El Verdadero relato de la Creación del Mundo
La mayoría de las personas imaginan en formas diferentes la
Creación del mundo. Lo que debemos asumir sin temor es que cada vez que
intentemos hablar sobre cómo empezó el Universo vamos a terminar
saliendo del reino espacial y temporal que habitamos y conocemos para
entrar en otro reino totalmente distinto y desconocido: el de la poesía,
el relato imaginario o el mito. Ni la mente humana ni el lenguaje como
herramienta descriptiva pueden reducir en términos literales cómo fue
que empezó todo.
En lo personal me sorprenden los presupuestos que algunos judíos y
no-judíos también tienen sobre cómo aconteció la Creación. Así estuvimos
analizando en las últimas publicaciones algunos conceptos que asombran a
quienes conocen un solo relato de este episodio:
usando nuestra imaginación, llegaremos siempre a un callejón sin
salida. Detrás de la pared que encierra ese callejón solo hay una cosa: misterio.
Pero si bien más allá de esa pared nuestras mentes racionales o lógicas
no pueden avanzar nuestro lenguaje e imaginación pueden hacerlo
partiendo hacia el reino de lo mítico, lo imaginario y lo poético. Al
leer la Creación bíblica o la descripción detallada del big bang
estamos funcionando en forma imaginativa o metafórica pero no literal ni
científica.
Todos los relatos imaginarios, míticos y poéticos sobre la Creación
son verdaderos. Justamente la poesía y el mito son verdaderos porque su
relato no es históricamente certero o real sino imaginario. Entendidos
tal cual son (simples relatos imaginarios, poéticos o metafóricos) no
intentan demostrar un hecho real sino ofrecer “sentido”.
Y en ese sentido nadie puede negar que son verdad. Así cada relato
religioso o científico captura una parte de la Creación. De ambos
relatos aprendemos que nuestro mundo mantiene un frágil balance natural e
histórico. Aprendemos que nuestro mundo y nuestra vida parece ser un
patrón ordenado que por momentos experimentamos también en forma
tremendamente desordenada. Por encima de todo esto es innegable que los
humanos somos algo especial en este entramado: aparentemente somos las
únicas criaturas que escriben sobre el origen del mundo.
Pero hay una diferencia muy importante en el tipo de preguntas y
respuestas que buscamos a través del relato científico y el relato
religioso. Las respuestas bíblicas no están preocupadas por ofrecernos
un listado bien detallado sobre cómo ocurrió todo sino de proveernos sentido a la inexplicable e inconcebible sorpresa de vivir.
La religión es un intento muy humilde por parte del ser humano para
recuperar el asombro por aquello que resulta misterioso y brindarle a
ese misterio una suerte de reconocimiento y en el mejor de los casos
agradecimiento.
Para nuestros antepasados judíos Dios nunca fue la conclusión del
argumento sino el punto de partida. Para ellos y ellas había un Dios (o
una Diosa)
en el mundo y ese mundo era Su Obra Maestra. Nuestros antepasados no
intentaban comprender a Dios desde su propia experiencia humana (lo cual
era el objetivo del racionalismo medieval) sino comprender la propia
experiencia humana a través de Dios.
Finalmente podríamos concluir aceptando que el conflicto entre creacionismo y evolucionismo no discute conclusiones sino suposiciones. Y como ya mencionamos, todas las suposiciones son igualmente poéticas, imaginarias y mitológicas. Todas las suposiciones en tanto son Verdad.
Tal vez Dios creó el mundo utilizando átomos, partículas elementales o
recurriendo a la física cuántica. Sin embargo todas estas cosas también
son una construcción de la imaginación humana.
Creación del mundo. Lo que debemos asumir sin temor es que cada vez que
intentemos hablar sobre cómo empezó el Universo vamos a terminar
saliendo del reino espacial y temporal que habitamos y conocemos para
entrar en otro reino totalmente distinto y desconocido: el de la poesía,
el relato imaginario o el mito. Ni la mente humana ni el lenguaje como
herramienta descriptiva pueden reducir en términos literales cómo fue
que empezó todo.
En lo personal me sorprenden los presupuestos que algunos judíos y
no-judíos también tienen sobre cómo aconteció la Creación. Así estuvimos
analizando en las últimas publicaciones algunos conceptos que asombran a
quienes conocen un solo relato de este episodio:
- Dios no crea “de la nada” sino que ordena material preexistente.
