domingo, 3 de julio de 2016

EL TALMUD: CÓDIGO SAGRADO Y SECRETO

EL TALMUD: CÓDIGO SAGRADO Y SECRETO






























INTRODUCCIÓN

La
mayor paradoja que puede hallarse en toda la histo­ria de la humanidad,
es la de encontrar un pueblo que fuese el elegido y seguidamente el
vomitado por Dios; que no es otro más que el judío. En su continuo
deambular por la vida, aferrado a sus tradiciones como ningún otro, va
transmitiendo de padres a hijos sus creencias religiosas y sociales de
forma que, a través de los siglos, el judaísmo arrastra a una casta
indomable, atribuyéndose a sí misma la condición de casta superior,
instruyéndose en que el judío es el único Dios viviente en la tierra, el
Adam Kadmón, el hombre celeste; todos los demás han sido puestos en la
tierra para servir al hebreo.

Predicando entre sí un odio
espantoso contra todos los demás pueblos, a los que azuza como a perros a
la pelea, y adoctrinándose entre ellos con la terrible idea de que,
"aun al mejor de entre los goim (los no judíos), se les debe
ex­terminar."

El porqué y cómo viene ocurriendo todo esto, se
puede explicar con razones sencillas y comprensibles que no hay porqué
ocultar. En primer lugar, porque los hebreos tienen un espíritu
demoníaco, "tiene por padre al diablo que es el padre de toda mentira, y
sólo quieren hacer las cosas de su padre"; en segundo lugar, porque
están sometidos entre ellos, a una férrea disciplina a través de los
Kahales (Consejos nacionales, regionales y locales) y de los rabi­nos;
en tercer lugar, porque tienen un Código sagrado y secreto al que no
puede sustraerse ningún judío, y rige desde fechas inmemoriales; y, por
último, porque todos están sujetos a pagar un tributo económico al Kahal
al margen de los otros impuestos, lo que convierte al judaís­mo en la
secta mejor organizada, pagada y sostenida del mundo entero.



Pero
ahora no vamos a hacer más que una breve refe­rencia a la vasta obra
del Talmud, pues no se trata realmente de un libro sino de una colección
de 63; y basándonos en trabajos hechos por varios escritores, escasos
sobre el tema, tratamos ahora de darlo a conocer en España, que ha sido y
sigue siendo la cuna del criptojudaísmo, como reconoce el eminente
historiador judío contemporáneo Cecil Roth, en su Historia de los
marranos. Esta obrita aunque es peque­ña, es de una labor ardua y
paciente.

Hay que resaltar de entrada que El Talmud se acepta y
respeta con veneración por los judíos del mundo entero, particularmente
por todos los ortodoxos, que son la in­mensa mayoría.

Se trata
de una obra elaborada exclusivamente por rabi­nos, por aquellos
considerados como los más sabios entre ellos, y actualmente está de tal
forma tan impuesto entre la judería, que ya cualquier rabino,
aisladamente, es incapaz de formular la menor crítica sobre su
contenido. Ninguno puede alzar su voz contra él, sólo el Gran Rabinato
reunido podrá ir lenta y ocasionalmente corrigiendo aquellos aspectos
que más repugnen a las mentes de los demás rabi­nos.

De las dos
partes de que consta El Talmud: La Misná y La Guemará, quizá sea la
primera la parte principal de todo él. Así como la Ley Moisés, es
considerada la prime­ra Ley o Ley fundamental; la Misná es como una Ley
ordinaria, y La Guemerá, como el Reglamento que la desarrolla y
complementa. Pero ninguna de estas dos pue­de ser vulnerada por ningún
israelita. La Ley de Moisés sí.

Y creemos sinceramente, que
cuando no se conoce bien una materia, lo primero y más juicioso es
informarse antes de afirmar o entrar en discusión sobre ella, porque
esto es más propio de irresponsables. Las páginas que siguen no
pretenden otra cosa. Sólo satisfacer a alguien que sienta un sano
interés por saber lo que es el Talmud y lo que enseña, y ya nos damos
por satisfechos. Y cualesquiera que sean las criticas que produzca, aún
las opiniones más encontra­das, será la recompensa a este pequeño
trabajo.

