viernes, 24 de junio de 2016

Estudiando algunos midrashim - Tu Guía de Judaísmo

Estudiando algunos midrashim - Tu Guía de Judaísmo
























































Estudiando
1.Bereshit
El Libro De Bereshit (Génesis)

+100%-

Estudiando algunos midrashim



Extraido de El Midrash Dice. Edit. Bnei Sholem





Torá, el Anteproyecto del Mundo


La
Torá fue el primero de estos siete conceptos
fundamentales. Precedió la creación del mundo en dos
mil años. ¿Por qué fue esto necesario?


La Torá dice -Yo he servido como el instrumento
arquitectónico en la construcción del mundo.-



Si
un constructor erige una casa sin consultar un
arquitecto, ¿cómo será el producto final? La casa
podría carecer de las puertas, ventanas o escaleras
necesarias. Podría cometer un error en la viga básica
de sostén de manera que toda la casa se derrumbaría
poco tiempo después de su terminación. Por lo tanto,
cada construcción debe estar precedida por un
proyecto. El primer paso en la construcción es el
plano completo dibujado por el arquitecto, incluyendo
cada una de las divisiones, entradas y salidas. Luego el constructor
siguiendo el proyecto de la construcción, lo convierte
en realidad.



¿Siguiendo qué diagrama fue construido el mundo?

La Torá dice -Yo fuí el plan maestro de Hashem
en la construcción del mundo. Hashem me tuvo frente a
El durante los seis días de la Creación. Miró
el pasuk (1:1)”En el principio D- s creó el cielo y la
tierra” y, así creó el cielo y la tierra. Miró
las palabras (1:3) “y D-s dijó -“Hágase la luz” y
cumplió con las palabras mediante la creación de la
luz, etc. De esta forma siguiendo las palabras de la Torá
paso a paso a lo largo de la creación, formó el
universo conforme al plan estipulado por la Torá.



* * * *
Realidad del Creador
El emperador Adriano preguntó a R. Iehoshua -¿El mundo tiene un amo?-

-Por supuesto – contestó R. Iehoshua. – ¿Acaso pensó
Ud. que el mundo podría existir sin un dueño?

– Entonces, ¿Quién es su amo?
– Hashem es el Creador del cielo y la tierra.

Pero Adriano insistía – Si ésto fuera verdad –
decía – ¿por qué no Se revela varias veces al
año a su pueblo para que Le teman?


– Eso sería imposible – contestó R. Iehoshua –
porque dice (Shemot 33:20) – “Ningún hombre puede verme
y vivir.”


-No creo eso – dijo enojado Adriano – Nadie puede ser
tan grandioso como para que fuese imposible siquiera
mirarlo.

R. Iehoshua se fué.

Más tarde, al mediodía, volvió y le pidió
al Emperador que saliera. – Estoy listo para mostrarte a Hashem
– anunció.

Curioso, Adriano lo siguió al jardín del palacio.
-Mira directamente al sol. Allí descubrirás a Hashem – dijo R. Iehoshua.

-¿Qué? – exclamó Adriano enfurecido. – ¿Sabes
lo que estás diciendo? Todo el mundo sabe que es imposible
mirar directamente al sol al mediodía.


R. Iehoshua sonrió – Fíjate en tu propia afirmación.
Tú admites que nadie puede fijar la mirada en el sol
en plenitud cuando está en su cenit. Sin embargo, el
sol es uno de los sirvientes de Hashem, y su gloria,
es sólamente una millonésima fracción del esplendor
de Hashem. ¿Cómo piensas que la gente podría mirarlo a
El? Sin embargo, El prometió que llegaría el día
cuando solamente El será exaltado y Su grandeza aceptada
por todos.

Un apikoros le preguntó una vez a R. Akiva- ¿Quién creó al mundo?
-Hashem- contestó R. Akiva.
-Pruébalo- exigió el apikoros.
R. Akiva contestó únicamente – Vuelve mañana.
Cuando el hombre volvió al día siguiente, R. Akiva le preguntó – ¿Qué llevas puesto?
-Una túnica.
-¿Quién la hizo?
-El tejedor.
-No te creo. Pruébalo- exigió R. Akiva.

-Esto es ridículo. ¿Acaso no te das cuenta por la
tela y el diseño que un tejedor la hizo? – dijo el
hombre.

