseñar otra forma de encarar nuestras vidas.  No
sólo es una manera más optimista - ya que ayuda a la persona a salir
adelante de sus problemas más fácil y rápidamente - sino que es una
visión más real, más verdadera.
Nos enseñan Nuestros Sabios que D's creó la Torá antes que el mundo.  D's
observó la Torá y basado en ella creó el mundo, este mundo que nos
rodea (Véase el comienzo del Midrash Bereshit Rabá y el libro del Zohar
en la parashá Terumá pag. 161a).
  De
este dato podemos entender que la Torá no es un elemento externo al
mundo, que nos viene a enseñar cómo debemos actuar para ir en contra de
la corriente.
  La Torá es el "manual de instrucciones" que nos enseña cómo vivir utilizando nuestro mundo de la mejor manera posible.  La
Torá nos enseña de qué manera se vive correctamente y a pesar de que
aparentemente el que cumple con la Torá es "un poco raro", en realidad
deberíamos entender que los "un poco raros" son los que no cumplen con
ella.
Todo lo que ocurre en el mundo tiene un motivo y nuestro Creador lo sabe.  Eso nos tiene que alcanzar para encaminar nuestra vida por el camino de la Torá.  Hilel,
el sabio, nos quiere enseñar que todo lo que ocurre en el mundo en
general y con nosotros en particular, ya sean situaciones que nos
agradan o que nos desagradan, son situaciones absolutamente normales.
  Las cosas que nos puedan provocar tristeza son tan normales como las que nos provocan felicidad.  Todas las situaciones son normales, pues D's las creó y las puso delante de nuestras vidas.  
D's no planeó para nosotros una vida que únicamente esté llena de satisfacciones.  La
verdad es que debemos recordar en todo momento que el judaísmo proclama
que hay otro mundo. Ese mundo por venir en el que recibiremos la
recompensa por nuestras buenas acciones.
  Ese es el mundo verdadero y éste es como una antesala.  Es
por eso que en realidad no debemos clasificar a las situaciones que
vivimos como buenas o malas pues todas tienen un objetivo, sin lugar a
dudas.
  Y es por eso que debemos ver que a lo largo de toda nuestra vida siempre estuvimos encaminados.  No hubieron situaciones buenas o malas.  No existieron "momentos de tormenta" así como tampoco "de cielo despejado".
Es por eso que Hilel nos dice que debemos estudiar la Torá en todo momento y en toda circunstancia.  No
debemos decir: "cuando me desocupe, estudiaré" o "cuando me jubile,
estudiaré" o "cuando junte suficiente dinero como para vivir bien y
tranquilo, estudiaré".
  Tal
vez no lleguemos a jubilarnos o a juntar mucho dinero o simplemente,
tal vez nunca terminarán nuestras ocupaciones - que en definitiva son
nuestras preocupaciones.
Debemos
intentar vivir felices cada momento, tanto los que a nuestro limitado
entendimiento son buenos como los que no nos parecen tan buenos, pues la
realidad no es siempre como pensamos que la vemos.
Por otro lado, Rabí Israel Lipschitz (1782 - 1860) en su comentario "Tiféret Israel",
nos hace ver que Hilel también quiere enseñarnos que no debemos decir:
"cuando tenga una hora libre estudiaré", pues tal vez, sólo tengamos
media hora cada día.
  Quien aproveche cada instante de su vida, será el más agraciado.
(Escrito por el Rav Iehuda Levi basado en el libro "Sifté Jaim" de Rabí Jaim Fridlander, f. 1986)
Mishná 6
"Él (Hilel)
solía decir: No existe un ignorante que sea temeroso del pecado, ni
existe un hombre simple que sea piadoso; el vergonzoso no estudia y
quien es demasiado estricto no puede enseñar; quien incrementa su
comerciar no acrecienta su sabiduría; y donde no hay hombres trata de
ser hombre".
"…quien incrementa su comerciar no acrecienta su sabiduría…".  Hilel
nos enseña que por cuanto que él se dedica asiduamente al comercio,
yendo todos los días de ciudad en ciudad, por cuanto que su mente está
ocupada permanentemente en sus asuntos y su pensamiento está agobiado
por su diario quehacer, su mente no puede estar desocupada para estudiar
Torá, e incluso cuando él se dedique al estudio de la Torá no podrá
concentrarse y estudiará superficialmente.
  Él
no podrá introducirse en la profundidad del estudio, y no podrá obtener
mucho provecho de él, pues en verdad él no busca a la Torá con todo su
corazón, y es por eso que Hildijo que él
"no acrecienta su sabiduría" y no dijo que él: "no estudia" como había dicho anteriormente ("el vergonzoso no estudia"), pues en realidad sí estudia, mas no acrecienta sabiduría.
Y
a eso se refirieron Nuestros Sabios - de bendita memoria - en el Talmud
(Eruvín 55a) comentando los versículos (Devarim -Deuteronomio-
30:12-13):
"Dijo Rabí Iojanán: 'No en los cielos está ella…' - ella (la Torá) no será encontrada en los orgullosos, 'y tampoco allende el mar está ella…' - ella no será encontrada en los vendedores ambulantes ni en los comerciantes".
(Basado en el comentario "Séfer Musar" de Rabí Iosef Ibn Ajnín, f. 1224)
Un Juez Justo
Mishná 7
"Él (Hilel) también
vió un cráneo que flotaba sobre el agua. Le dijo a él: Por cuanto que
ahogaste te han ahogado, pero finalmente quienes te han ahogado también
serán ahogados".
¿Cómo Hilel sabía que ese cráneo perteneció a un hombre que mató a otros?
Los
comentaristas explican que Hilel reconoció aquel cráneo y sabía que
pertenecía a un conocido ladrón y asesino. Ahora, otros ladrones le
hicieron lo mismo que él solía hacer con las personas. Pero Hilel le
dijo que con ellos ocurrirá lo mismo.
Hilel le dijo: "Pero finalmente quienes te han ahogado también serán ahogados", y esto nos enseña - comenta Rabí Jaim Iosef David Azulai en su libro "Pétaj Enaim"
- que a pesar de que tal vez aquellos asesinos mueran como todas las
personas, finalmente ellos regresarán a este mundo y serán asesinados.
Pero estos cálculos están totalmente ocultos de nosotros y alejados de
nuestra comprensión y sólo
D's los conoce.

Mishná 8
"Él (Hilel) solía
decir: Si incrementa carne incrementa gusanos; si incrementa bienes
incrementa preocupación; si incrementa mujeres incrementa brujería; si
incrementa siervas incrementa inmoralidad; si incrementa servidores
incrementa robos; si incrementa Torá incrementa vida; si incrementa
ieshivá incrementa sabiduría; si incrementa consejo incrementa
entendimiento; si incrementa caridad incrementa paz.
  Si adquirió una buena fama la adquirió para sí mismo; si adquirió palabras de Torá adquirió vida en el mundo venidero".
Esta Mishná está ordenada siguiendo el proceso que siguen muchas personas (desgraciadamente).  Al
comienzo, quien tiene un poco de dinero se lo gasta consumiendo buena
comida. Luego, él se preocupa con todas sus fuerzas en obtener cada vez
más ganancias.
  Después
de que se hizo una persona de dinero y puede llegar a mantener a varias
mujeres, se dedica por todos los medios a conseguirlas.
  Más tarde al ver que cada una de ellas necesita ayuda en sus quehaceres, él consigue para ellas quienes las ayuden.  Finalmente, al ver que tiene tantos gastos, la persona termina ampliando sus negocios y empleando a más y más personal.
Pero
el Sabio Hilel nos viene a enseñar mediante esta Mishná que todos los
excesos son negativos para la persona excepto el exceso de Torá y de
sabiduría.
  Pues "si adquirió una buena fama la adquirió para sí mismo" - solamente en este mundo, pero "si adquirió palabras de Torá adquirió vida en el mundo venidero".
(Basado en el comentario de Rabí Ovadiá Bartenura, 1440 - 1516)
Mishná 9
"Rabán Iojanán Ben Zakái recibió (la Torá) de Hilel y Shamái.  Él solía decir: Si estudiaste mucha Torá no te consideres algo especial, pues para eso fuiste creado".
Mishná 10
"Cinco
alumnos tuvo Rabán Iojanán Ben Zakái y ellos son: Rabí Eliézer Ben
Orkenós, Rabí Iehoshúa Ben Jananiá, Rabí Iosé Hacohén, Rabí Shimón Ben
Netanel y Rabí Elazar Ben Araj".
Esta Mishná es algo extraña.  Por
un lado debemos comprender por qué ha sido escrita esta información
técnica separada de la Mishná siguiente, que comienza con las palabras:
"Él (Rabán Iojanán Ben Zakái) acostumbraba relatar las cualidades de cada uno (de sus alumnos)…",
pues generalmente cada Mishná debe ser una unidad que en si misma
contiene alguna enseñanza, pero aquí aparentemente no hay ninguna
enseñanza especial.
  Además, es necesario entender por qué el autor de la Mishná dijo que "Cinco alumnos tuvo Rabán Iojanán Ben Zakái", como si quisiera dar a entender que solamente fueron cinco, y no más.
La
respuesta es que la persona que enseña a los demás a pesar de que pueda
tener mucho beneficio de las enseñanzas de sus propios maestros, de
quien más beneficio obtiene es de sus propios alumnos, como dijo Rabí
Iehudá Hanasí:
"Mucha Torá estudié de mis maestros, de mis compañeros más que de mis maestros y de mis alumnos más que de todos" (Makot 10:1).  Sin embargo, es importante destacar que este gran beneficio el maestro no lo puede obtener de todos sus alumnos, sino sólo de algunos.


Capítulo 3

Mishná 1
"Akaviá
Ben Mahalalel dice: Presta atención a tres cosas y no llegarás a pecar:
sabe de dónde has venido, a dónde irás y ante Quien deberás rendir
cuentas.
  ¿De dónde has venido?  De una gota fétida.  ¿Hacia dónde vas?  A un lugar de polvo y gusanos.  ¿Y ante Quién deberás rendir cuentas?  Delante del Rey de Reyes, el Santo - bendito es Él".  
El Maestro nos enseña aquí una importante lección para que las personas no lleguen a pecar.  Él dice que la persona debe evitar incurrir en tres cosas.  Si él hace esto, aún cuando se le presente la oportunidad de pecar, se abstendrá de hacerlo.  Las tres cosas son: sentir celos, tener deseos negativos y buscar el honor.  Es así que está escrito más adelante en nuestra Mishná: "Rabí Elazar Hakapar dice: los celos, el deseo y la búsqueda de honor sacan a la persona del mundo" (4:28).
El primero de estos tres defectos son los celos.  Cuando una persona está celosa de su prójimo puesto que él tiene riqueza y muchas posesiones, ella quiere lo mismo.  Sus
celos pueden llevarlo a robar, jurar en falso, hacer estafas e
inclusive a tomar lo que le pertenece a su prójimo dañándolo
físicamente.
  Todo esto, a causa de los celos.
El segundo defecto es el deseo, la codicia.  Esto significa que el individuo desea probar todos los divertimentos y placeres de este mundo.  Quiere comer buena comida y complacer su apetito sexual.  Pero
si la persona dedica su vida a esto de una manera desmesurada,
terminará ingiriendo comida prohibida y manteniendo relaciones
prohibidas.
  Todo esto, porque él desea satisfacer todos sus deseos.
El
tercer defecto es la búsqueda de honor y reputación. Como resultado de
esto, el individuo se enorgullece y se siente superior al resto de los
seres humanos, deshonrándolos y maltratándolos.
Estos tres defectos son los que conducen al pecado.  Es por eso que el Maestro nos aconseja prestarles atención y corregirlos para escaparnos así del pecado.  La persona debe pensar en sus orígenes y cómo fue creado de una insignificante gota.  ¿Cómo entonces correrá detrás del honor y el prestigio?  ¿Cómo puede tener orgullo y sentimientos de superioridad, viendo de donde él proviene?
Aún más, terminará en un lugar con tierra y gusanos: la tumba.  Al final, será comido por los gusanos y sus huesos se desintegrarán retornando a la tierra.  Considerando
esto, ¿cómo una persona puede dedicar sus pocos años de vida a deseos
mundanos, inclusive permitiendo que ellos lo lleven a hacer lo que está
prohibido?
Además, finalmente uno tendrá que someterse a juicio ante D's y rendir cuentas en el gran Día del Juicio.  Estará  parado frente al Rey de Reyes, del cual nada está oculto.  Él sabe todo lo que la persona hizo desde el día de su nacimiento hasta el momento de su muerte.
Es por eso que no es inteligente cometer pecados, envidiar las posesiones del prójimo e intentar poseerlas ilegalmente.  Si tomas algo que no te pertenece, eventualmente deberás pagar las cuentas por eso, aunque haya sido algo de muy poco valor.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná 2
"Rabí
Jananiá, el Vicecohén Gadol, dice: Reza por el bienestar del reino pues
si no fuera por el temor a él cada hombre sería tragado vivo por su
prójimo".
   