Y rematemos ya esta introducción con una tradicional
oración que durante siglos se vino repitiendo en la liturgia de cada
Viernes Santo, desde el Papa de Roma hasta el último pastor de almas,
que aunque quedó excluida de dicha liturgia por el Concilio Vaticano II,
casi al mismo tiempo que Pablo VI reconocía públicamente que el humo de
satanás había penetrado en la Iglesia de Cristo, y el común de la curia
romana admitía que algún diablo se paseaba vestido de púrpura por la
ciudad del Vaticano; no por ello hemos de entender que está prohibida,
pues a diario se pide a Dios por toda clase de autoridades,
institu­ciones, pecadores, y, por qué no por los judíos.

La oración reza así:


"Oremos
también por los pérfidos judíos para que Dios quite el velo de sus
corazones, a fin de que reconozcan con nosotros a Jesucristo Nuestro
Señor.

Omnipotente y sempiterno Dios, que no excluyes de Tu
Misericordia ni aún a los pérfidos judíos: oye los ruegos que te
dirigimos por la ceguedad de aquel pueblo, para que reconociendo la luz
de Tu verdad, que es Jesucristo, salgan de sus tinieblas. Por el mis­mo
Dios y Señor Nuestro."



Penetrad en las moradas de aquel
pueblo, y veréis la miseria espantosa que lo aflige. Hallaréis a los
padres haciendo leer a sus hijos un libro mis­terioso que a su vez lo
harán también leer los hijos a sus hijos.

Chateaubriand





Lo
cierto es que, aunque los judíos no exhiben el Talmud, o conjunto de
libros que lo integran, más bien lo ocultan, es considerado por ellos
como una ley propia y superior, y su 'existencia es tan real como el
crimen ritual mismo. Y el Talmud no es otra cosa más que un conjunto de
disposiciones y reglas de conducta, de muy obligado y severo
cumplimiento para el judío, en donde lo religioso no es materia única, y
más bien seundaria; en donde todo está en abierta contradicción con la
moral cristiana, y en donde todo aparece escrito y con la suficiente
claridad, acerca de la consideración y el posible asesinato de los goim,
los no judíos .

Basta esta sola cita del Talmud para formar criterio y emitir un juicio ponderado:

Sólo
el judío es humano, todos los demás no judíos son animales. Son bestias
con forma humana. Cualquier cosa es permitida que esté en contra de
ellos. El judío puede mentirles, trampearlos y robarlos. Puede violarlos
y asesinarlos.
Pudiendo comprobarse que principios semejantes se reiteran en varios libros del Talmud, como veremos más adelante [ii].

Y
esto, aunque parezca inverosímil, es real y está escri­to, y lo
escrito, escrito está. Quod scripsi, scripsi; verba volant, scripta
manent.

Por consiguiente, el Talmud resulta ser un amplio texto
escrito punible por si mismo en muchísimas de sus partes, ya que su
contenido ha desbordado la mente humana, el ámbito de la intencionalidad
o de los malos pensamientos, traspasando lo probable y cayendo dentro
de lo comprobable o verificable. Ello aparte las muchas frases
injuriosas contra otras religiones, particularmente las cris­tianas y
musulmana, sin que las palabras ni el espíritu con que se utilizan
permitan tampoco la menor duda acerca de la intención injuriosa, (quando
verba sunt per se injuriosa, animus injuriandi praesumitur).

Hemos
de continuar, pues, adelante, con el examen del único código sagrado de
los judíos, antes de sentar que su reprobable contenido es un hecho
inconcuso; que está en abierta contradicción con la ley mosaica, en la
que dicen que se inspira, así como con el Antiguo Testamento, y por
descontado contra el Nuevo, porque ni siquiera lo admite, y por
consiguiente, en pugna con el alegato aducido por los defensores de
Israel, de que sus leyes no prescriben la efusión de sangre. Por el
contrario, el Talmud preconiza el crimen y lo justifica.


CONSIDERACIONES SOBRE EL ORIGEN E IMPORTANCIA DEL TALMUD



Parece
necesario, por consiguiente, hacer una referen­cia mucho más amplia al
Talmud, para saber de él y averiguar, sin lugar a dudas, la opinión que a
través del mismo tienen los judíos sobre los no judíos, y el
comporta­miento a que les compele a todos los israelitas en general, y a
los sionistas en particular.