-¿Y tú no te das cuenta que Hashem creó el mundo?

Después que se fué el apikoros, R. Akiva explicó
a sus alumnos – Así como una casa fue obviamente
construida por un constructor y una prenda obviamente
cosida por un sastre, así el mundo (que sigue un
órden natural) fué obviamente creado por el Creador.



* * * *
El
primer día de la creación: La creación
del Cielo, la Tierra y su contenido, y la creación de
una Luz Especial



Una
noble romana preguntó a R. Iose ben Jalafta – ¿En
cuántos días creó Hashem al mundo? (Su pregunta hacía
referencia a la aparente contradicción en la Torá
que figura en el primer pasuk donde dice que el cielo y
la tierra fueron creados en el primer día, mientras
más tarde describe la creación durante el transcurso
de seis días).

– Creó todo el primer día – respondió R. Iose.
Cuando se sorprendió por esta afirmación, R. Iose le preguntó:
– ¿Alguna vez preparó una comida para un invitado?
– Por supuesto – respondió.
– ¿La sirvió toda junta? le preguntó.
– No, la cociné todo en la cocina y luego serví, un plato después del otro – explicó ella.
– Así es como Hashem creó el mundo – le respondió R. Iose.



El
primer día Hashem creó la materia prima a partir
de la cual construiría todo en el mundo. Por lo tanto,
desde el primer día, el sol, la luna, el zodíaco,
los árboles, el pasto, el Gan Eden y el Guehinam, todos
existieron como una materia pura sin forma. Los días
posteriores de la Creación, Hashem formó y moldeó
la materia que compondría cada entidad hasta conformar
el objeto tal como lo conocemos.



* * * *
Como fue creado Adam Erev Shabat y colocado en el Gan Eden


El
último de los Seis Dias de la Creación fue el
Primero de Tishri. Hashem estaba a punto de formar el
cuerpo de Adam.

– Acumuló tierra de todas partes del mundo para formar sus brazos y piernas.



– Recogió tierra de la tierra de Babel para el tronco.


– Trajo tierra desde Eretz Israel,
la más sagrada de las tierras, para crear la cabeza
de Adam que es la parte esencial del cuerpo humano.

Hashem colocó la tierra que había recogido en Har Hamoria, donde el mizbeaj sería
emplazado en el futuro, y la mezcló con las aguas de
todos los océanos del mundo. Con la arcilla obtenido
modeló la figura del ser humano.


Cuando la figura de Adam aún yacía inmóvil
sobre el suelo, Hashem desplegó delante de sus ojos la
visión de su futura descendencia. Adam visualizó
a Noaj y a todos los tzadikim del futuro, visualizó a
Abraham y luego a los guerim, a Itzjak y a todos aquellos que
ofrecerían sacrificios, a Iaakov y a todos los futuros
talmidei jajamim, a Moshe y a toda la gente humilde, a Aharon y a todos los kohanim, a David y a todos los futuros reyes.

– “¿Has visto?” – dijo Hashem. – “Todos estos
tzadikim serán tu descedencia.” Adam estaba
satisfecho.



Hashem
le mostró a Adam esta visión para inculcarle una
toma de conciencia de que si pecaba, no solo se
perjudicaría a sí mismo, sino a todos sus futuros
descendientes también. En efecto, cuando Adam pecó
más tarde, cambió el destino de la posteridad.


¿Por qué Hashem le presentó esta visión
a Adam antes de traerlo a la vida? La respuesta es que, antes
de darle vida, Adam podía visualizar mucho más
de lo que lo haría después de tomar posesión
de un cuerpo terrenal.



Antes
de darle vida a Adam, Hashem preguntó – “¿Puedo
darle vida desde su boca? No puedo hacer eso, porque
la emplea para difamar. Podría soplar su alma en su
cuerpo a través de sus ojos. No, porque parpadea con
ellos con fines nocivos. Tampoco sus oidos son buenos
conductores porque le permiten escuchar blasfemias.
Buscaré una apertura más adecuada – sus fosas
nasales. Así como las fosas nasales expulsan el aire
contaminado, así los tzadikim se despojan del pecado
maloliente y se aferran al dulce aroma de la Torá”.


