El interés por la Parapsicología no ha sido constante, y ha ido variando según la época.
Uno de los mejores momentos que ha vivido la Parapsicología, ha sido el período
comprendido entre los años 70 y principios de los 90. En los últimos años se ha
experimentado una disminución el interés hacia esta disciplina, aunque se ha
producido simultáneamente un cambio cualitativo, porque los que se sienten atraídos
por ella buscan unas mayores bases teóricas y científicas.
Existen dos medios de realizar los trabajos de investigación parapsicológicos: Los que
provienen de círculos académicos, principalmente del mundo de la universidad, y que
son más exigentes en cuanto a la metodología y experimentación. Los que provienen
de la esfera privada, que son investigadores y aficionados, movidos por atracción que
sienten hacia lo paranormal.
Para la explicación de los fenómenos paranormales, tradicionalmente se han formulado
dos hipótesis básicas: la hipótesis "animista", que la causa de estos fenómenos están
relacionados con procesos mentales y el inconsciente de los sujetos, y la hipótesis
llamada "trascendental", que atribuye la actividad paranormal a causas extrafísicas,
que incluye la versión espiritualista, quien asigna la relación causal a los espíritus de
seres desencarnados y otras entidades incorpóreas.
El avance científico de los últimos años ha ido abriendo el abanico de posibles
explicaciones dadas a los fenómenos paranormales.
Se barajó la teoría electromagnética para explicar estos fenómenos anómalos, en base
a que con el actual conocimiento científico, sólo es posible interaccionar sobre los seres
vivos y objetos situados a distancia, mediante la fuerza gravitatoria (ejercida entre
masas) y el electromagnetismo (ejercida entre cargas eléctricas). Tomando como base
estas dos fuerzas, se planteaba la posibilidad de que ciertas hondas del cerebro se
emitían para comunicarse o desplazar objetos. Los experimentos realizados en
condiciones de aislamiento (jaula de Faraday) y a distancia, que arrojaron resultados
positivos, hizo que se descartase esta hipótesis.
Otra hipótesis que se han planteado es la existencia de un “recinto o plano mental”
adimensional, extra-corpóreo o extra-espacial, que avalaría la presencia de lo
“espiritual”. La aceptación de esta hipótesis, exige la necesidad de explicar cómo esta
fuente o plano interactúa con los procesos bioquímicos corpóreos.
También está el paradigma holográfico, que explicaría los fenómenos ESP y PK sin los
problemas que plantea la idea de una transferencia energética, ya que en esa “esfera
de frecuencia holística” las barreras espacio-temporales quedan anuladas y, por tanto,
no hace falta un factor energético que se desplace de un lugar a otro. En ese sentido
la experiencia paranormal puede que no sea más que nuestra inmersión en las
dimensiones atemporales que constituyen la estructura holográfica de nuestras
mentes”. Hoy esta teoría es una de las más viables para explicar la naturaleza de los
procesos psi.
Al ser la Parapsicología una disciplina fronteriza, todas las hipótesis y teorías que se
vayan planteando para explicar la fenomenología paranormal, tienen que ir
adaptándose a los nuevos conocimientos que vayan aportando los avances científicos.
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