Digamos de entrada que el Talmud
es una voz hebrea derivada a su vez de lamud, que significa enseñanza, y
re­coge, por escrito, la tradición oral judía sobre diversas materias:
religiosas, sociales, e incluso políticas y de me­dicina. Por Talmud, se
conoce, pues, una vasta compilación de los preceptos enseñados por los
rabinos más autoriza­dos o maestros de la ley, (khakhams o doctores),
sobre varias materias, recogiendo y explicando completamente toda la
ciencia y enseñanza del pueblo judío, ya milenaria; y que, los
israelitas, vienen observando tan rigurosamente, si no más, que la
propia ley de Moisés o Pentatéuco.

Los exégetas concuerdan en
considerar a Moisés como el autor del Pentatéuco, esto es, de los cinco
primeros libros del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Levítico,
Números y Deuteronomio), que si no llegó a redactarse todo por él
completamente, interviniendo otros, dadas ciertas diferencias que se
señalan, particularmente de estilo y las varias denominaciones que se le
dan a Dios, al menos 33 nombres diferentes, si se hizo bajo su
dirección. Como también se acepta generalmente que Moisés utilizó
escritos ya anteriores a él, así como cierta tradición oral. Y dada la
pretendida inspiración del Talmud en la ley mosaica, y basándose en
ello, surgen diferencias, toda vez que algunos escritores -incluidos
rabinos-, sostienen que los preceptos rabínicos -o talmúdicos- proceden
de Moisés, mientras que otros le atribuyen una mayor antigüedad, como el
alemán J. Streicher, para quien las leyes talmúdicas provienen de hace
más de 3.000 años, y -di­ce-, son tan válidas hoy como lo fueron
entonces.

El caso es que, los israelitas, quienes llaman al
Penta­téuco simplemente: La Ley o Torá, le dan más valor a las
interpretaciones talmúdicas que a todo el Antiguo Testa­mento, incluido,
por supuesto, el Pentatéuco, al que esti­man mucho menos. Es decir, el
valor de la Ley (mosaica) es inferior al del Talmud.

Para
sostener esto último, domina una corriente rabíni­ca según la cual,
argumentan que, Moisés, al subir al monte Sinaí para recibir del mismo
Dios la ley escrita sobre las doce tablas de piedra con los
mandamientos, también recibió las interpretaciones de la misma, o sea,
la ley oral; pues de otra manera no necesitaba permanecer tanto tiempo
en el monte, por cuanto Dios le pudo haber entregado la ley escrita en
un solo día. Y tratan de apoyar esta tesis recurriendo al Éxodo, (cap.
24, 12), en donde se refiere el mandato de Dios a Moisés:



«Dijo
Yavé a Moisés: Sube a lo alto del monte en donde estoy y detente allí.
Yo te daré unas tablas de piedra con la ley y los mandamientos que tengo
escritos en ellas, a fin de que los enseñes al pueblo.»



Los
doctores de la ley -rabínicos- interpretan que en este pasaje bíblico,
las palabras tablas de piedra significan los diez mandamientos; que la
ley significa el Pentatéuco; los mandamientos significa la «Misná; que
tengo escritos en ellas, los profetas y los hagiógrafos; y a fin de que
los enseñes al pueblo, la «Guemará». Y así consta en el libro llamado
«Berakhoth», el primero del Talmud.

Hay que distinguir, por lo
tanto, entre tradición oral y tradición escrita. Es decir, tradición
bíblica anterior y pos­terior a Moisés. La tradición oral de los
preceptos talmúdicos, vinieron transmitiéndose mezclados con los de la
Cábala entre los judíos. Cábala, etimológicamente en hebreo significa
eso: tradición.

Las diferencias que se señalan entre Talmud y
Cábala, son las de que, mientras los preceptos talmúdicos son dados para
el conocimiento y dominio del común de los judíos, con carácter secreto
para todos los demás, y sin perjuicio de que sus interpretaciones
queden reservadas para los doctores de la ley; la doctrina cabalística
fue depositada en una minoría judía, elitista, y su enseñanza es
dirigida exclusivamente a personas seleccionadas entre estos mismos,
generalmente rabinos. La enseñanza talmúdica es exotérica; la
cabalística, totalmente esotérica u oculta. Y mientras, las enseñanzas
talmúdicas son de inspiración monoteísta con marcado acento egoísta,
basa­das en el monoteísmo de la misma ley mosaica, la Cábala es
netamente panteísta, basada en las costumbres de Cal­dea, Egipto y otros
pueblos antiguos, que adoraban a los

ídolos e incluso a los
diez principales demonios, practica­ban la magia, la cartomancia y otras
ciencias ocultistas o supersticiosas, y desde luego ofrendaban niños a
los dioses.