Esta Mishná nos enseña un importante capítulo en el comportamiento de un buen judío en su diario vivir en tierra lejanas.  Muchas
veces en la historia los no judíos realmente pensaron que los judíos
fueron los culpables de la situación en la que se encontraban sus
respectivas naciones, y en otras, les echaron la culpa
indiscriminadamente - ya que era la mejor excusa para no sentirse
responsables de una situación determinada.
Pero
dejando de lado a los antisemitas cegados por el odio y la maldad,
vemos que todo lo que los gentiles de buena fe pensaron acerca de los
judíos - que ellos obraban para la caída de su país o su ruina en
función de procurar lograr otros objetivos - fue lisa y llanamente un
error y una equivocación.
Rabí
Janiná nos enseña que es imperativo para cada judío preocuparse por ser
un buen ciudadano en el país de residencia sin importar quién sea su
gobernante.
  Él aprendió esto de las palabras del profeta Irmiahu (Jeremías) en nombre de D's, quien le ordenó al pueblo de Israel: "Y
procurarán el bienestar de la ciudad que Yo los he exiliado a ustedes
allí y rezaréis por ella a Mí, pues mediante el bienestar de ellos
ustedes obtendrán bienestar"
(Irmiahu 29:7).
Pero esto no es todo.  En
el Sagrado Templo de la ciudad de Jerusalem eran ofrecidos sacrificios
por el bienestar de las demás naciones del mundo, así como encontramos
que durante los días de la festividad de Sucot se ofrecían setenta
sacrificios por los setenta pueblos que componen la totalidad de la
humanidad.
  Todo
esto nos viene a enseñar hasta qué punto el judío debe considerarse
responsable de lo que ocurre con las demás personas en el mundo sean
judías o no.
     
(Basado en el comentario de Rashí - Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105)

Mishná 3
"Rabí
Janiná Ben Teradión dice: Cuando dos personas están sentadas y no hay
entre ellas palabras de Torá es una reunión de burlones, como está
escrito:
'(Feliz es la persona…) que en reunión de burlones no se ha sentado…' (Tehilim -Salmos- 1:1).  Pero cuando dos personas están sentados y hay entre ellos palabras de Torá la Divinidad está entre ellos, como está escrito: 'Entonces se hablaron los temerosos de D's uno al otro y D's prestó atención y escuchó, y fue escrito en el libro del recuerdo delante Suyo para los temerosos de D's y los que meditan en Su Nombre' (Malají -Malaquías- 3:16).  Solamente
hemos aprendido acerca de dos personas, pero ¿de dónde aprendemos que
incluso si una sola persona está sentada dedicándose a la Torá, el Santo
- bendito es Él - le fija recompensa?
  Como está escrito: 'Que se quede sentado sólo y en silencio, pues ha recibido (recompensa) por ello' (Ejá -Lamentaciones- 3:28)".    
"Cuando dos personas están sentadas y no hay entre ellas palabras de Torá es una reunión de burlones, como está escrito: '(Feliz es la persona) que en reunión de burlones no se ha sentado…' (Tehilim -Salmos- 1:1)".  Es difícil comprender claramente la prueba que Rabí Janiná Ben Teradión trajo del pasuk (versículo),
pues ¿qué prueba aporta el versículo?, ya que puede ser que el pasuk se
refiera a quien se encontró con sus amigos para hacer burlas y bromas, y
no a alguien que no habló de Torá pero no hizo burlas tampoco.
Para
responder a esta pregunta debemos recordar una importante regla en el
estudio de las fuentes, y es que siempre que algún Sabio aprende alguna
enseñanza de un versículo, debemos revisar el versículo para entender
exactamente cómo aprendió eso, pues muchas veces entendiendo el
versículo comprendemos mejor lo que aquel Sabio nos quiere enseñar.
  Además,
muchas veces en las fuentes Talmúdicas y Midráshicas solamente es
citado el comienzo del versículo, pero la enseñanza realmente se aprende
del final del mismo o de los versículos siguientes, y si la persona no
leerá el final del versículo no entenderá cómo aquel Sabio aprendió lo
que nos transmitió.
Es por eso que al leer detenidamente el versículo citado y el siguiente, todo se aclarará: "Feliz
es la persona que no se dejó llevar por el consejo de los malvados, que
no estuvo en el camino de los pecadores y en reunión de burlones no se
ha sentado.
  Sino que su deseo es la Torá de D's, y en Su Torá meditará día y noche" (Tehilim -Salmos- 1:1 y 2).  El versículo siguiente nos enseña que sólo
se considera que una persona no ha estado en una reunión de burlones
cuando de hecho, en su encuentro, la persona también intercambió
palabras de Torá con su interlocutor, y por eso Rabí Janiná Ben Teradión
dijo:
"Cuando dos personas están sentadas y no hay entre ellas palabras de Torá es una reunión de burlones".
(Basado en el libro Anaf Etz Avot)
Mishná 4
"Rabí
Shimón dice: Cuando tres personas han comido sobre una mesa y no
dijeron sobre ella palabras de Torá es como si hubieran comido de
sacrificios de muertos
(ídolos), como está escrito: 'Pues todas las mesas se llenaron de vómito putrefacto, sin D's' (Ieshaiahu - Isaías - 28:8).  Pero
cuando tres personas comieron sobre una mesa y dijeron sobre ella
palabras de Torá es como si hubieran comido de la mesa de
D's, bendito es Él, como está escrito: 'Me dijo a mí: Esta es la mesa que está delante de D's' (Iejezkel - Ezequiel - 41:22)".
Mishná 5
"Rabí
Janiná Ben Jajinái dice: Quien está despierto por las noches, quien va
solitario por el camino y quien distrae su mente de las ocupaciones,
está comprometiendo su vida".
Rabí Janiná Ben Jajinái nos enseña en esta Mishná lo importante que es aprovechar correctamente nuestro tiempo.  Es por eso que dijo que "quien está despierto por las noches"; o "quien va solitario por el camino", sin otras personas que lo distraigan; o "quien distrae su mente de las ocupaciones" diarias, pero en esos momentos libres no se ocupa de pensar en D's, de reflexionar sobre Sus acciones y de meditar en Su Torá, "está comprometiendo su vida".
La
razón de esto es que la persona se dedica a todas sus obligaciones casi
todo el día, y en esos momentos no puede dedicarse a las cosas por las
cuales verdaderamente su alma fue traída a este mundo.
  Pero
cuando llegan los momentos en los cuales él está libre de
ocupaciones-preocupaciones él debería aprovecharlos para cumplir su
función en este mundo y pensar qué cosas puede hacer para revivir su
alma agotada.
  Es por eso que quien no hace esto sin lugar a dudas "está comprometiendo su vida".
(Basado en el comentario de Rabí Ovadiá Seforno, 1475 - 1550)
Mishná 6
"Rabí
Nejuniá Ben Hakaná dice: A todo aquel que acepta sobre él el yugo de la
Torá, le es quitado de encima el yugo del reino y el yugo del sustento,
mas a todo aquel que no acepta sobre él el yugo de la Torá, se le
entrega el yugo del reino y el yugo del sustento".
Véase nuestro comentario en Avot 6:2.
Mishná 7
"Rabí
Jalaftá, hombre del poblado Jananiá, dice: Cuando diez personas están
sentadas y se dedican a la Torá la Divinidad reside entre ellos,como
está escrito:
'D's se encuentra en la congregación Divina' (Tehilim - Salmos - 82:1).  ¿De dónde aprendemos que incluso si son cinco?  Como está escrito: 'Y su grupo sobre la tierra ha establecido' (Amós 9:6).  ¿De dónde aprendemos que incluso si son tres?  Como está escrito: 'En medio de los jueces (D's) juzgará' (Tehilim 82:1).  ¿De dónde aprendemos que incluso si son dos?  Como está escrito: 'Entonces se hablaron los temerosos de D's uno al otro y D's prestó atención y escuchó, y fue escrito en el libro del recuerdo delante Suyo…' (Malají - Malaquías - 3:16).  ¿De dónde aprendemos que incluso si es uno?  Como está escrito: 'En todo lugar que sea recordado Mi Nombre vendré a ti y te bendeciré' (Shemot - Éxodo - 20:24).
Mishná 8
"Rabí Elazar de Bartotá dice: Dale a Él de lo que es de Él, puesto que tú y lo tuyo es de Él, así como David dijo: 'Porque todo proviene de Ti, y lo que te hemos dado proviene de Tu mano' (Divré Haiamim I -I Crónicas- 29:14)".
En esta Mishná el maestro viene a advertirnos sobre el tema de la tzedaká (caridad).  Él nos informa que el dinero que la persona tiene es simplemente algo que fue puesto en sus manos como un depósito.  Es
por eso que cuando una persona da caridad, no debe sentir que está
dando de sus propias posesiones, sino que está retornando el depósito a
su verdadero dueño -
D's.
Más aún, cuando una persona da caridad, D's
no necesita agradecerle, ya que la acción realizada no es mejor que
haberle retornado a su propietario algún objeto que estaba bajo su
cuidado.
  El
propietario no tiene que estar agradecido cuando se le devuelve su
depósito, puesto que si no se lo devuelven se le estaría robando a él.
Sin embargo, por Su gran amor, D's aprecia mucho cuando una persona da caridad a los pobres, y considera esto como si la persona hubiese dado de su propio dinero.  Además D's
también considera esa tzedaká, como si ese dinero le hubiese sido dado a
Él mismo como un regalo, como escribió el rey Shelomó:
"Aquel que es bondadoso con el pobre está dándole un préstamo a D's" (Mishlé -Proverbios- 19:17).  
Cuando
una persona tiene piedad por un mendigo y lo ayuda en tiempos de
necesidad, es considerado como si hubiese dado un préstamo a
D's, y  naturalmente, ella podrá esperar una devolución, puesto que el préstamo le fue hecho a Él.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná 9
"Rabí Iaacov dice: El que va estudiando por su camino y deja de estudiar y dice: '¡Qué lindo es este árbol!  ¡Qué lindo es este surco!', es considerado como si hubiera comprometido su vida".
Todos
estamos de acuerdo que grandes deficiencias en la personalidad pueden
arruinar nuestra vida, pero cuando hablamos de los pequeños errores
solemos justificarlos diciendo: "eso es algo insignificante".
El Meiri (Rabí Menajem Berabí Shelomó de la familia de Meir, 1240 - 1306) en su comentario Bet Habejirá nos hace ver - basado en esta Mishná - las nefastas consecuencias de los pequeños errores.
Dice
él que Rabí Iaacov nos quiere enseñar que no hay que interrumpir
nuestro estudio de Torá para dedicarse a las cosas sin importancia que
se nos presenten para hacer.
  Sólo podremos hacerlo para dedicarnos a cosas que verdaderamente sean necesarias.  De
todas maneras, cuando nos dediquemos a las cosas necesarias debemos
tratar de no hablar de cosas innecesarias a la mitad de nuestro
quehacer.
No sólo debemos cuidarnos de esto cuando estudiamos en forma constante y fija, como ser en una clase.  También
debemos cuidarnos cuando estudiamos en nuestras casas en forma
temporaria, no constante, o en el camino al trabajo o a algún otro lugar
que vayamos por alguna necesidad, así como enseñó Rabí Iaacov al decir
"el que va caminando por su camino…", es decir que no está estudiando en forma fija.
Quien nunca se dedique al estudio de la Torá se encamina por un sendero oscuro.  Nunca sabrá cómo comportarse y es bastante incierto su destino respecto del mundo venidero.  Si
la persona que estudia Torá no se cuida de las interrupciones durante
su estudio, se le considera que está comprometiendo su vida, es decir,
le es considerado como si no se dedicara a la Torá en absoluto y le
espera el mismo destino que le espera al que nunca estudia.
A
pesar de que, en realidad, él se dedicó a estudiar Torá mientras iba
por su camino, por cuanto que interrumpió su estudio por algo sin
importancia, se está comprometiendo, se está arriesgando.
  ¿Por qué?  Porque la naturaleza del ser humano es ir en pos de las cosas vanas y superfluas.  Se la pasa hablando sobre temas que no lo construyen y no contribuyen a elevarlo, es decir, a perfeccionarlo.  Si él no se controla seguirá por ese camino.  Se dejará llevar por sus malas costumbres que lo llevarán a que se aleje de la Torá por completo.  Es
por eso que es tan grave lo que hace quien interrumpe su estudio, hasta
tal punto que se asemeja a quien nunca estudia, pues los dos tienen
finales parecidos.
Es
por eso que debemos prestar atención tanto a las cosas grandes como a
las pequeñas y eso es lo que nos enseñan Nuestros Sabios en el Midrash
respecto del versículo de la Torá:
"Vehaiá
ékev tishmeún et hamishpatim haele ushmartem vaasitem otam veshamar
Hashem Elokeja lejá et haberit veet hajésed asher nishbá laaboteja - Y
será por cuanto que escucharán estas leyes y las observarán y las harán,
que Hashem tu
D's cuidará el pacto y la benevolencia que le prometió a tus patriarcas" (Devarim -Deuteronomio- 7:12).
Es extraño que la palabra ékev (que traducimos como "por cuanto que") aparezca en el versículo.  Es
por eso que Rashí (Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105) basándose en otra
interpretación que tiene esta palabra: "talón", citó en su comentario
al Midrash Tanjumá el cual interpretó al versículo como diciendo: "Si
las
mitzvot simples que la persona pisa con sus talones, escucharán… y las observarán y las harán, Hashem tu D's cuidará el pacto y la benevolencia que le prometió a tus patriarcas".
Es
por todo esto que no debemos menospreciar los pequeños detalles que
podamos corregir en nuestra autoeducación, ya que las consecuencias
pueden ser más grandes de lo previsto.
(Escrito por el Rav Iehuda Levi)
Mishná 10
"Rabí
Dustái el hijo de Rabí Ianái dice en nombre de Rabí Meir: Todo aquel
que se olvida incluso una sola cosa de lo que ha estudiado es
considerado por la escritura como si estuviera comprometiendo su vida,
como está escrito:
'Sólo cuídate y cuida mucho tu alma para no olvidarte de las cosas que han visto tus ojos' (Devarim - Deuteronomio - 4:9).  ¿Esto es incluso si a él le es difícil recordar lo que estudia?  El versículo agrega: 'y para que no sean removidas de tu corazón todos los días de tu vida'; esto nos enseña que él no compromete su vida a menos que con intención las remueva de su corazón".
Mishná 11
"Rabí Janiná Ben Dosá dice: Todo aquel que su temor a pecar precede a su sabiduría, su sabiduría perdurará.  Mas todo aquel que su sabiduría precede a su temor a pecar, su sabiduría no perdurará"
"Aumenta en tus acciones"
Mishná 12
"Él (Rabí Janiná Ben Dosá)
solía decir: Todo aquel que sus acciones son más grandes que su
sabiduría, su sabiduría perdurará. Mas todo aquel que su sabiduría es
más grande que sus acciones, su sabiduría no perdurará ".
"Mas todo aquel que su sabiduría es más grande que sus acciones, su sabiduría no perdurará".
Esta parte de la Mishná no se entiende, pues el problema aquí no
consiste en el hecho de que su sabiduría es grande, sino en el hecho de
que sus acciones son pocas, y la Mishná debería haber dicho: "Mas todo
aquel que sus acciones son más pequeñas que su sabiduría, su sabiduría
no perdurará".
La
respuesta es que si la persona ve que sus acciones son menores que su
sabiduría él no sólo debe incrementar sus acciones sino que también debe
"empequeñecer" su sabiduría para poder llegar a hacer más buenas
acciones.
Mishná 13
"Él (Rabí Janiná Ben Dosá) solía decir: Todo aquel que las personas están contentas con él, D's está contento con él; mas todo aquel que las personas no están contentas con él, D's no está contento con él".
¿Por qué es que el autor de la Mishná escribió: "Todo aquel que las personas…" utilizando la palabra kol (todo), y no alguna otra forma parecida utilizando la palabra mi (quien)?
La respuesta es que la palabra kol
que significa "todo" posee en hebreo una connotación que nos viene a
enseñar que a pesar de que hay algún caso que no sabríamos cómo
analizarlo, de todas formas realmente éste se incluye en las palabras de
la Mishná.
  