- Cuando hablamos de la Creación bíblica debemos especificar cuál de los dos relatos que se preservan en la Biblia estamos haciendo referencia.
- El material preexistente se opuso al ordenamiento de Dios.
- La Creación filtrada por los primeros Rabinos
al crear la bendición cotidiana que celebra la Creación en la plegaria
judía no solo es entendida en forma diferente a la narrada en la Biblia
sino que además esta Creación acontece todos los días y en forma
constante. Para la tradición rabínica Dios no solo creó sino que sigue
creando a cada instante.
La búsqueda obsesiva con el fin de entender
cómo empezó todo y cómo va a terminar impulsó a los seres humanos a lo
largo de la historia dando como resultado diferentes relatos tanto
científicos como religiosos. Si bien algunos científicos pueden sentirse
terriblemente ofendidos que su hacer está siendo comparado aquí con el
religioso, la realidad es que en lo que respecta al origen del Universo
la ciencia solo puede describirnos qué sucedió luego del big bang ya que
el big bang en sí o la descripción sobre qué había antes del big bang
pertenece como ya dijimos al reino de la poesía y el mito.
Más allá de todos los intentos que hagamos para “volver en el tiempo”cómo empezó todo y cómo va a terminar impulsó a los seres humanos a lo
largo de la historia dando como resultado diferentes relatos tanto
científicos como religiosos. Si bien algunos científicos pueden sentirse
terriblemente ofendidos que su hacer está siendo comparado aquí con el
religioso, la realidad es que en lo que respecta al origen del Universo
la ciencia solo puede describirnos qué sucedió luego del big bang ya que
el big bang en sí o la descripción sobre qué había antes del big bang
pertenece como ya dijimos al reino de la poesía y el mito.
usando nuestra imaginación, llegaremos siempre a un callejón sin
salida. Detrás de la pared que encierra ese callejón solo hay una cosa: misterio.
Pero si bien más allá de esa pared nuestras mentes racionales o lógicas
no pueden avanzar nuestro lenguaje e imaginación pueden hacerlo
partiendo hacia el reino de lo mítico, lo imaginario y lo poético. Al
leer la Creación bíblica o la descripción detallada del big bang
estamos funcionando en forma imaginativa o metafórica pero no literal ni
científica.
Todos los relatos imaginarios, míticos y poéticos sobre la Creación
son verdaderos. Justamente la poesía y el mito son verdaderos porque su
relato no es históricamente certero o real sino imaginario. Entendidos
tal cual son (simples relatos imaginarios, poéticos o metafóricos) no
intentan demostrar un hecho real sino ofrecer “sentido”.
Y en ese sentido nadie puede negar que son verdad. Así cada relato
religioso o científico captura una parte de la Creación. De ambos
relatos aprendemos que nuestro mundo mantiene un frágil balance natural e
histórico. Aprendemos que nuestro mundo y nuestra vida parece ser un
patrón ordenado que por momentos experimentamos también en forma
tremendamente desordenada. Por encima de todo esto es innegable que los
humanos somos algo especial en este entramado: aparentemente somos las
únicas criaturas que escriben sobre el origen del mundo.
Pero hay una diferencia muy importante en el tipo de preguntas y
respuestas que buscamos a través del relato científico y el relato
religioso. Las respuestas bíblicas no están preocupadas por ofrecernos
un listado bien detallado sobre cómo ocurrió todo sino de proveernos sentido a la inexplicable e inconcebible sorpresa de vivir.
La religión es un intento muy humilde por parte del ser humano para
recuperar el asombro por aquello que resulta misterioso y brindarle a
ese misterio una suerte de reconocimiento y en el mejor de los casos
agradecimiento.
Para nuestros antepasados judíos Dios nunca fue la conclusión del
argumento sino el punto de partida. Para ellos y ellas había un Dios (o
una Diosa)
en el mundo y ese mundo era Su Obra Maestra. Nuestros antepasados no
intentaban comprender a Dios desde su propia experiencia humana (lo cual
era el objetivo del racionalismo medieval) sino comprender la propia
experiencia humana a través de Dios.