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  2. Artículo destacado
    El cuestionamiento de las verdades oficiales impuestas por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, la sagrada alianza de capitalistas y comunistas, ha sido demonizado, criminalizado ypenalizado en muchos países, sobre todo europeos; y sobre esa demonización, criminalización y penalización, ha sido construida toda una industria de la victimalización y de la exacción de dineros que han permitido financiar tanto al "Estado de Israel" como al movimiento sionista de "La Diáspora", con operaciones financieras acaparadas por los grandes bancos de propiedad de la alta oligarquía judía. Este entramado ideológico-represivo-financiero tiembla por la simple pregunta del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad: "¿si el holocausto es un hecho histórico, por qué no puede ser estudiado?". Esa simple y obvia pregunta es demoledora.


    Se ha denominado Holocausto (del griego holókauston, de holon ‘completamente’ y kauston ‘quemado’, referido a un antiguo ritual religioso), también conocido como Shoah (en hebreo חורבן 'catástrofe') a lo que fue la mayor propaganda de guerra contra Alemania durante y después de la Segunda Guerra Mundial, la cual acusó al régimen nacionalsocialista de cometer genocidio contra el pueblo judío y otras minorías étnicas, religiosas y políticas. La historia del supuesto "Holocausto" surgió de la magnificación y tergiversación de los hechos en torno a los campos de concentración alemanes y la llamada Solución Final al problema judío.
    El Holocausto se ha convertido así, en un concepto que ha adquirido una
    importante connotación mítica y religiosa para el pueblo judío, como
    símbolo culminante de su victimismo.



    De acuerdo con la historiografía nacida en los
     Juicios de Núremberg y mantenida por los historiadores conformistas, tres son los puntos básicos que dan forma al Holocausto:

    Definición

    • Seis millones de judíos habrían sido asesinados por el régimen nacionalsocialista entre 1941 y 1945.
    • Este asesinato masivo se habría llevado a cabo por distintos métodos, principalmente por el uso de cámaras de gas.
    • El genocidio habría sido políticamente planificado por el régimen alemán.

    Las corrientes historiográficas

    Existen dos escuelas o líneas de interpretación, a saber, la exterminacionista (también conocida como oficialista o conformista, dividida a su vez en intencionalistas y funcionalistas), que no discute los hechos que dan base al supuesto Holocausto, y la revisionista que cuestiona la mayoría de los aspectos relacionados con el Holocausto. También es posible identificar una tercera, la activista, denunciada por el profesor Norman Finkelstein[1],
    que se ocupa de difundir y propagar el concepto del Holocausto con
    fines políticos. Finkelstein ha dicho al respecto del Holocausto:


    Una gran parte de la literatura sobre la Solución Final de Hitler no tiene ningún valor para un erudito. Ciertamente, los estudios sobre el Holocausto están
    llenos de absurdos, si no, de puros fraudes… Viendo las tonterías que
    se profieren a diario sobre el Holocausto, lo raro es que existan tan
    pocos escépticos
    .
    Dr. Norman Finkelstein, investigador judío y autor de La industria del Holocausto.

    Surgimiento y orígenes del Holocausto como propaganda de guerra

    Los historiadores revisionistas han demostrado que lo que hoy entendemos por Holocausto,
    es decir, el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de
    judíos y otras minorías, fue en realidad el producto de la propaganda de guerra fomentada por las potencias aliadas y que fue posteriormente aprovechada con premeditación por los sionistas, quienes realizaron escandalosas denuncias en los medios, todo esto con el propósito de obtener beneficios políticos a costa de otros pueblos, principalmente Palestina y Alemania y poder reclamar la creación de un Estado judío soberano en la región de Palestina[2].