Por
ejemplo: nosotros podríamos haber pensado que si hay alguien que está
todo el día encerrado en su lugar y casi no trata con el resto de las
personas,
D's no está contento con esa persona, pues el resto de las personas no tienen activamente una buena relación con él.  Por
eso es qRabí Janiná Ben Dosá nos quiso enseñar que a pesar de que esa
persona no se relaciona activamente con el resto, por cuanto que
finalmente él no les hace ningún daño y las personas no se quejan de él,
D's está contento con él.
Asimismo, en la segunda parte de nuestra Mishná está escrito: "mas todo aquel que las personas no están contentas con él…" utilizando otra vez la palabra kol y no mi,
y esto nos viene a enseñar sobre el caso de alguna persona que se
comporta amistosamente cuando está con otros, pero cuando está solo él
los engaña o se porta mal con ellos.
  En este caso nosotros podríamos llegar a pensar de que en algún aspecto D's
está contento con él, pues a pesar de que él se equivoca siendo falso
con los demás, de todas formas al fin y al cabo él se comporta bien con
ellos cuando están frente a él.
  Sin
embargo, aquí también nos enseña Rabí Janiná Ben Dosá, que este
razonamiento es incorrecto y que por cuanto que el resto de las personas
se enojarían con él si realmente supieran lo que él les hace, por eso,
D's no está contento con él.   
(Basado en el comentario "Minjat Shai" de Rabí Shimón Barfos)
Mishná 14
"Rabí
Dosá Ben Harkinás dice: El sueño de la mañana, el vino del mediodía, la
conversación de las niños, y la permanencia en las reuniones de los
ignorantes sacan a la persona del mundo".