Cuando se trata el tema de la Creación de Adam, la
Torá escribe la palabra “y El creó” “con una doble
Iud (Bereshit2:7), en contraste con la creación de
los animales donde solo se escribe con una sola Iud.
La Torá así indica que la creación de Adam no fue
meramente física, sino que Hashem lo creó con un
doble propósito.



– Aunque su cuerpo fue producto del polvo, poseía un alma eterna.


– Fue creado con la capacidad para vivir en dos mundos, en este mundo y en el olam haba.



A Adam se le confirieron inclinaciones
diametralmente opuestas, una lo induce a hacer el
bien y a ser noble y la otra hacia el mal.




Aún la creación física de Adam fue doble,
hombre y mujer en un solo cuerpo. Por delante era un hombre,
pero unido a él por detrás había una mujer.



Adam
fue una obra de Hashem y por lo tanto físicamente
perfecta. Llegó al mundo con la circuncisión ya
hecha. Antes de pecar era tan alto que llegaba al
Cielo y llenaba el mundo. Irradiaba tanta belleza que
aún después de su muerte la parte inferior de su
cuerpo oscureció al sol. Su cara brillaba, su
fortaleza era inmensa.


Tan pronto como fue creado, los ángeles, sobrecogidos
por su grandeza y santidad se aposternaron ante él y
quisieron cantarle sus alabanzas. Fue solo cuando
Hashem lo hizo dormir que se dieron cuenta de su
error. Era solo humano.

Hashem lo colocaría en el lugar más preciado de la tierra, el Gan Eden, pero Adam se rehusaba a entrar.



Adam era conciente que quien viviera en el Gan Eden
debía servir a Hashem en nivel superior. Temía no
poder cumplir con el alto nivel de exigencia
necesaria.



Llevó tiempo convencer a Adam para que fuera colocado en el Gan Eden.


* * * *
La Creación de Java
Adam
había sido puesto en el mundo, pero la creación de
la humanidad no estaba totalmente terminada. Hashem dijo
– “No es bueno que el hombre esté solo, haré para
él una ayuda, frente a él”.(2:18)


¿Por qué describe la Torá a la mujer como una
ayuda “frente a él”? Este término significa que
si él lo merece, ella será una ayuda, pero si
no, será su oponente.



Una
mujer colaboradora es aquella que alienta a su
marido para que estudie Torá todo lo que pueda.



R.
Janania bar Jajinai decidió dejar a su esposa y
familia para estudiar Torá en una Ieshiva lejana.
Antes de partir, participó de los sheva brajot de R.
Shimon bar Iojai. – “Espera hasta que concluyan los
sheva brajot y luego yo te acompañaré” – le suplicó
el novio, R. Shimon bar Iojai. – “No puedo esperar” –
contestó R. Janania. Se fue y se ausentó de su hogar
por doce años enteros. Cuando regresó, no reconoció
las calles de su pueblo porque los viejos barrios
habían sido demolidos y se habían construido nuevas
casas, de manera que no encontró el camino a su
propia casa. Sentado al borde del río, notó la
presencia de dos niñas que se le acercaban. Una de
ellas le dijo a su amiga – “llena tu balde, hija de
Jajinai”. Cuando escuchó el nombre de su hija, se
levantó y la siguió y así llegó a su casa. Cuando
entró su mujer estaba sentada junto a la mesa
cerniendo harina. Cuando elevó su vista y vio a su
marido se desmayó de la emoción y su alma partió.
“Amo del Universo” – rezó R. Janania – “¿es ésta su
recompensa por haberme esperado todos estos años?”

Hashem hizo un milagro, y ella volvió a la vida.



R.
Jama bar Bisa también dejó su pueblo para estudiar
Torá durante doce años. Cuando regresó,
dijo – “No entraré a mi casa de golpe como hizó
R. Janania bar Jajinai, primero advertiré a mi familia
de mi llegada”. Cuando llegó se sentó en el Beit
Hamidrash en lugar de dirigirse hacia su hogar. Su hijo Ushia
entró, pero R. Jama no lo reconoció. Se sentó
frente a R. Jama y comenzaron a debatir temas de Torá.
R. Jama estaba impresionado por el nivel de conocimientos del
joven y al mismo tiempo se lamentaba. “Si yo hubiera
permanecido en mi hogar – pensó – hubiera instruido a
mi hijo para que fuera un talmid jajam como éste.”