    Antecedentes

    La
    sofisticada propaganda de los tiempos de guerra sobre las supuestas
    atrocidades cometidas por el enemigo no es objeto de controversia. Ha
    sido utilizada como un arma psicológica eficaz y empleada desde tiempos
    muy antiguos. El enemigo es satanizado por
    medio de historias de atrocidad sistemática y los medios de
    comunicación repiten constantemente lo cruel y demoníaco que es para
    incitar a los soldados a luchar por una causa virtuosa y patriótica.


    En la antigüedad, un ejemplo destacado de este tipo de propaganda, es la que se llevó a cabo por los romanos en contra de los cartagineses tras las guerras púnicas. La Eneida, poema épico del gran poetaVirgilio,
    fungió en cierta medida como medio de difusión de las diversas
    atrocidades que supuestamente cometieron sus enemigos. Cabe mencionar
    que después de estas guerras, los romanos se apropiaron de varias
    tecnologías desarrolladas por los cartagineses quienes quedaron ante la
    vista de Roma como un pueblo incivilizado incapaz de crear tecnología.
    Un caso similar sucedió con la Alemania de posguerra, de la que mucha de
    su tecnología fue a formar parte de la tecnología estadounidense e
    israelí.


    Primera Guerra Mundial

    En la Primera Guerra Mundial se
    difundieron varias afirmaciones macabras provenientes de la propaganda
    aliada contra los alemanes, como por ejemplo la de las "manos amputadas
    de los bebés belgas" o el "soldado canadiense crucificado", todas ellas
    falsas y por las que incluso algunos de los estadistas aliados de la
    Primera Guerra Mundial se disculparon con los alemanes.


    En marzo de 1916, el Daily Telegraph informaba
    que los austriacos y búlgaros gasearon a 700.000 serbios. Se ignora si
    los lectores del diario británico llegaron a creer en esa información,
    pero después de la guerra, ya nadie creía en el caso de los 700.000
    serbios gaseados.


    Además ya desde entonces el diario The Times aseguró
    en un reportaje de abril de 1917 que los alemanes estaban hirviendo los
    cuerpos de sus soldados muertos para hacer jabones y otros productos,
    es decir, que tenían "fábricas de jabón hecho de cadáveres humanos". Muy posteriormente, en 1925, el secretario de asuntos exteriores del Reino Unido, Sir Austen Chamberlain, admitió que la historia acerca de la "fábrica de cadáveres" había sido mentira.


    Aparece la cifra de los seis millones de judíos

    No sólo la fantasía de los jabones hechos de cadáveres surgió antes de la Segunda Guerra Mundial y
    del supuesto Holocausto, también apareció entonces la cifra mítica de
    los seis millones de judíos. Incluso antes de la Primera Guerra Mundial y
    de la Revolución bolchevique,
    existen diversas menciones de esta cifra, siempre provenientes de
    fuentes judías como propaganda de atrocidad, primero contra los rusos y
    posteriormente contra los alemanes:


    En 1906 un
    publicista judío se dirige a una audiencia en Alemania en el que
    afirmaba que el Gobierno ruso tenía una "solución de la cuestión judía",
    y que esta solución implica el "exterminio" de "6.000.000 de judíos".


    En 1910, en el informe anual de la American Jewish Committee se afirma que desde 1890 Rusia ha tenido una política de "expulsar o exterminar" a seis millones de judios.[3]

    En 1911, Max Nordau, co-fundador de la Organización Sionista Mundial, junto con Theodor Herzl, declaró en el décimo Congreso Sionista en Basilea, Suiza, que seis millones de judíos serían aniquilados.[4]

    Esta cifra es de cierta importancia en el misticismo judío ya que está basado en fuentes cabalísticas[5], así como en profecías de la Torá y el Talmud.
    Los judíos creían que debían expiar sus pecados mediante un
    "Holocausto" (sacrificio de fuego) de "seis millones de almas" para
    poner fin a la Diáspora y poder retornar finalmente a Israel[6]. De este modo, para poder simbolizar que su deuda con su Dios, Yahvé,
    estaba pagada, las primeras alegaciones de "Holocaustos de seis
    millones" se intentaron imponer desde inicios del siglo XX con el fin
    crear una justificación teológica para establecer un Estado judío soberano y dar por cumplida la profecía, hecho que no sucedió sino hasta tres años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial cuando la cifra ya había sido históricamente impuesta por los Juicios de Núremberg.