Capítulo 4
Mishná 1
"Ben Zomá dice: ¿Quién es sabio?  El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia…' (Tehilim -Salmos- 119:99).  ¿Quién es valiente?  El que controla su instinto (del mal), como está escrito: 'Es mejor el que no se apresura en enojarse mas que el valiente y quien domina su espíritu más que el que conquista una ciudad' (Mishlé -Proverbios- 16:32). ¿Quién es rico?  El que es feliz con su parte, así como está escrito: 'Cuando comas del esfuerzo de tus manos, feliz serás y será el bien para ti' (Salmos 128:2), 'feliz serás' - en este mundo, 'y será el bien para ti' - en el mundo venidero.  ¿Quién es honrado?  El que honra a las personas, como está escrito: 'Pues a quienes me honran honraré, mas los que me desprecian serán maldecidos' (Shemuel I -I Samuel- 2:30)".
"Ben Zomá dice: ¿Quién es sabio?  El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia…' (Tehilim 119:99)".  Es sabido que el sabio no nace siendo sabio, él necesita estudiar.  Ese estudio no debe ser adquirido de un solo maestro sino de muchos, como dijeron Nuestros Sabios en el Talmud (Eruvín 47b): "La persona no tiene el mérito de aprender de todos" (pero es un mérito aprender de todos).  Después
de haber estudiado Torá con sus maestros, el hombre aprenderá más Torá
de la misma Torá, que de lo que estudió con sus maestros - puesto que la
Torá es ahora su tema de conversación.
Es sabido que la adquisición de la Torá es igual a la del dinero.  El
comerciante que trata de ganar dinero e incrementar así sus ahorros, no
diferencia entre las personas de las cuales gana dinero, si son
honorables o despreciables, si son de su pueblo o de otro, puesto que de
todos él quiere ganar dinero y no necesita investigar de quién ganará
sea quien sea.
  Sus ojos y su corazón están puestos sólo en la ganancia pues ella es legítima.  
Así es también respecto de la sabiduría: el sabio que comercia la mercancía de la Torá - "Porque es mejor comerciarla a ella [a la sabiduría] que el comerciar dinero"
(Mishlé -Proverbios- 3:14) - por cuanto que trata de incrementar "sus
ahorros" de sabiduría, no debe diferenciar entre las personas de las
cuales puede adquirirla.
  Si
es más grande que él en sabiduría y en edad no debe decir: "yo me
avergüenzo de estudiar con él", pues el buen comerciante no se
avergüenza de ganar dinero de cualquier persona y eso es lo que dijeron
los sabios:
"Debemos aceptar la verdad incluso del megosh",
es decir del hereje que se entremezcló entre los pueblos - si trae
pruebas contundentes para demostrar que sus palabras son verdad.
  (Véase
Mishné Torá del Rambam, Hiljot Kidush Hajódesh al final de cap. 17, la
introducción del Rambam al Tratado de Avot y también el Talmud, Tratado
de Shabat 75a).
  Así también recordó el salmista en el versículo anterior al nuestro: "De mis enemigos hazme entender Tus mitzvot" (Tehilim -Salmos- 119:98).
También está escrito en el Talmud (Sanhedrín 91b): "Dijo Rabí: Esto [el hecho de que el alma le es dada a la persona desde el momento de la concepción] me lo enseñó Antonino [el emperador Romano] y el versículo lo ayuda: 'Vida y benevolencia has hecho conmigo y tu ordenanza [desde el momento de la concepción] preservó mi espíritu' (Iob - Job- 10:12)".  Siendo así, el que conoce el valor de la sabiduría está obligado a esforzarse y aprenderla de cada persona.
También
encontramos en el Talmud que Rabí Meir estudiaba Torá de Elishá Ben
Abuiá - un gran sabio que después se convirtió en hereje - y en la
Guemará se asombraron de esto y preguntaron:
"¡¿Y cómo es posible que Rabí Meir estudiara Torá de la boca de Ajer [Elishá Ben Abuiá, el hereje]?!" y contestaron: "Rabí Meir encontró una granada, comió el fruto y tiró su cascara" (Jaguigá 14b).
Este
pasaje nos enseña que el que quiere la sabiduría y conoce su valor, no
debe investigar de quién aprenderá sabiduría y a eso se refirió David:
"De todos mis maestros he aprendido, pues tu Torá es mi conversación" (Tehilim 119:99).  Explica el versículo que David estudiaba de todos sus maestros e iba incrementando su inteligencia por estudiar con ellos.  ¿Por qué es que David hacía esto?  Porque la Torá era su conversación y por la importancia de ella, se rebajaba a sí mismo para estudiarla de toda persona.  Esta es una de las señales del que busca la sabiduría: que la inquiera de cada persona y no se avergüence.  Entonces ascenderá a las alturas de la sabiduría.  Y esto es lo que dijo Ben Zomá en nuestra Mishná: "¿Quién es sabio?  El que aprende de toda persona, como está escrito: 'De todos mis maestros he adquirido inteligencia' (Tehilim 119:99)".
(Basado en el comentario de Rabenu Bejaié Ben Asher, 1263 - 1340)
¿Quién es rico?  Aquel que es feliz con su parte, así como está escrito: 'Cuando comas del esfuerzo de tus manos, feliz serás y será el bien para ti' (Salmos 128:2)".  Alguien
que disfruta lo que tiene, ya sea mucho o poco, va a estar siempre
feliz, como si estuviese en una fiesta continua y siempre estará de buen
humor.
  Por el contrario, aquel que siempre mira lo que tiene su prójimo y lo que a él le falta vive en constante sufrimiento.   
Las personas que sólo miran lo que les falta están ciegas a lo que tienen.  Mientras
que podrían y deberían estar extremadamente felices por todo lo
positivo de sus vidas, siguen pensando en lo que no tienen.
Siempre nos faltarán cosas que nos gustaría tener.  Esto es inevitable.
Siente alegría con lo que D's te ha dado y no enfoques tus pensamientos en lo que no te ha dado.  Imagina
por un instante cómo te sentirías si le das un regalo a alguien - a
pesar de no tener obligación de hacerlo - y él inmediatamente se queja
de que no le has dado el doble de lo que recibió.
  Ciertamente te arrepentirás de haberle dado algo.  El fracaso en apreciar lo que D's te da es comportarse de manera similar.
Es
por eso que como dice Ben Zomá en nuestra Mishná, es rico el que está
contento con lo que tiene, mirando lo suyo y no buscando lo que le
falta, así como dice el Libro de Salmos:
"Cuando comas del esfuerzo de tus manos", sin buscar comer más de lo que tus manos te dan, "feliz serás y será el bien para ti" - puesto que estarás mirando las cosas de la manera correcta.
(Basado en el libro "Las Puertas de la Felicidad" del Rav Zelig Pliskin)  
Mishná 2
"Ben Azái dice: Corre (incluso)
en pos de un precepto simple y escápate del pecado, porque una buena
acción conlleva a otra buena acción, y un pecado conlleva a otro pecado,
porque la recompensa por una buena acción es una buena acción y el pago
por un pecado es un pecado".
Ben
Azái nos enseña que debemos siempre recordar que las buenas acciones
parecen alejarse de nosotros. Esto es porque el "instinto del mal"
- el iétzer hará - que tenemos dentro, está siempre poniendo distancia entre la persona y la buena acción, poniendo obstáculos en su camino.  Éste es el trabajo del iétzer hará.
Por
cuanto que las buenas acciones se alejan de la persona, ella debe
continuamente correr detrás de ellas para alcanzarlas finalmente.
  La persona no debe escuchar al iétzer hará porque nunca le permitirá hacer buenas acciones y mitzvot.
Por el contrario, un pecado constantemente parece estar persiguiendo a la persona.  Esto es porque el iétzer hará lo acerca todo el tiempo a la persona, persuadiéndola para que lo cometa y lo disfrute.  Es imperativo, entonces, que la persona se escape del pecado así como se escaparía de un asesino.
"Corre (incluso) en pos de un precepto simple y escápate del pecado".  Cuando una buena acción parece escaparse de nosotros, hay que seguirla en función de alcanzarla.  Cuando un pecado parece acercarse a uno, debemos alejarnos de él.  Aún si es un precepto que a nuestro limitado entendimiento no tiene mucha importancia, no debe ser mirado de manera despectiva.  Hay que hacer todo el esfuerzo posible para cumplirlo, puesto que una buena acción conlleva a otra.
Este es el camino de la vida.  Cuando un ser humano hace una buena acción, después le es más fácil hacer otra.  Similarmente, cuando una persona comete un pecado, le es difícil alejarse de eso y el pecado vuelve a repetirse una y otra vez.
Por otro lado, "la recompensa a una buena acción es una buena acción".  Aún si la buena acción fue trivial para nosotros, D's nos ayudará a hacer otra buena acción.  Y si la persona comete un pecado, D's
lo abandonará y no lo ayudará, lo que lo llevará a cometer otros
pecados. Es por eso que aunque el pecado parezca insignificante, debe
ser cuidadosamente evitado.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná 3
"Él (Ben Azai) solía decir: "No desprecies a ningún hombre, y no seas indiferente a nada.  Porque no hay hombre que no tenga su hora, y no hay cosa que no tenga su lugar".
Ben Azai advierte que nunca debes denigrar o subestimar a ningún hombre, aún si él es de muy baja calaña.  No
hay persona en el mundo que no tiene su hora, por lo tanto puede llegar
el momento que tú necesites de esa persona y ella tendrá una amplia
oportunidad para tomarse su venganza.
  
Tampoco, debes estar tan seguro de que algo es imposible que pase.  Si
se te advierte que evites algo porque es peligroso, no seas indiferente
a la advertencia diciendo que el peligro es lejano y seguramente nada
ocurrirá.
  Nada
en el mundo es imposible, por lo tanto piensa en el peligro como algo
probable y trata de mantenerte alerta en contra de él.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná 4
"Rabí Levitas de Iavné dijo: Se muy muy humilde, puesto que la esperanza del hombre son los gusanos".
Rabí Levitas de Iavné agrega a las palabras de Ben Azai en la Mishná anterior.  No es suficiente con no subestimar a cualquier hombre, uno debe subestimarse y considerarse poco frente a otros.  De esta manera honrarás a toda persona.
El Maestro entonces dice que tú debes ser humilde ante todo hombre.  Esto significa que siempre que veas una persona, debes considerarla superior a ti y así la respetarás y la honrarás.
El Maestro dice que toda persona debe considerarse a sí mismo poca cosa y no debe ser orgulloso, puesto que "la esperanza del hombre son los gusanos".  Esto significa que cada persona terminará finalmente en la tumba donde será consumida por los gusanos.  Si no eres más que comida para los gusanos, ¿cómo puedes ser orgulloso?
Vemos
así, que la humildad es tan grandiosa que a pesar de que Moshé Rabenu
alcanzó un nivel más alto que todos los profetas y consiguió hacer
muchísimas cosas, no se lo alaba en las Escrituras por todo eso.
   Por la única cosa que la Torá lo alaba es por su humildad.  Es por eso que está escrito: "Y el hombre Moshé era muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra" (Números 12:3).
El Maestro nos enseña también: "Se muy muy humilde".  La repetición "muy muy"
nos enseña una importante lección: en todos las otras midot
(cualidades) uno debe siempre buscar el camino medio, así como dicen:
"el medio es perfecto".
  Pero en el caso del orgullo, se nos advierte que vayamos al extremo opuesto.          
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Mishná 5
"Rabí
Iojanán Ben Beroká dice: Todo aquel que profana el Nombre del Cielo en
oculto es castigado públicamente; no existe diferencia entre quien sin
intención o intencionalmente profana Su Nombre".
Mishná 6
"Rabí Ishmael, su hijo (el hijo de Rabí Iojanán Ben Beroká)
dice: Al que estudia para enseñar, se le da la posibilidad de estudiar y
enseñar; pero al que estudia para cumplir, se le da la posibilidad de
estudiar y enseñar, y de observar y cumplir".
Nótese la asimetría que presenta esta Mishná.  Al comienzo Rabí Ishmael el hijo de Rabí Iojanán Ben Beroká nos enseña que a quien estudia la Torá para enseñarla D's le permitirá hacerlo.  Él no hará con esa persona más de lo que esa persona quiere.  Pero
en la segunda parte de la Mishná vemos que a pesar de que él sólo
quería estudiar para cumplir, además de permitírsele hacer lo que
quería,
D's también le brindará la posibilidad de enseñar y observar, a pesar de que él no buscaba esto.
Pero
la Mishná nos quiere explicar que al que estudia la Torá solamente para
enseñársela a los demás - pues él no piensa cumplirla ya que está
imposibilitado de hacerlo, o a pesar de poder cumplirla, él la estudia
solamente para engrandecer su nombre y su fama -
D's le dará la posibilidad no sólo de estudiarla, sino también de enseñársela a los demás.
Pero al que estudie la Torá también con la intención de cumplir con todas sus mitzvot (preceptos), D's
no solamente le dará la posibilidad de estudiarla y enseñarla, sino
también de observarla y cumplirla, ya que en la Torá lo principal es el
cumplimiento, como estudiamos en el primer capítulo:
"…y el estudio no es lo primordial, sino la acción…" (Avot 1:17).
(Basado en el comentario de Rabí Iaacov Berabí Shimón, s. XII, en el "Majzor Vitri")
Mishná 7
"Rabí
Tzadok dice: No las conviertas (a las palabras de la Torá) en una
corona para engrandecerte mediante ellas, y tampoco en un pico para
escarbar mediante ellas.
  Y así solía decir Hilel: 'y quién hace uso de la corona (de la Torá) fallecerá' (Avot 1:13).  Esto te enseña que todo aquel que obtiene ganancia de las palabras de la Torá está acortando su vida en este mundo".
Véase comentario sobre la Mishná siguiente.
Mishná 8
"Rabí
Iosé dice: Todo aquel que honra a la Torá, su cuerpo es honrado por las
personas; mas todo aquel que profana la Torá, su cuerpo es profanado
por las personas".
"Todo aquel que honra a la Torá, su cuerpo es honrado por las personas".  Esta
Mishná está relacionada con la anterior donde habíamos estudiado que la
persona no debe obtener ganancia de las palabras de la Torá si puede
dedicarse a algún trabajo u ocupación.
Es
por eso que aquí Rabí Iosí agrega que él debe esforzarse para no
obtener ganancia de las palabras de la Torá incluso si su trabajo
generalmente es considerado despreciable.
  Él no debe pensar que él se rebajará si hace eso, pues por cuanto que él lo hace por honor a la Torá, D's hará que incluso los más necios del pueblo lo vean a él como alguien honorable.  
(Basado en el comentario "Tiféret Israel" de Rabí Israel Lipshchitz, 1782 - 1860)
Mishná 9
"Rabí
Ishmael el hijo de Rabí Iosé dice: Quien evita ir a juicio se libera a
sí mismo del odio, del robo y de falsos juramentos; y quien juzga
apresuradamente es un tonto, un malvado y un arrogante".
Mishná 10
"Él (Rabí Ishmael el hijo de Rabí Iosé)
solía decir: No juzgues solo, pues sólo puede juzgar solo Uno; y no
digas: 'Acepten mi opinión', pues ellos tiene la autoridad y no tú".
Mishná 11
"Rabí
Iojanán dice: Todo el que cumple la Torá con pobreza, al final la
cumplirá con riqueza, mas todo el que no la cumpla con riqueza, al final
la transgredirá con pobreza".
Véase nuestro comentario en Avot 6:4.
Mishná 12
"Rabí
Meir dice: Disminuye tus ocupaciones y dedícate a la Torá; sé humilde
ante toda persona; si has sido negligente con la Torá tienes mucha
negligencia delante tuyo; y si te has esforzado en la Torá hay mucha
recompensa para ti".
"Si has sido negligente con la Torá tienes mucha negligencia delante tuyo".  En
esta Mishná, Rabí Meir nos enseña que debemos ser conscientes acerca de
las nefastas consecuencias que pueden llegar a tener nuestras
decisiones erróneas.
Él
nos enseña que si la persona no disminuyó sus ocupaciones y no se
dedicó al estudio de la Torá, aunque más no sea una o dos horas al día,
entonces, por cuanto que él mismo decidió ser negligente anulando el
estudio de la Torá, ahora tendrá mucha "negligencia" delante de él, es
decir que los mismos asuntos a los cuales él decidió dedicarse, en lugar
de haber ido a estudiar Torá, no le permitirán a él dedicarse al
estudio de la Torá cuando realmente desee hacerlo.
Pero no solamente eso, sino que D's
lo pondrá a prueba enviando delante de él nuevas ocupaciones y asuntos
que tendrá que aprender a sacárselos de encima o resolverlos rápidamente
para así poder dedicarse correctamente al estudio de la Torá, si
verdaderamente querrá estudiar.
          