Envió un mensaje a su esposa que había llegado
y fue a su casa. Poco después, el mismo joven que había
estado frente a él en el Beit Hamidrash entró.


– “Debe haber venido a preguntarme algo más” – pensó
R. Jama y se levantó en señal de respeto por los
conocimientos de Torá del jóven.

– “¿Desde cuando un padre se levanta por su hijo?” – preguntó su esposa.

Abrumado cuando se dió cuenta que se trataba de su
hijo, R. Jama le dijo el pasuk (Kohelet 4:12) – “Una
cuerda triple no es fácil de romper”. Dijo – “Mi
padre R. Bisa fue un talmid jajam, yo soy un talmid
jajam y mi hijo Ushia es la tercera generación de
talmidei jajamim”. El dedujo que después de tres
generaciones detalmidei jajamim, el estudio de la
Torá permanecería en la familia por las siguientes
generaciones.



Por
otra parte, la esposa de R. Iose Haglili se le
opuso, tal como lo ilustra esta historia:

R.
Iose Haglili se casó con su sobrina. (Como era de la
familia, no se informó lo suficiente respecto de su
carácter.)


Ella solía humillarlo delante de sus alumnos. Entonces
le aconsejaron a R. Iose – “Divórciate. No es adecuado
para ti tener una esposa así”.


– ” ¿Cómo lo haré?” – contestó. – “Su contrato
matrimonial fija una enorme suma de dinero si se divorcia.
No puedo pagar dicha suma”.


Una vez R. Iose estaba estudiando con R.Elazar ben
Azaria. Cuando terminaron, R. Iose le dijo a R.
Elazar – “Rabi, por favor venga a mi casa a comer”.
(Como ambos eran lideres de su generación en el
estudio de la Torá, se hacían honores dirigiendose
uno al otro como “Rabi”).


Cuando ingresaron a la casa, la esposa de R. Iose
desvió la mirada enojada y se fue. R. Iose vio una
cacerola sobre la mesada, así que corrió tras ella y
le preguntó – “Por favor, dime solamente, ¿has dejado
algo de comida en esa cacerola?”

– “Sí” – contestó – “contiene pollo”.
R. Iose debió servir la comida él mismo. No encontró pollo en la cacerola, sino un postre.

– “Rabi” – comentó R. Elazar – “¿Qué pasó?
¿Acaso su esposa no dijo que había pollo?” R. Iose, avergonzado
que su esposa haya mentido, bromeó – “Quizás
milagrosamente se convirtió en postre”.


R. Elazar estuvo silencioso durante la comida. Cuando
terminaron dijo – “Deja que se vaya esa mujer. La
forma en que actúa no condice con tu honor”.


– “No poseo la suma de dinero que se le prometió en
el contrato de matrimonio” – contestó R. Iose. Cuando
R. Elazar, quien era rico, escuchó ésto, le brindó
a R. Iose la suma necesaria. R. Iose luego se casó con
una esposa mejor que la primera.


Su ex- esposa también volvió a casarse pero su
nuevo matrimonio fue desgraciado por sus pecados. Su nuevo
marido era el sereno de la ciudad quien, muy pronto
quedó ciego. Ella lo guiaba de la mano y salían a
mendigar por las calles de la ciudad. Cuando se
acercaban a la zona donde vivía R. Iose, la esposa se
volvía. Su esposo, que conocía las calles le
preguntó – “¿Por qué no me conduces a la casa de R.
Iose? Escuché que dá caridad con mano abierta”.

– “Yo fuí su esposa y no puedo enfrentarlo” – contestó.

Un día, cuando se acercaban a la sección de R.
Iose, el marido discutió con su mujer por que no la guiaba
a su casa. Ella le contestó y surgió una disputa.


Permanecieron discutiendo de esa forma en la calle.
R. Iose los escuchó y salió a preguntar – ¿Qué
ocurre?”


– “Esta esposa mia me priva del potencial ingreso diario
en la calle” – se quejó el hombre ciego. R. Iose
reconoció a su ex-esposa quien vivía en la pobreza y
humillación. Le entregó a la pareja una de sus casas
para que vivan en ella y se hizo cargo de su
manutención por el resto de sus vidas. Así cumplió
con la mitzva de: “No te ocultarás de tu propia
carne” (Ieshaiahu 58:7).