    Período entre guerras

    El 31 de octubre de 1919 el ex-gobernador del Estado de Nueva York Martin H. Glynn publicó un artículo titulado ¡La crucifixión de los judíos debe detenerse! (The Crucifixion of Jews Must Stop!) en el periódico The American Hebrew (El hebreo americano) donde aparecía ya la cifra de los seis millones de judíos y describió las condiciones de los judíos en Europa como un "Holocausto" potencial.[7]:

    Al otro lado del Atlántico seis millones de hombres y mujeres reclaman nuestra ayuda... seis millones de seres humanos... están muriendo. En el posible Holocausto de la vida, seis millonesde famélicos... (etc.).
    El 20 de mayo de 1920, el Congreso Judío Americano escribía:

    Fondo para víctimas judías de la guerra en Europa Central, donde seis millones enfrentan horrorosas condiciones de hambre, enfermedad y muerte.
    Incluso artículos del New York Times anteriores a 1927 ya hablan también de conceptos tales como "seis millones de judíos" y "holocausto"[8]

    Segunda Guerra Mundial

    La cifra de los seis millones persiste

    El 9 de mayo de 1942, Nahum Goldmann quien fuese posteriormente presidente del Congreso Mundial Judío,
    estimaba con mucha anticipación que de los ocho millones supuestamente
    al alcance de Hitler, sólo dos o tres millones sobrevivirían a la guerra
    (aún si ésta durara seis años o muchos más), lo que haría un total de
    cinco o seis millones de judíos muertos, pero según los datos aportados
    por la historia oficial habrían sobrevivido cinco millones, lo que
    indica que la cifra de los seis millones, previamente concebida, sólo se
    estaba ajustando a cualquier dato posterior que fuese presentado.
    Después de la guerra todas las estadísticas demográficas fueron
    adulteradas con el fin de ajustarlas para no contradecir las cifras
    oficiales de fallecidos.


    En su edición de febrero de 1943, el Reader's Digest ya mencionaba el número de seis millones como el total de las víctimas judías. Esta mención se le debe a un guionista judío de Hollywood llamado Ben Hecht.

    En 1944 el Rabino Michael Dov Weissmandel escribió
    varias cartas pidiendo ayuda para salvar a los judíos en Europa. Nótese
    nuevamente que ya desde entonces se cita el número de las víctimas,
    mucho antes de que terminara el conflicto, y por lo tanto, antes de
    realizar los Juicios de Nüremberg,
    antes de que se hicieran públicas las estadísticas demográficas del
    régimen nacionalsocialista y antes de las primeras menciones públicas
    sobre las cámaras de gas.[9]


    ¿Cómo mantenéis silencio frente a este gran crimen... mientras miles de miles, alcanzando ahora los seis millones de judíos han sido asesinados?
    Rabino Michael Dov Weismandel, Carta del 15 de mayo de 1944.
    Hasta la fecha, seis veces un millón de judíos de Europa y de Rusia han sido aniquilados
    Rabino Michael Dov Weissmandel, Carta al Vaticano del 31 de mayo de 1944.
    Luego, en diciembre de 1944, el propagandista judío soviético Ilya Ehrenburg incorpora
    la cifra de los seis millones a la propaganda soviética, conociendo así
    la cifra de las supuestas víctimas antes de la liberación de Auschwitz[10].


    La mejor distracción es la propaganda de atrocidades contra el enemigo

    Por otra parte, este tipo de tácticas acusatorias sobre atrocidades fue ampliamente utilizada también por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial en
    forma extensiva y una parte de la evidencia de este hecho se observa en
    la siguiente nota del 29 de febrero de 1944, que el Ministerio
    Británico de Información envió al más alto clero británico y a la BBC:


    Señor,Dirigido por el Ministerio, le envió a Ud. la siguiente carta circular:

    Es a
    menudo el deber de los buenos ciudadanos y de los cristianos píos cerrar
    los ojos frente a las peculiaridades de aquéllos que se asociaron con
    nosotros. Pero llegará el tiempo en el cual tales peculiaridades, que
    aún se niegan en público, deberán tenerse en cuenta cuando llamemos a la
    acción.