(Basado en el comentario de Rabí Ovadiá Seforno, 1470 - 1550)
Mishná 13
"Rabí
Eliézer Ben Iaacov dice: Quien hace una mitzvá, se hace de un defensor,
y quien comete un pecado, se hace de un acusador; el arrepentimiento y
las buenas acciones son como un escudo delante de la desgracia".
Muchas
veces, personas de fe - sabias o no tanto, justos o no tanto - se
encuentran en una situación incómoda, cuando alguien alejado de la
religión les pide que les den una bendición a ellos o a alguien que la
necesita, o les piden que hablen por ellos con algún Rabino Cabalista,
para que "mágicamente" su bendición surta efecto.
Sin ningún lugar a dudas, los grandes rabinos pueden hacer muchas cosas, pero más allá de eso, jamás debemos olvidarnos que D's es Quien está por encima de toda persona, y es Él Quien decide finalmente lo que ocurre en Su mundo.  Pero,
estudiando nuestra Mishná, encontramos un consejo mejor que cualquier
otro para aquellas personas que buscan alguna "fórmula" pasar ese mal
momento:
"…el arrepentimiento y las buenas acciones son como un escudo delante de la desgracia".     
El Rabí Jaim de Volozin (1749 - 1821) en su comentario "Rúaj Jaim"
escribió que Rabí Eliézer Ben Iaacov comparó al arrepentimiento y las
buenas acciones con un escudo, pues así como el escudo debe ser puesto
del lado que viene el enemigo a atacar - pues sino ese escudo no servirá
para nada - así también debemos prestar atención a que el
arrepentimiento y las buenas acciones estén dirigidas y encaminadas en
la dirección de la desgracia, ya que
D's siempre se comporta con la persona "midá kenégued midá", es decir, recompensando o castigando a la persona de manera similar a la mitzvá (precepto) o a la averá (pecado) que hizo.


Capítulo 5
Mishná 1
"Mediante
diez alocuciones fue creado el mundo, y por cuanto que podría haber
sido creado mediante una sola alocución, ¿qué es lo que esto viene a
enseñar? (Que fue hecho así)

para cobrarse de los malvados que destruyen al mundo que fue creado
mediante diez alocuciones, y para darle una buena recompensa a los
justos que mantienen al mundo que fue creado mediante diez alocuciones".
En
este capítulo el autor nos enseñó la importancia que tiene el profundo
análisis de las cosas así como también la acción, y para demostrar esto,
la Mishná trajo como prueba el hecho de que la Torá nos quiso informar
que el mundo fue creado a través de diez alocuciones, es decir diez
órdenes Divinas.
Evidentemente, la intencionalidad de la Torá al contarnos que D's creó al mundo mediante diez alocuciones, no fue decirnos que D's
no lo podría haber creado mediante una sola orden, puesto que por
cuanto que Sus fuerzas no son como las nuestras y Él está por encima del
cansancio, si el Creador hubiera querido crear al mundo mediante una
alocución solamente, lo hubiera podido hacer sin lugar a dudas.
Es
por eso que el objetivo que tuvo la Torá al relatarnos esto,
lógicamente, no puede ser otro más que informarnos que para crear de la
mejor manera posible a un hombre "a Su imagen y a Su semejanza",
D's debía crearlo mediante diez alocuciones, para que a través de ellas, las distintas creaciones se vayan creando unas de otras.
Es por eso que quien lo ayude a D's
en el mantenimiento de esta empresa que requirió para su realización
tanto esfuerzo, será merecedor de una gran recompensa del Creador, pero
quien no ayude a su mantenimiento será merecedor de un gran castigo.
(Basado en el comentario de Rabí Ovadiá Seforno, 1470 - 1550)
Mishná 2
"Diez
generaciones hubieron entre Adam hasta Nóaj, para enseñar cuánta
paciencia Él tiene - pues todas estas generaciones lo enojaban, hasta
que trajo sobre ellos las aguas del diluvio. Diez generaciones hubieron
desde Nóaj hasta Abraham, para enseñar cuánta paciencia Él tiene - pues
todas las generaciones lo enojaban, hasta que llegó Abraham y recibió la
recompensa de todas ellas".
Véase comentario sobre la Mishná siguiente.

Mishná 3
"Mediante
diez pruebas fue probado Abraham Avinu - sobre él sea la paz -
sobrepasándolas todas, para enseñar cuán apreciado es Abraham Avinu".
Hay
varios puntos que no están lo suficientemente claros en nuestra Mishná.
Primero: Qué relación ella tiene con la Mishná anterior? Segundo: Por
qué en la Mishná anterior nuestro patriarca es llamado simplemente
"Abraham", pero aquí es llamado "Abraham Avinu" (nuestro padre Abraham). Además: Cuando nuestra Mishná dice: "…para enseñar cuán apreciado es…", a quién está dirigida esta enseñanza?
Para
responder, podemos decir que nuestra Mishná sí está relacionada con la
anterior, ya que en la Mishná anterior habíamos estudiado que:
"diez generaciones hubieron desde Nóaj hasta Abraham… hasta que llegó Abraham y recibió la recompensa de todas ellas", y el hecho de que nuestra Mishná seguidamente dice que: "mediante diez pruebas fue probado… sobrepasándolas todas",
muestra todo lo que se esforzó y trabajó Abraham Avinu para recibir la
recompensa de todas esas generaciones, ya que fue probado diez veces. Y a
alguien como él sí era correspondiente que le sea otorgada una
recompensa equivalente a la que le hubiera correspondido recibir a todas
esas diez generaciones.
Además
aquí Abraham es llamado "Avinu" (nuestro patriarca), pues a través de
esas pruebas que pasó fue que él difundió la Divinidad del
D's
Único sobre toda la tierra, y como consecuencia de eso muchas personas
fueron detrás de él para aprender de sus acciones, como le dijo
D's a él: "En el padre de muchos pueblos te he convertido" (Bereshit -Génesis- 17:5). Por eso Abraham Avinu es llamado: "el padre de los conversos".
Y al decir que Abraham Avinu debió pasar diez pruebas "…para enseñar cuán apreciado es…",
nuestra Mishná quiso expresar que el hecho de que Abraham Avinu fue
probado mediante diez pruebas y las sobrepasó a todas, viene a
enseñarles a todas las personas del planeta que él es muy apreciado
delante de
D's, hasta tal punto, que todas los seres humanos son llamados sus hijos.
(Basado en el libro "Se Lebet Avot" de Rabí Shalom Hadaia, 1862 - 1945)
Mishná 4
"Diez
milagros les fueron hechos a nuestros antepasados en Egipto, y diez en
el mar. Diez golpes trajo el Santo - bendito es Él - sobre los egipcios
en Egipto, y diez en el mar. Diez veces sometieron a prueba nuestros
antepasados al Santo - bendito es Él - en el desierto, como está
escrito: 'Y me sometieron a prueba a Mí ya diez veces'
(Bamidvar 14:22)".
"Diez milagros les fueron hechos a nuestros antepasados en Egipto". El Rambam explica que los diez milagros que D's les hizo al pueblo de Israel en la tierra de Egipto consistieron en que ellos se salvaron de las diez plagas que D's
envió sobre los egipcios. Esos milagros les fueron hechos porque el
pueblo de Israel saldría de allí para recibir la Torá, que está incluida
en los Diez Mandamientos. Y esto está insinuado en la pregunta que
Moshé le formuló a
D's cuando se negó a ser Su enviado para sacar al pueblo de Israel de Egipto: "¿Quién soy yo para presentarme delante del Faraón y para sacar a los hijos de Israel de la tierra de Egipto?" (Shemot 3:11).
Es como si Moshé le hubiera dicho a D's que él entendía que habían tres razones que impedían que Israel salga de Egipto: ¿Quién soy yo… pues quien debe presentarse delante de un rey debe hablar correctamente, pero yo soy lento de habla; …para presentarme delante del Faraón… ya que el Faraón no era como cualquier rey sino un rey muy duro; …y para sacar a los hijos de Israel de Egipto?, pues Moshé no veía que el pueblo de Israel tenía ningún mérito para ser redimido.
Es por eso que D's le respondió: "Le
dijo: Pues Yo estaré contigo y esta será para ti la señal de que Yo te
he enviado: cuando saques al pueblo de Egipto servirán a
D's sobre esta montaña" (3:12). Y la intención de D's fue responder a esas tres preguntas de la siguiente manera: Pues Yo estaré contigo…, y
no debes temer del Faraón más que de cualquier otro rey. Además, si a
pesar de que eres lento de habla te presentarás delante del rey,
esta será para ti la señal de que Yo te he enviado,
y no que decidiste por cuenta propia presentarte delante de él. Por
último, a pesar de que ahora no tienen méritos para ser liberados,
cuando saques al pueblo de Egipto servirán a D's sobre esta montaña, y por ese futuro mérito es que serán redimidos de la esclavitud.
(Basado en el libro "Etz Iosef" de Rabí Janoj Zundel, f. 1891)
Mishná 5
"Diez milagros ocurrían para nuestros antepasados en el Bet Hamikdash (Templo de Jerusalem):
Nunca una mujer abortó como consecuencia del olor de la carne de los
sacrificios, nunca la carne de los sacrificios despidió mal olor, nunca
se vió una mosca en el lugar donde eran matados los animales, nunca el
Sumo Sacerdote sufrió una polución en el Día del Perdón, nunca las
lluvias apagaron el fuego de los leños que allí se encontraban, nunca el
viento desvió la columna de humo, nunca se encontró defecto en el
sacrificio del omer, en los "dos panes"
(de Shavuot) y
en el pan del Templo, cuando estaban parados estaban apretujados, mas
cuando se prosternaban lo hacían espaciosamente, nunca una serpiente o
un escorpión dañó a alguien en Jerusalem y nunca un hombre le dijo a su
prójimo: 'El lugar es demasiado estrecho para que pase la noche en
Jerusalem'".
"Cuando estaban parados estaban apretujados, mas cuando se prosternaban lo hacían espaciosamente". Las
personas estaban paradas apretadamente, pero cuando se prosternaban lo
hacían espaciosamente. Los israelitas iban en peregrinación a Jerusalem
tres veces por año: Pesaj, Shavuot y Sucot, cumpliendo con el
mandamiento
"Tres veces al año deberán celebrar para Mí…" (Éxodo
23:14-17). Cada persona llegaba con su sacrificio al cuarto interior
del Templo Sagrado y la multitud era tan grande que los pies de las
personas apenas tocaban el suelo por la falta de espacio.
Pero
cuando llegaba el momento de prosternarse para decir la confesión un
gran milagro ocurría. El lugar se ensanchaba y había amplio espacio para
que todos se inclinen. Realmente habían cuatro
amot
(2 metros aprox) entre cada individuo. Esto ocurría para que una
persona no escuche la confesión de la otra, y así nadie se avergüence de
su confesión.
Aprendemos
de aquí una importante lección. Cuando los israelitas estaban en el
Templo, estaban todos apretujados, pero tan pronto como comenzaban a
recitar la confesión, el espacio se ampliaba milagrosamente y había
lugar para todos.
Una
persona debe saber que cuando se encuentra en problemas y en
situaciones de aprieto, debe arrepentirse y confesar sus pecados a
D's,
dejando en Sus "manos" todos los problemas. El Todopoderoso puede,
entonces, sacarlo de los aprietos en un abrir y cerrar de ojos.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
"Nunca un hombre le dijo a su prójimo: 'El lugar es demasiado estrecho para que pase la noche en Jerusalem'". Nunca
pasó que un hombre tuvo que decirle a su vecino: 'aquí en esta ciudad,
mis ingresos son muy limitados y por esta razón debo mudarme a otra
ciudad para ganar mi sustento'. Milagrosamente,
D's provee sustento para cada persona que vive en Jerusalem, por la santidad del lugar.
De
aquí aprendemos otra importante lección: Una persona puede quejarse
diciendo "¿Cómo puedo estudiar Torá? Yo debo dedicarme a los negocios
todo el día en función de ganar mi sustento". Pero aquí podemos ver que
el sustento de la persona no depende de la cantidad de horas que
trabaje, ya que todo está en las manos de
D's.
Vemos
que a pesar de que una gran multitud de personas estaba en Jerusalem,
jamás faltó un adecuado sustento para cada individuo. Cada persona
servía a
D's obedientemente y Él milagrosamente aseguró que todas las personas tengan lo que necesitaban.
Lo mismo ocurre con alguien que sirve a D's y dedica parte de su día para el estudio de la Torá. D's
se ocupará de que la persona reciba su sustento, y a veces de manera
absolutamente inesperada, a pesar del hecho de haber quitado tiempo de
sus negocios para estudiar Torá.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)