Antes
que Hashem creara a Java, congregó a todos los
animales frente a Adam para que se diera cuenta que
ninguno era adecuado para ser su pareja.


Hashem pidió a Adam que pusiera un nombre a cada
animal para demostrar su inteligencia a los ángeles.
Antes de la creación del hombre, los ángeles le
preguntaron a Hashem – “¿Qué tipo de criatura será?”
Hashem repondió – “Su inteligencia superará la
vuestra”. Para probar ésto, Hashem llevó a todos los
animales ante los ángeles, para que nombraran a cada
uno. Sin embargo, los ángeles no pudieron hacerlo.
Luego Hashem trajó los animales ante Adam y le pidió
que buscara un nombre adecuado para cada uno. Los
ángeles presenciaron y fueron testigos cuando Adam
los nombró a todos correctamente, primero en
lashon hakodesh (hebreo) y luego en los otros setenta idiomas que conocía intuitivamente.
-“Este se llamará jamor (asno). Este es un sus (caballo). Este es un gamal (camello)”.

Cada nombre seleccionado por Adam reflejaba las
características particulares de ese animal y por lo
tanto quedó para siempre.

Hashem luego le preguntó a Adam – “¿Cuál va a ser tu nombre?”
El contestó – “Me deberían llamar Adam / habitante de la tierra, pues fuí creado de la adama / tierra.
-“¿Y cuál es Mi Nombre?”- preguntó Hashem.
-“A- d- o- n- a- i/Amo”- contestó Adam -porque Tú eres el Amo sobre todas Tus criaturas”.
Cuando Hashem trajo los animales ante Adam, éste notó que todas eran parejas.
– “Todas tienen una pareja excepto yo” – se quejó Adam.
Al escuchar Hashem que él también buscaba una pareja, lo durmió y le proporcionó a Java.

¿Por qué Hashem esperó a que Adam le solicitara
una esposa, en lugar de crear a Java al mismo tiempo que a
Adam? El sabía que Adam eventualmente se quejaría de
Java, a pesar de haberla solicitado. ¡Cuánto más
se hubiera quejado si hubiese sido creada sin que él
la solicitara!


Mientras Adam dormía, Hashem separó el cuerpo
femenino que estaba unido a su espalda y reemplazó la
parte faltante con carne.

Luego Hashem la dotó de vida como un ser independiente.



¿Por
qué Hashem creó originariamente a Adam como un
solo ser con su esposa? Al crear originariamente al hombre
y a la mujer como una sola entidad, Hashem invistió
la naturaleza del hombre con capacidad para cumplir
con el precepto de la Torá (2:24), – “Y será apegado a
su esposa” – es decir, sólamente a su esposa y no a
otra mujer.



– “¡Vuestro D-s es un ladrón!” – el Emperador acusó a R. Gamliel. – “Durmió a Adam y luego le robó una parte de su cuerpo”.
La
hija de R. Gamliel estaba presente durante la disputa.-
“Dejame reponder” – dijo. Volviéndose hacia el Emperador
ella relató – “Ayer hubo un robo en la casa de mi padre.
Los ladrones se llevaron todas nuestras copas de plata y en
lugar de ellas nos dejaron unas de oro. ¡Exijo que se
haga justicia ante la Corte!”


– “¿Por qué?” – preguntó el Emperador. – “Yo deseo
que semejantes ladrones entren en mi palacio todos los
días.”


-“Preste atención a vuestras palabras” – dijo la hija
de R. Gamliel – “¿Acaso no es éste caso similar al de
Adam, a quien se le quitó una parte de su cuerpo y a
cambio recibió una esposa?”


-“Si Hashem no fuera un ladrón”- insistió el
Emperador- “hubiera separado el costado de Adam en su
presencia y sin adormecerlo”


-“Traédme un pedazo de carne” – ordenó la hija
de R. Gamliel. Ella lo recibió y lo sostuvo sobre el
fuego para dorarlo mientras el Emperador observaba. –
“Ahora esta lista para que se la coma” – le dijo
después de un rato al Emperador. – “Cómalo.”


-“No puedo comer esta carne”- contestó el Emperador
asqueado. -“La ví cruda y llena de sangre.”


-“Aquí está su respuesta”- dijo la hija de R.
Gamliel. -“Si Adam hubiera visto como Java fue creada, la
hubiera despreciado.”