    Nosotros
    conocemos los métodos de gobierno empleados por el dictador bolchevique
    en la misma Rusia mediante, por ejemplo, los escritos y discursos del
    Primer Ministro durante los últimos veinte años. Sabemos cómo se
    comportó el Ejército Rojo en Polonia en 1920 y sólo recientemente, en
    Finlandia, Estonia, Letonia, Galicia y Besarabia.


    Por
    consiguiente, ciertamente debemos tener en cuenta cómo se comportará el
    Ejército Rojo cuando desborde Europa Central. A menos de que se tomen
    precauciones, los horrores inevitables que obviamente sucederán,
    generarán una tensión indebida en la opinión pública de este país.


    No
    podemos reformar a los bolcheviques pero podemos hacer nuestro mejor
    esfuerzo para salvarlos - así como a nosotros - de las consecuencias de
    sus actos. Los descubrimientos del pasado cuarto de siglo generarán
    meras negaciones poco convincentes. La única alternativa a la negación
    es distraer la atención pública del asunto entero.


    La experiencia ha demostrado que la mejor distracción es la propaganda de atrocidad dirigida contra el enemigo.
    Desgraciadamente el público ya no es tan susceptible como en los días
    de "la Fábrica de Cadáveres", "los Bebés Belgas Mutilados", y "los
    Canadienses Crucificados".


    Por
    consiguiente se busca seriamente su cooperación para distraer la
    atención pública de lo realizado por el Ejército Rojo mediante su apoyo
    sincero en varios cargos contra los alemanes y japoneses que han sido y
    serán puestos en circulación por el Ministerio. El expresar sus
    creencias en cosas así puede convencer a otros.


    Soy, Señor, Su obediente sirviente,

    H. Hewet, Secretario Asistente,

    P.S: El
    Ministerio no puede entrar en correspondencia de cualquier clase con
    respecto a la presente comunicación, la cuál sólo debe revelarse a
    personas responsables
    .[11]
    Según los documentos de los archivos del departamento inglés responsable de la guerra psicológica,
    el Political Warfare Executive (PWE), en agosto de 1942 llegaron
    rumores por canales judíos de que los alemanes los estaban matando por
    millones.


    El Foreign
    Office enseguida se daría cuenta de que se trataba de una mentira, no
    obstante, el PWE decidió emplear esta historia como base contra los
    alemanes. Se arrojó sobre Alemania millones de papeles hablando de las
    ejecuciones en cámaras de gas. Fue una mentira de la que empezaron a oír
    el eco a los pocos meses. En agosto de 1943 los primeros ministros de Checoslovaquia y Polonia, entonces en el exilio de Inglaterra, pidieron a Churchill y a Roosevelt difundir la acusación de que Alemania estaba exterminando a millones de judíos y polacos en cámaras de gas en el Este de Polonia.


    Posteriormente, el jefe de la propaganda inglesa envió un mensaje a Winston Churchill en el que desaconsejaba firmar la acusación contra Alemania sobre un genocidio de judíos:

    He descubierto que se trata de una mentira que puede poner en peligro a nuestra propaganda.
    Declarando pocos meses después:

    No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundialfabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos, y aquello hizo perder la credibilidad a nuestra propaganda.
    Al acabar el
    conflicto Churchill escribiría 6 volúmenes sobre todos los detalles de
    la Segunda Guerra Mundial. En esas 4.448 páginas, no hace mención alguna
    a las supuestas "cámaras de gas" o un genocidio de los judíos.
    Churchill omitió escribir sobre esas dos mentiras porque simplemente al
    ser datos falsos no les dio importancia, o bien, porque de llegar a
    descubrirse en el futuro podrían desacreditar completamente su trabajo
    literario[12].


    Campos de concentración nacionalsocialistas

    La Alemania nacionalsocialista creó campos de concentración o campos de trabajo al igual que las demás potencias que participaron en la Segunda Guerra Mundial.
    Su propósito era el de alojar opositores políticos, grupos étnicos o
    religiosos hostiles al régimen, prisioneros de guerra o en general
    cualquier tipo de personas consideradas peligrosas en tiempo de guerra.
    Ejemplo de ello fue la reclusión de ciudadanos japoneses y sus
    descendientes en campos de concentración estadounidenses durante
    la guerra. En el caso de los descendientes, no se reparó si quiera en
    la ciudadanía que ostentaran sino que el encarcelamiento obedecía
    estrictamente a criterios raciales que a juicio del gobierno
    estadounidense convertían a esos individuos en potenciales amenazas.