Finalmente podríamos concluir aceptando que el conflicto entre creacionismo y evolucionismo no discute conclusiones sino suposiciones. Y como ya mencionamos, todas las suposiciones son igualmente poéticas, imaginarias y mitológicas. Todas las suposiciones en tanto son Verdad.
Tal vez Dios creó el mundo utilizando átomos, partículas elementales o
recurriendo a la física cuántica. Sin embargo todas estas cosas también
son una construcción de la imaginación humana.
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¡Dios a veces se queda dormido!
Comentarios
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Juan guedes dice
Siempre he tenido claro que buscar más de lo debido en temas tan
profundos y difíciles de entender, como lo son, todos los que se
desprenden y derivan de la creación, es demasiado complicado y diverso
como para que ningún ser humano pueda llegar a comprender, realmente y
con total certeza, toda la verdad que ello conlleva e implica. No creo
que ningún ser humano pueda ser capaz de desvelar ningún misterio de los
que el creador dejó de esa forma, semi oculta, o semi expuesta, según
se vea, entienda y comprenda, porque para ello quedaron así. Tal vez, el
único ser que podría haber desvelado algo al respecto, pero que no
tenemos noción, ni conocimiento alguno sobre ello, pudiera haber sido
Adán, aunque esto jamás lo sabremos. Las figuras literarias empleadas
para describir la creación, en parte literal y en parte, también
mística, nos llevan siempre al mismo punto de partida, que es según mi
limitado entendimiento y mi escasa profundidad en este tema, el
siguiente. Podemos conocer el corazón de Di+s a través de los escritos
bíblicos que de El nos hablan, porque a mi entender, de eso se trata,
pero ir más allá de esto, solamente nos traerá conflictos y división por
la pluralidad de conceptos. No somos El y jamás, por más que nos
esforcemos, lograremos entender su Soberanía en toda materia y cuestión ¿
Se pregunta un huevo acerca de su formación y de la vida que pudiese
albergar dentro de el, acaso ? ¿ Preguntamos al nacer, de dónde venimos y
a dónde vamos ? Pienso que estas cosas suceden así, no para que no nos
planteemos preguntas sobre ello, sino para que entendamos y comprendamos
que todo lo anterior no cuenta para nosotros, porque somos un producto
de aquello que sucedió antes y de que la respuesta está en nosotros, aun
vigente,hoy y ahora. Lo que ocurrió fue una serie de acontecimientos
necesarios, para que pudiese haber un lugar y un tiempo exacto para
crear y concebir vida en el planeta Tierra y tenemos que aprender a
verlo como un todo. No como hechos aislados entre si y diferentes, unos
de otros; sino como una cadena de fenómenos sobrenaturales, desatados
por el creador, con un orden exacto en la sucesión de acontecimientos y
con un orden exacto, también, en lo que produjo cada uno de ellos. ” … y
fue la mañana y la tarde del día… ” Principio y fin de una secuencia de
sucesos, acontecimientos y hechos necesarios, para, de y por, un fin
planificado de antemano, como fase final de otros procesos, previamente
establecidos, afianzados y terminados, antes de comenzar la creación de
la vida, de toda clase y especie de vida que se creó después. “…
descansó… ” Di+s no necesita descansar, pero esto implica que hay un
antes y un después en cada una de sus actividades y fases de sus
actividades durante la creación. Implica que cada acto creativo, siguió
un orden establecido y que no cesó hasta haber concluido perfectamente,
habiendo realizado totalmente aquellos para lo que se pudo en marcha y
así sucesivamente. El saber más de lo que podemos comprender, solamente
nos traerá confusión y a la historia me remito. Difícilmente, dos
personas describirán los mismos hechos, con las mismas palabras,o con el
mimo punto de vista. Entonces ¿ quién tiene la razón ? Los dos la
tienen; pero cada uno de ellos su mitad de ella, porque toda, al
completo, solamente la tiene D+os. Saludos y gracias por toda estas
maravillas que nos enseñas, Diego.
Diego Edelberg dice
Espectacular tu comentario Juan.
Coincido en mucho de lo que escribes con una diferencia que habrás
notado: ante la ignorancia no me rindo…sigo buscando y escribiendo aún
cuando nunca logre entender del todo.
Saludos
Jorge dice
Me gusta este comentario ya que he aprendido mucho sobre D-OS.
Gracias Diego.
Shalom