Hashem,
con Su gran sabiduría, formó el cuerpo de Java
diferente del de Adam y la dotó de la maravillosa
capacidad de traer hijos al mundo.



* * * *
La Tentación de Probar del Arbol del Conocimiento y el Pecado
Todas las narraciones de la Torá fueron relatadas para que las estudiemos, y aprendamos de ellas.

¿Por qué nos relata la Torá acerca del pecado
de Adam? El propósito de la narración es que tomemos
conciencia de los peligros espirituales que debemos evitar y
que mejoremos nuestra forma de vida.


Los ángeles en el Cielo exclamaron – “Ideemos un plan
para que Adam peque ante su Creador”.


Samael era el gran maestro entre los ángeles. Bajó
a la tierra para encontrar la criatura adecuada con el
objeto de tentar a Adam y Java para que los hiciera
transgredir el precepto de Hashem. No encontró a
ninguno más astuto que a la serpiente.
Originariamente, Hashem propuso que la serpiente
fuera superior al resto de los animales y fuera como
un sirviente para la humanidad. Con éste propósito,
la dotó de dos características: la habilidad de
hablar y de caminar erguido.


Samael eligió a la serpiente para éste propósito.
Descendió a la tierra y montó sobre la espalda
de la serpiente como si fuera sobre un camello e impregnó
a la serpiente de su espíritu. A partir de ese momento
todo lo que dijera la serpiente estaba inspirado en
Samael.


Antes de pecar, los malos impulsos no integraban la personalidad
de Adam y Java; su personalidad era pura y buena. En ese
momento la serpiente/Samael se les acercó con la
propuesta de probar del Arbol del Conocimiento – para
inculcarles el conocimiento del mal.


La serpiente razonó -“Cualquier intento de seducir a
Adam seguramente fallará. Me acercaré primero
a la mujer porque ella escucha y es más fácil
de persuadir”.


La serpiente esperó el momento en que Adam estuviera
dormido y entabló una conversación con Java preguntandole
– “¿Hashem te ordenó no comer de ningún árbol
frutal del jardín? Si no puedes comer de ellos, ¿para
qué fueron creados?”


– “Podemos comer el fruto de todos los árboles” –
contestó la mujer – “excepto del árbol en medio del
jardín. No sólo no debemos comer sus frutos, tampoco
siquiera podemos tocarlo, pues si lo hacemos,
moriremos”.


La verdad era que Hashem no había prohibido tocarlo sino
que Adam se había impuesto esta prohibición como
una seguridad adicional por la cual evitarían cualquier
contacto cercano con aquel árbol. Adam estaba tan satisfecho
con esta idea que olvidó mencionarle a Java que era
solamente una precaución auto- impuesta a fin de
salvaguardar la ley de Hashem.



El
Ieitzer hara encontró la oportunidad que estaba
buscando en el leve rasgo egoísta desplegado por
Adam.



La
serpiente astutamente exclamó -“¿Conoces la
verdadera razón por la cual Hashem te prohibió probar
de ese árbol? Todo artesano detesta a sus
competidores. Hashem Mismo comió de el mismo y creó
el universo. Ahora esta tratando de advertirles que
se aparten de él para que no se asemejen a El y creen
otros mundos también”.


La serpiente actuó. Empujó a Java hacia el árbol.
-“Ves”- le dijo – “no has muerto al tocar el árbol.
Tampoco morirás cuando comas su fruto. La razón por
la cual El te prohibió comer de sus frutos era para
que no obtengas el conocimiento del bien y del mal
que El posee”.


El árbol yacía frente a Java, tentador por su
belleza y ofreciendo la promesa de descubrir el mundo nuevo
y desconocido del conocimiento.


Java fue persuadida por el razonamiento de la
serpiente. Sucumbió ante la tremenda tentación. Tomó
de su fruto y comió.


Es interesante notar que la Tora no especifica el
nombre del Arbol Prohibido. ¿Por qué Hashem no revela
su identidad? Su deseo era eximir a la especie del
árbol de ser acusada de traer la muerte al mundo.

Sin embargo, algunos jajamim opinaron respecto de cuál árbol frutal realmente fue:

1. Era la vid. (Ninguna otra fruta causa tanta
miseria y angustias como el vino; por lo tanto, debió
haber sido este fruto el que trajo la muerte a la
humanidad).