La Creación de D's
Mishná 6
"Diez
cosas fueron creadas en la víspera de shabat antes del anochecer, y
ellas son: (1) la boca de la tierra, (2) la boca del pozo de agua, (3)
la boca del asno, (4) el arco iris, (5) el maná, (6) la vara, (7) el
shamir, (8) la escritura, (9) la inscripción, (10) y las tablas.  Hay quienes dicen que también los ángeles del mal, la tumba de Moshé, y el carnero de Abraham Avinu.  Y hay otros que dicen que también la pinza - que de otra pinza es hecha".   
La primera opinión recordada en nuestra Mishná sostiene que diez cosas D's creó al finalizar el sexto día de la creación, justo antes de que comience el shabat: (1) la boca de la tierra por donde fueron tragados Kóraj y su gente, (2) la boca del pozo de agua que acompañó a los hijos de Israel durante su travesía por el desierto, (3) la boca del asno de Bilam - pues D's había decretado en el momento de la creación del mundo que hable, (4) el arco iris - señal del pacto de que D's no destruirá nuevamente el mundo mediante un diluvio, (5) el maná que comieron los judío en el desierto, (6) la vara de Moshé mediante la cual fueron hechos milagros, (7) el shamir - un insecto mediante el cual se cortaban las piedras preciosas que vestía el Cohén Gadol (Sumo Sacerdote), (8) la escritura - la forma de las letras de los Diez Mandamientos, (9) la inscripción de los Diez Mandamientos, (10) y las tablas de piedra que los contenían.
De aquí podemos aprender que los milagros, o lo que parece ser un milagro ante nuestros ojos, también es una creación de D's y es el fruto de Su voluntad.
Mishná 8
"Siete
clases de calamidades vienen por causa de siete pecados capitales. (1)
Si algunos separan sus diezmos pero otros no lo hacen, un hambre debido a
sequía viene; algunos estarán hambrientos y otros estarán saciados. (2)
Si todos se pusieron de acuerdo en no separar los diezmos, un hambre
debido a problemas políticos y a sequía viene. (3) Si decidieron no
separar la jalá, un hambre de exterminación viene. (4) Mortandad viene
al mundo por la transgresión de las prohibiciones que la Torá condena
con la muerte pero que no han sido juzgadas por el Tribunal Rabínico, y
por la transgresión de las prohibiciones relacionadas con los frutos del
año sabático de la tierra. (5) La espada viene al mundo por retrasar el
veredicto en los juicios, y por los que enseñan leyes basados en su
entendimiento de la Torá, no siendo conforme al entendimiento de los
Sabios. (6) Animales salvajes vienen al mundo por el pecado de jurar en
vano y la profanación del Nombre de
D's.
(7) Exilio viene al mundo por el pecado de la idolatría, las relaciones
sexuales prohibidas, por el derramamiento de sangre y por no cuidar el
año de descanso de la tierra".
"Animales salvajes vienen al mundo por el pecado de jurar en vano y la profanación del Nombre de D's". D's juzga a las personas midá kenégued midá,
es decir que la recompensa o el castigo son proporcionales y similares a
la mitzvá o la transgresión realizada. Y si ellos pecarán mediante la
boca ju
rando en vano, entonces dice D's: "…el diente de los animales enviaré sobre ellos"
(Devarim 32:24). La razón de esto es que la diferencia fundamental
entre nosotros y los animales es la palabra y el habla (que son el
reflejo exterior del alma y el raciocinio), y esa diferencia es
precisamente la que provoca que nosotros podamos dominar a los animales.
Por eso, es lógico que los animales vengan para aplastar a quien no
cuida la honra de su Creador jurando por Su Nombre en vano.
Además, ese es el motivo por el cual este es también el castigo para quien no cuida el honor y la honra de su Creador profanando el Nombre de D's, pues como le dice a D's el autor del libro de los Salmos: "…con honor y honra lo coronaste (al hombre).
Tu le diste el dominio sobre la obra de Tus manos; Tu pusiste todo bajo
sus pies. Todos los carneros y las ovejas, y también las bestias del
campo. Las aves de los cielos y los peces del mar que recorren los
caminos de los mares"
(Tehilim 8:6-9). Pero todo ese honor solamente le corresponde a quien cuida el honor y la honra de D's, mas a las personas que profanan el honor del Santo - bendito es Él, por cuanto que ellos no cuidan el honor y la honra de D's, los animales los dominarán.
(Basado en el comentario "Midrash Jajamim" de Rabí Moshé Jaim Kleinman)
Mishná 11
"Hay
cuatro clases de temperamento: El que fácilmente se enoja pero
fácilmente acepta las disculpas, repuso su pérdida a través de su
ganancia; el que difícilmente se enoja pero difícilmente acepta las
disculpas, anuló su ganancia a través de su pérdida; el que difícilmente
se enoja y fácilmente acepta las disculpas es un piadoso; el que
fácilmente se enoja y difícilmente acepta las disculpas es un malvado."
Cuando
una persona tiene mal temperamento, su comida no es comida, no puede
siquiera disfrutar de lo que come y lo que bebe. Puesto que su mente
está obstruida, cada cosa que hace le sale mal. Finalmente él terminará
odiando a su cuerpo y a su vida, y se debilitará. Él se odiará a si
mismo, y será odiado por los que están a su alrededor. Los miembros de
su propia familia serán como extraños para él.
Cuando
una persona está enojada puede llegar a no reconocer siquiera a sus
padres y por consiguiente llegará a faltarles el respeto. Más aún, quien
tiene esta mala característica deberá disculparse constantemente con
los demás rogando su perdón, ya que cuando él está enojado, no puede
mirar ni para adelante ni para atrás, y frecuentemente deshonrará a
todos los que están a su alrededor.
Obviamente,
una persona es sólo un ser humano, y es imposible para él anular su
enojo por completo, pero debe intentar enojarse únicamente por cosas de
mucha importancia, haciendo que su enojo se convierta en algo
constructivo.
La Mishná dice: "Arbá midot bedeot - Hay cuatro clases de temperamento". Literalmente, la palabra "deá" (singular de "deot")
significa: 'inteligencia'. El sabio nos está diciendo que "Hay cuatro
clases de inteligencia". Todo depende de la inteligencia de la persona.
Cuanto más inteligencia tendrá la persona, menos probabilidades tendrá
de perder su temperamento, pero cuando la persona tiene una limitada
inteligencia, no tiene paciencia y se enoja rápidamente. El sabio nos
habla de cuatro características:
"El que fácilmente se enoja pero fácilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica se enoja frecuentemente
inclusive por trivialidades. Pero él también tiene la buena
característica de calmarse con facilidad. Sin embargo, a pesar de que
tan pronto como se enoja puede calmarse, el daño tiene su precio. El
daño es más grande que lo bueno que tiene. Más aún, puesto que la
persona se enoja fácilmente, está siempre enojada y sus acciones no son
buenas.
"El que difícilmente se enoja pero difícilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica es paciente y el enojo tarda
en alcanzarla. Pero si tiene una razón para enojarse, su enojo persiste y
este daño tiene su precio. Aún así, por el hecho de ser paciente y no
enojarse con facilidad, el beneficio es más grande que el daño.
"El que difícilmente se enoja y fácilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica tiene dos buenas cualidades.
Primero, él es muy paciente y no se enoja rápidamente. Y si una vez en
mucho tiempo él pierde su temperamento, puede cambiar su estado de ánimo
fácilmente y sin problemas. Esta persona es llamada "piadosa", a pesar
de que de vez en cuando pueda enojarse. Después de todo él es sólo de cy
hueso, y no se espera de él que sea mejor que Moshé Rabenu, que
respecto de él está escrito:
"Moshé se enojó con los oficiales del ejército" (Números 31:14).
"El que fácilmente se enoja y difícilmente acepta las disculpas".
La persona que tiene esta característica tiene dos defectos. Primero,
se enoja rápidamente perdiendo su temperamento por cualquier cosa, y
luego cuando ya está enojado le es difícil desprenderse de ese enojo y
recuperar su postura. La persona que tiene estas dos características es
llamada "malvada" pues su enojo lo lleva a cometer muchos pecados, y
como está siempre enojado, seguramente sus pecados sobrepasan a sus
méritos.
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)