2. Fue el trigo, que en aquellos tiempos crecía en árboles.
(El trigo representa el conocimiento porque, por ejemplo,
un niño únicamente desarrolla la capacidad de llamar
a su padre y a su madre por sus nombres a la edad en
que comienza a comer productos hechos con harina. Por
lo tanto, el “Arbol del Conocimiento” debía ser el
trigo).


3. Fue la higuera (pues Adam y Java se ataviaron con hojas de
higuera. Corrigieron su error con las hojas del árbol
con el que habían pecado.)


4. Fue un árbol de etrog. (Esta perspectiva se basa
en el pasuk (3:6) “Y vió la mujer que era agradable
el árbol para comer”. Aparentemente, no sólo la fruta
sino la madera del árbol también tenía un rico
sabor. Esto ocurre únicamente en el árbol del
etrog).


Tan pronto como Java comió del fruto, tuvo una visión
del Angel de la Muerte que se le acercaba. Ella exclamó
– “Parece que estoy condenada a morir y Hashem creará
una nueva esposa para Adam. Déjame ofrecerle un poco
del fruto también. Si morimos, moriremos ambos. Si
vivimos, viviremos ambos. Ella le ofreció a Adam del
fruto y él comió.


¿Cómo es posible que Adam haya aceptado el fruto del
Arbol del Conocimiento que Hashem había prohibido?

El Midrash nos da tres respuestas:





1. No era consciente de la identificación del fruto,
pues Java se lo ofreció en forma de jugo que había
exprimido del mismo. (Esto en concordancia con la
versión de que era una vid. Java le ofreció a Adam
jugo de uva).



Entonces,
parece extraño que Adam fuera consecuentemente
castigado. ¿Por qué era culpable de haber comido el
fruto prohibido? La respuesta es que era obligación
de Adam determinar el orígen de cualquier fruto que
ingiriera. Para él, era sólamente “kasher” si no
derivaba del
etz hada-at. Era culpable de consumirlo sin cerciorarse si pertenecía a una especie permitida.



2. Java prevaleció con su argumento. Le dijo a Adam – “Por haber comido del etz hada-at,
Yo moriré. Si piensas que se te otorgará una nueva
Java, estás equivocado. Después de los Seis Días de
la Creación, nada nuevo será jamás creado bajo el
sol. Si, por otra parte, tú crees que después de mi
muerte quedarás soltero, también estás equivocado
porque el mundo fue creado para ser poblado. Es mejor
que ambos nos quedemos juntos y compartamos un
destino en común”. Adam la escuchó y más tarde tuvo
que compartir la responsabilidad.



3. Java gritó hasta que Adam finalmente le hizo caso.

Java alimentó a todas las bestias y aves con el fruto
prohibido por lo cual también se convirtieron en
mortales.


Después de pecar, Adam y Java tomaron conciencia de una
transformación en su carácter. El ietzer hara
penetró en sus corazones, el deseo por el mal formó
parte de su personalidad. Se dieron cuenta que habían
despojado al mundo de una enorme cantidad de bondad para las
generaciones futuras. De repente se sintieron despojados y
desnudos, tanto espiritual como físicamente –
espiritualmente porque se habían apartado de una
mitzva
decisiva que debió ser su misión en la vida, y
físicamente porque la capa de escamas que cubría su
cuerpo cayó y las Nubes de Gloria que los cobijaban,
partieron, dejando sus cuerpos expuestos.



La
lección que se desprende de la narración del error
cometido por Adam concierne a todas las generaciones.
Cada persona se siente atraída por la tentación de lo
desconocido. Enfrentados ante la atracción de un
nuevo libro, una novedosa información o una impresión
sensorial desconocida, tendemos a razonar que
ampliará nuestros horizontes y enriquecerá nuestras
personalidades, por lo tanto, debe ser buena. El
hecho que el libro introduce elementos extraños a la
Torá, la información nueva contiene
apikorsut,
el show misterioso obscenidades es apartado en la
creencia que rechazaremos firmemente su influencia
corruptiva.

Ese es el error cometido por Adam y reiterado a nuestro nivel.

Los efectos secundarios del fruto del conocimiento
del bien y del mal fueron la partida de la
shejina y la expulsión del Gan Eden.








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