Mishná 14
"Hay
cuatro formas de ir a la Casa de Estudio: Quien va pero no estudia,
tiene en su mano la recompensa de haber ido; quien estudia
(en su casa) pero no va (a la Casa de Estudio), tiene en su mano la recompensa de haber estudiado; quien va y estudia es un piadoso; quien no va y tampoco estudia (en su casa) es un malvado".
"Quien va pero no estudia, tiene en su mano la recompensa de haber ido".
Preguntó el Rabí Menajem Mendel de Kotzk (1787 - 1859): ¿Por qué se le
da recompensa a quien fue a la ieshivá pero no estudió Torá? ¿Qué
beneficio él obtuvo para si mismo o para su alma y qué esfuerzo
representó para él este acto?
La
respuesta es que la persona que sale de su casa para ir a la ieshivá,
recibe recompensa por la acción de alejarse de su hogar, ya que esta es
una buena acción. Pues todo tiempo que esa persona se encuentra en su
casa ocupado con todas sus cosas a él le es muy difícil estudiar y
rezar, y es por eso que
"quien va pero no estudia, tiene en su mano la recompensa de haber ido", pues a pesar de todo él salió de su casa.
(Basado en el comentario "Midrash Jajamim" de Rabí Moshé Jaim Kleinman)
Mishná 16
"Todo
amor que depende de algo - cuando desaparece ese algo desaparece el
amor. Pero cuando no depende de algo - el amor nunca desaparecerá. ¿Cuál
es el amor que depende de algo? El amor de Amnón y Tamar. ¿Y el que no
depende de algo? El amor de David e Iehonatán".
Mediante
estas simples palabras, Nuestra Mishná nos revela el secreto de una
feliz relación entre dos personas, ya sea en el marco de la amistad, o
en el marco del matrimonio.
Dice
la Mishná que cuando el amor depende de alguna cosa que medie entre las
dos partes, por ejemplo el amor que tiene la persona por el que hace el
bien con él: en este caso él no precisamente ama a su prójimo, sino que
ama a lo que recibirá de él en el futuro, y es por eso que en
definitiva se ama a sí mismo. Cuando desaparezca eso que media entre
ellos, inmediatamente desaparecerá ese amor.
Así
ocurrió con dos personajes bíblicos: Amnón y Tamar (II Shemuel cap.
13). Amnón amaba a Tamar sólo por su belleza física, o sea que se amaba a
sí mismo - ya que pensaba que obtendría placer de ella. Cuando cesó ese
placer que mediaba entre él y ella, dice el texto que la terminó
odiando.


Capítulo 6
Introducción
"Enseñaron los Sabios mediante el lenguaje de la Mishná.  Bendito es quien los eligió a ellos y a sus enseñanzas".
La Torá sólo será encontrada en quienes no posean malas características y estén llenos de cualidades positivas e importantes.  Esto
lo aprendemos del hecho de que los hijos de Israel antes de recibir la
Torá debieron lavar sus ropas para purificarse de la impureza y de las
suciedades que le impiden al alma comprender.
Los
capítulos anteriores a éste, están repletos de importantes lecciones
que acercan al alma a su Creador y la despiertan a Su servicio; y para
que la misericordia Divina se despierte por las personas santas, se
acostumbró comenzar a leer los Pirké Avot en los sábados anteriores a la
entrega de la Torá.
Este capítulo habla solamente sobre el despertar a la Torá y el amor a ella.  Y
a pesar de que en los cinco capítulos anteriores también encontramos
muchas enseñanzas relacionadas con esto, en este capítulo
sólo encontramos
enseñanzas referidas a la Torá, para enseñarnos que el despertar a la
Torá y el amor a ella, es el objetivo primordial de los capítulos
anteriores, y a través de sus palabras nos despertaremos para adquirir
la Torá.
Este capítulo es conocido con el nombre Kinián Torá
(la adquisición de la Torá) para enseñarte que si la persona se reviste
de buenas cualidades antes de entrar en el pacto de la Torá, ésta
penetrará como el agua dentro de sus entrañas, y el hombre que la
estudie se podrá dedicar a la Torá en el nivel más elevado.
  ¿De dónde aprendemos esto?  De la historia de Rabí Akivá.  Cuando
la hija de Kalbá Sabúa vió a un hombre recatado y modesto llamado
Akivá, le dijo a él: "Yo me casaré contigo si tú irás a estudiar Torá a
la Ieshivá".
  Él
acepto, y por cuanto que antes de ir a estudiar Torá él estaba colmado
de buenas cualidades, al final llegó a ser el gran Rabí Akivá.
  Y
es por eso que este capítulo comienza con una enseñanza de Rabí Meir,
su alumno, como veremos a continuación en la primer Baraitá.
(Basado en el comentario del jasid Rabí Iosef Iabetz, 1441 - 1507)  
Baraitá 1
"Rabí
Meir dice: Todo el que se dedica a la Torá por la Torá en sí, es
meritorio a muchas cosas y no sólo eso sino que se merece todo el mundo;
él es llamado amigo, amado, quien ama a D
's, quien ama a los creados, quien alegra a D's, quien alegra a los creados.  (La Torá) lo reviste de humildad y veneración, y le posibilita ser justo, piadoso, recto y fiel.  (La Torá) lo aleja del pecado y lo acerca a los méritos.  Y (las personas) se benefician de él mediante su consejo e ingenio, su inteligencia y su fortaleza, como está escrito: 'Yo (-dice la Torá-) tengo el consejo, el ingenio; Yo soy la inteligencia y la fortaleza' (Mishlé -Proverbios- 8:14).  (La Torá) le brinda el reinado, el gobierno y el entendimiento de la ley.  Los secretos de la Torá le son revelados y se convierte en un manantial que fluye y en un río que no deja de brotar y correr.  A quien es recatado, paciente y perdona a quien lo avergüenza, (la Torá) lo engrandece y lo eleva por sobre todas las cosas".
Generalmente
nosotros no prestamos atención a las cosas que hacemos y tampoco
tenemos conciencia del alcance que tienen nuestros pensamientos y
nuestras acciones.
Aquí,
Rabí Meír nos enseña que a pesar de que la persona pueda creer que al
estudiar Torá y dedicarse a ella, se está preocupando sólo por sí misma -
y en especial sólo por su intelecto - en realidad, esto es erróneo.
  La persona que estudia Torá no sólo estudia la palabra de D's sino que también se ocupa del mundo que lo rodea, aún más de lo que otros piensan que ella se ocupa.  Citaremos un ejemplo solamente:  
"Todo el que se dedica a la Torá… él es llamado… quien ama a los creados…".  Por
cuanto que él está apegado a su Creador y no le da extrema importancia a
las cosas de este mundo, no siente en su interior celos de las cosas
buenas que pertenecen a su prójimo.
  Por
consiguiente, él ama a su prójimo porque no tiene ningún motivo para
odiarlo, puesto que así es la naturaleza del ser humano: el hombre ama a
sus semejantes si no está influenciado por los celos, el deseo o la
búsqueda de honor.
(Basado en el comentario del jasid Rabí Iosef Iabetz, 1441 - 1507)
Baraitá 2
"Dijo Rabí Iehoshúa Ben Leví: Todos los día una voz sale del monte Jorev (Sinai)
y proclama diciendo: 'Ay de las personas que desacatan la Torá', pues
todo aquel que no se dedica a la Torá frecuentemente es llamado
'amonestado', como está escrito:
'un colgante de oro en la nariz de un cerdo es como una bella mujer sin gracia' (Mishlé -Proverbios- 11:22).  Y también está escrito: 'Y las tablas, obra de D's son; y la escritura, escritura de D's es, grabada (jarut)sobre las tablas' (Shemot -Éxodo- 32:16). No leas 'grabada' (jarut) sino 'libertad' (jerut), pues sólo es libre quien se dedica al estudio de la Torá.  Y todo aquel que se dedica a la Torá se eleva, como está escrito: 'Y desde Regalo hasta La Heredad de D's, y desde la heredad de D's hasta Las Alturas' (Bamidvar -Números- 21:19)".
Y también está escrito: 'Y las tablas, obra de D's son; y la escritura, escritura de D's es, grabada (jarut)sobre las tablas'.  Cuando la Torá relata cómo eran las tablas de piedra que contenían los Diez Mandamientos, está escrito que la escritura estaba jarut al halujot (grabada sobre las piedras), pero en el texto debería estar escrito que la escritura estaba "jarut balujot" (grabada en las piedras) y no jarut al halujot (grabada sobre las piedras).  Además,
realmente es innecesaria esta información, pues de momento que las
tablas eran de piedra, es evidente que la escritura estaría tallada
sobre ellas.
Es por eso que nuestra Mishná nos enseña que hay una doble intencionalidad por parte de la Torá.  Por
un lado se nos quiere enseñar que la escritura estaba tallada en las
piedras, y por otro lado, se nos quiere insinuar otro mensaje.
  Como es sabido, en el libro de la Torá no están escritas las vocales; sólo las consonantes aparecen en el texto.  Es por eso que las letras J.R.U.T. de la palabra jarut (grabada), pueden ser leídas también como: jerut (libertad).  
Dicen Nuestros Sabios que no hay persona más libre que quien se dedica al estudio de la Torá.  En
nuestra interpretación aprendemos que, en algún aspecto, las letras de
la Torá no estaban fijas en el texto sino que la escritura estaba libre
sobre las tablas, cosa que va más allá de lo natural.
Sin
embargo, esta interpretación aparenta contradecir la realidad, pues
alguien que se dedica el estudio y cumplimiento de la Torá, no solamente
tiene obligaciones con su familia y con la sociedad,
  sino
que también tiene que rezar tres veces por día, cumplir el shabat,
estudiar Torá todos los días para saber cómo comportarse de acuerdo con
ella, y muchas otras cosas más.
Pero
esto no es exactamente así, pues los Sabios nos enseñan que a la
persona que se escape del yugo de la Torá le serán impuestos otros
yugos, como por ejemplo el esfuerzo que tendrá que hacer para obtener el
sustento para su familia.
  ¿Y todo por qué?  Porque él despreció a la Torá y demostró que se siente mejor cuando se dedica a su trabajo.
El hombre fue traído a esta tierra para esforzarse.  Si
tiene el mérito, se esforzará en el estudio de la Torá, y si no lo
tiene, deberá esforzarse en cosas sin importancia, así como explica el
Talmud en el tratado de Sanhedrín (99b).
  Quien se dedique a la Torá ganará, pues todo el beneficio de su esfuerzo será para él.  En realidad no será un yugo para él pues todo lo que hará, lo hará para él.  Pero quien no se dedique a la Torá, deberá esforzarse inútilmente todos sus días para ganar dinero.  ¿Para qué?  Para que después de su muerte otros disfruten de él.
¿A quién se asemeja quien se dedica a la Torá?  A
un rey que obliga a su esclavo a contar monedas de oro todo el día, y
por ese trabajo le paga dándole las monedas de oro que contó.
  Pero si el esclavo no querrá contar las monedas el rey lo castigará.  En
definitiva, sabemos que todo lo que el esclavo trabajó fue solamente
para su beneficio, pues contó las monedas de oro que le pertenecían.
  Es por eso que no deberíamos llamarlo esclavo sino hombre libre.  
(Basado en Rabí Jaim de Voloshin, 1749 - 1821, en su comentario "Ruaj Jaim")
Baraitá 3
"Quien
aprende de su prójimo un capítulo o una leo un versículo o una palabra o
incluso una sola letra debe comportarse con él con respeto, pues así
encontramos respecto de David el rey de Israel, que a pesar de que
estudió de Ajitófel solamente dos cosas lo llamó su maestro, su señor,
su allegado, como está escrito:
'Y tú eres mi íntimo, mi señor y mi allegado' (Tehilim - Salmos - 55:14).
Y con más razón en otros casos: si David el rey de Israel, sólo
aprendió de Ajitófel dos cosas y a pesar de eso lo llama su maestro, su
señor y su allegado, quien aprende de su prójimo un capítulo o una ley o
un versículo o una palabra o incluso una sola letra, con mucha más
razón debe brindarle honor! No existe más honor que la Torá, como está
escrito:
'El honor es heredado por los sabios' (Mishlé - Proverbios - 3:35); y también está escrito: 'Bondad heredarán quienes tiene plenitud' (Mishlé 28:10); y no hay bondad excepto la Torá, como está escrito: 'Pues una buena enseñanza les he dado a ustedes; Mi Torá no abandonen' (Mishlé 4:2)".
Debemos
comprender por qué el autor de esta Baraitá no dijo que quien le enseña
a su prójimo algo debe ser honrado, sino que hizo depender el honor y
la honra del maestro del aprendizaje del alumno, diciendo que en caso de
que el alumno haya aprendido algo de ese maestro entonces él debe
honrarlo. Además, tampoco está claro por qué dijo:
"Quien aprende de su prójimo…" y no "Quien aprende de su maestro…".
La
respuesta a la primer pregunta es que hay veces en las que las personas
escuchan de alguien alguna clase sobre un tema determinado, pero
basados en el contenido de esa clase deducen alguna nueva y buena
enseñanza que ese maestro no tuvo la intención de decir, a pesar de que
podríamos pensar que el maestro también tuvo la intención de enseñar
eso. Es por eso que aquí el Taná (autor de la Baraitá) nos enseña que a
pesar de que en este hipotético caso descripto habría un alumno sin un
maestro respecto de este aprendizaje en cuestión, de todas formas por
cuanto que aprendimos algo de esa persona debemos respetarla.
Además,
el Taná nos enseña que no sólo debemos respetar a personas más sabias y
grandes que nosotros, sino también a personas simples e iguales a
nosotros y es por eso que escribió
"Quien aprende de su prójimo" y no "quien aprende de su maestro".
(Basado en el comentario "Midrash Jajamim" de Rabí Moshé Jaim Kleinman)
Baraitá 4
"Así
es el camino de la Torá: pan con sal comerás, agua en pequeña cantidad
beberás, sobre el piso dormirás, una vida de sufrimiento vivirás y a la
Torá te dedicarás, y si tú haces esto,
'feliz eres, y será el bien para ti' (Tehilim -Salmos- 128:2), 'feliz eres' - en este mundo, 'y será el bien para ti'
- en el mundo venidero. No busques grandeza para ti y no procures más
honor del que te corresponde por tu erudición. Y no desees la mesa de
los reyes, pues tu mesa y tu corona es más grande que la de ellos, y tu
Empleador es fiel para retribuirte el pago por tus acciones".
Aparentemente,
no es lógico lo que está escrito aquí. Si la persona seguirá el camino
de la Torá cumpliendo al pie de la letra todos los detalles mencionados a
continuación, ¿cómo puede ser que él sea feliz en este mundo?
La respuesta es que aquí la Baraitá
no le está hablando a las personas pudientes que disponen con facilidad
de todas las cosas aquí mencionadas, sino que se está dirigiendo a los
pobres y les dice que incluso si su situación económica no les permite
más, no deben abstenerse de estudiar la Torá ya que si ellos hacen esto,
finalmente la estudiarán con riqueza, como estudiamos dos capítulos
atrás:
"Rabí
Iojanán dice: Todo el que cumple la Torá con pobreza, al final la
cumplirá con riqueza, mas todo el que no la cumpla con riqueza, al final
la transgredirá con pobreza"
(4:11).
(Basado en el comentario de Rashí - Rabí Shelomó Itzjaki, 1040 - 1105)
Baraitá 5
"La
Torá es más grande que el sacerdocio y la realeza, pues la realeza se
adquiere mediante treinta requisitos y el sacerdocio mediante
veinticuatro, mas la Torá se adquiere mediante cuarenta y ocho cosas, y
ellas son: (1) mediante el estudio, (2) escuchando efectivamente, (3)
vocalizando lo que se estudia, (4) entendiendo mediante el corazón, (5)
sintiendo miedo, (6) sintiendo temor reverencial, (7) siendo humilde,
(8) estando alegre, (9) mediante la pureza, (10) mediante el trato con
los Sabios, (11) mediante un trabajo con los amigos, (12) estudiando con
los alumnos, (13) siendo tranquilo y asentado, (14) estudiando las
Escrituras y la Mishná, (15) minimizando el dormir, (16) limitando las
actividades comerciales, (17) limitando la conversación, (18)
disminuyendo la risa, (19) limitando los placeres, (20) limitando las
relaciones íntimas, (21) retardando nuestro enojo, (22) teniendo un buen
corazón, (23) creyendo en las palabras de los Sabios, (24) aceptando
los sufrimientos, (25) conociendo nuestro lugar, (26) siendo feliz con
lo que tenemos, (27) evitando ser arrogante, (28) limitándose en las
cosas que le son permitidas, (29) siendo amado, (30) amando a
D's,
(31) amando a las creaturas, (32) amando la reprimenda, (33) amando la
rectitud, (34) alejándose del honor, (35) no siendo arrogante en el
estudio, (36) no disfrutando al tomar decisiones legales, (37) siendo
solidario con los demás, (38) juzgando al prójimo para bien, (39)
encaminando al prójimo hacia la verdad, (40) encaminando al prójimo
hacia la paz, (41) asentando el estudio, (42) preguntando puntualmente y
respondiendo específicamente, (43) aprendiendo del maestro y
acrecentando el estudio personal, (44) estudiando para enseñar, (45)
estudiando para hacer, (46) haciendo a su maestro más sabio, (47)
ordenando los conceptos que ha estudiado, (48) citando las enseñanzas
recordando quién la ha enseñado. He aquí que has aprendido que quien
cita las enseñanzas que escuchó recordando el nombre de quien la ha
dicho trae la redención al mundo, como está escrito:
'Y dijo Ester al rey en nombre de Mordejai' (Ester 2:2)".
"La
Torá es más grande que el sacerdocio y la realeza, pues la realeza se
adquiere mediante treinta requisitos y el sacerdocio mediante
veinticuatro, mas la Torá se adquiere mediante cuarenta y ocho cosas"
. Debemos entender por qué al referirse a la Torá la Baraitá dijo que ella se adquiere mediante 48 cosas, pero respecto del sacerdocio y la realeza dijo que se adquieren mediante 30 ó 24 requisitos.
La
respuesta es que la Baraitá nos quiso enseñar dos aspectos de la
grandeza de la Torá - que encuentra por sobre el sacerdocio y la
realeza: por un lado, respecto de la
cantidad de requerimientos que se necesitan para adquirir cada una de ellas, y por otro lado, respecto de la calidad de los requerimientos que se necesitan para adquirir cada una de ellas.
La explicación de esto es que el sacerdocio y la realeza se adquieren mediante requisitos (maalot), mas la Torá se adquiere mediante cosas (devarim)
y la diferencia esencial entre estos dos conceptos es que los
requisitos son requerimientos o derechos que tienen relación con la
importancia y el poder solamente y son cosas externas a la persona, pues
ellas no se obtienen mediante el esfuerzo. Por ejemplo, sólo quien
posea oro y plata, esclavos y siervas, campos y viñedos, será digno de
considerarse parte de la realeza.
Pero
esto no es así con la Torá, pues las cuarenta y ocho cosas mediante las
cuales ella se adquiere no son externas a la persona sino que le
pertenecen totalmente a él, pues él se esforzó mucho en hacerlas para
incorporarlas a su alma, y por eso es que esas cosas no son llamadas
maalot,
pues los caminos para adquirir la Torá no tienen relación con la
importancia y el poder, sino todo lo contrario, solamente con la
humildad y el recato.
(Basado en el libro "Midrash Shemuel" de Rabí Shemuel de Uceda, 1538 - 1602)
Baraitá 6
"Grandiosa es la Torá, porque le da vida a aquellos que la cumplen, tanto en este mundo como en el Venidero, como está escrito: 'Pues vida son (las palabras de la Torá) para quienes las encuentran, y curación para toda su carne' (Mishlé -Proverbios- 4:22); y dice: '(La Torá) será medicina para tu cuerpo y curación para tus huesos' (Mishlé 3:8); y dice: 'Ella es un árbol de vida para los que se aferran a ely quienes la sustentan son felices' (Mishlé 3:18); y dice: 'Pues (las palabras de la Torá) son una bella guirnalda para tu cabeza y collares para tu cuello' (Mishlé 1:9); y dice: '(La Torá) será en tu cabeza una bella guirnalda; una corona de gloria te protegerá' (Mishlé 4:9); y dice: 'Prolongación de días a su derecha, y a su izquierda riqueza y honor' (Mishlé 3:16); y dice: '(Las palabras de la Torá) te otorgarán largos días y años de vida y paz' (Mishlé 3:2)".
La
Torá es una gran cosa. Cuando uno estudia Torá, recibe recompensa en el
Mundo Venidero, lo cual representa su capital. El interés que recibe de
ese capital lo mantiene con vida en este mundo, como está escrito:
"[Las palabras de la Torá] son vida para el que las encuentra y curación para todo su cuerpo" (Proverbios 4:22).
La Torá también te dará vida en el Mundo Venidero, como está escrito, "Es un árbol de vida para aquellos que se aferran a ella y todo aquel que la sostiene es afortunado"
(Proverbios 3:18). La Torá será como un árbol de vida en el Mundo
Venidero para aquellos que hacen el esfuerzo de estudiarla y entenderla,
así como para aquellos que hacen el esfuerzo de ayudar materialmente a
los que la estudian, sosteniéndolos.
Tal
vez la persona se cuestione diciendo: "Si estudio Torá tendré vida en
ambos mundos pero no obtendré riquezas y honor". A esto el sabio nos
responde que la Torá será para ti una grata compañía y una corona de
gloria te protegerá. Además de darte vida y riquezas, la Torá te dará
una corona de honor. Serás honrado y respetado entre las personas. Sin
embargo, debes saber que todos estos beneficios sólo vendrán si estudias
Torá sin intereses de por medio.
El
sabio concluye diciendo que cuando una persona estudia Torá para
cumplir con la Voluntad del Creador no sólo obtendrá vida, riqueza y
respeto, sino también paz y tranquilidad, como está escrito:
"pues largos días, y años de vida y paz te incrementarán [las palabras de la Torá]" (Proverbios 3:2).
(Basado en el comentario "Meam Loez" de Rabí Itzjak Magriso, s. XVIII)
Baraitá 7
"Rabí
Shimón Ben Iehudá dijo en nombre de Rabí Shimón Bar Iojái: La belleza,
la fuerza, la riqueza, el honor, la sabiduría, la ancianidad y la vejez,
y los hijos - son buenos para los justos y buenos para el mundo; como
está escrito:
'Una corona de gloria es la ancianidad; será encontrada en el camino de los justos' (Mishlé -Proverbios- 16:31); y dice: 'La corona de los ancianos son los nietos, y la gloria de los hijos son sus padres' (Mishlé 17:6); y dice: 'La gloria de los jóvenes es su fuerza y el esplendor de los ancianos es su vejez' (Mishlé 20:19); y dice: 'La luna se confundirá y el sol de avergonzará pues D's reinará en el monte de Tzión y en Ierushalaim, y delante de sus ancianos habrá honor' .


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