    Esta fue una práctica generalizada, que además también se había usado en guerras anteriores: Hace aproximadamente 150 años los bóers fueron internados en campos por los británicos, los aristócratas por los republicanos, los cosacos por los comunistas en la guerra civil rusa, los chechenos por los estalinistas al
    acabar la guerra, etc. Por lo tanto, la orden de recluir en campos de
    trabajo y de concentración a los grupos considerados como un riesgo para
    la Alemania en guerra, no fue una medida particular o especial de los
    nacionalsocialistas.


    Estos campos fueron establecidos dentro de Alemania poco después de la ascensión al poder del NSDAP en
    1933. Posteriormente se crearían otros campos en aquellos países
    anexionados por Alemania antes y durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, como Holanda y Polonia.


    Según la historia oficial algunos campos de concentración habrían sido campos de exterminio donde se habrían utilizado cámaras de gas y otros dispositivos de ejecución para la eliminación física de los detenidos. Los más conocidos de este tipo son seis:

    Documento de la Cruz Roja

    La Cruz Roja Internacional,
    que tuvo acceso a los campos y los supervisó durante la guerra, informó
    que habían muerto alrededor de 271.304 y que entre las causas
    principales de muerte estaban las epidemias de tifus causado por el
    piojo, la vejez y la muerte natural. De todos ellos apenas la mitad eran
    judíos (unos 150.000). La mayoría de ellos fallecieron a causa de las
    epidemias de tifus desatadas con la destrucción de las infraestructuras
    alemanas (vías férreas y autopistas) a causa de los bombardeos aliados,
    que causaron muchas víctimas, incluyendo no sólo las de muchos presos,
    sino también las de enfermeras, médicos y el personal de administración
    de los campos. Este hecho fue descrito por Paul Rassinier en
    sus obras, y confirmado también por la Cruz Roja en un informe de 1948
    en el que explicó que los bombardeos sistemáticos de los aliados
    paralizaron los transportes y las comunicaciones; "no se podía ya
    realizar el aprovisionamiento regular de los campos y la falta de
    alimentos provocó la muerte de un número creciente de personas, no
    solamente en los campos, sino también entre la población civil"
    .


    Los
    trabajadores eran necesarios en época de guerra y hubiese sido
    contraproducente ejecutarlos, por esta razón el 8 de diciembre de 1942, Heinrich Himmler,
    responsable máximo de todas las instalaciones de prisioneros, hizo
    llegar a todos los centros de internamiento una orden taxativa,
    conminando a las autoridades responsables a que "el índice de defunciones en los campos debe ser reducido a cualquier costo".


    Según cifras oficiales del Holocausto, el número mínimo de muertos en trece campos de concentración alemanes fue de 1.548.491:



    KZ (Campo de concentración)Número mínimo de fallecidos según la historia oficial
    Auschwitz*960.000
    Bergen-Belsen70.000
    Buchenwald*56.000
    Dachau31.591
    Flossenbürg30.000
    Gross-Rosen40.000
    Neuengamme42.900
    Mauthausen95.000
    Majdanek*78.000
    Mittelbau*20.000
    Natzweiler25.000
    Sachsenhausen100.000
    Abteilung I?

    1.548.491

    De acuerdo con la información de un documento oficial de la Cruz Roja, la suma total de muertes fue de 271.304:


    Registro oficial de la Cruz Roja Internacional respecto a las muertes en trece campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
    KZ (Campo de concentración)Stand (Up-dated)Número total de fallecidos
    Auschwitz*31.12.197252.389
    Bergen-Belsen30.09.19736.507
    Buchenwald*30.09.197320.501
    Dachau30.09.197317.842
    Flossenbürg30.09.197318.259
    Gross-Rosen30.09.19737.925
    Hmb.-Neuengamme30.09.19735.570
    Mauthausen30.09.197377.727
    Majdanek*30.09.19736.920
    Mittelbau*30.09.19737.187
    Natzweiler30.09.19733.944
    Sachsenhausen30.09.19734.785
    Abteilung I31.12.197841.748
    GESAMT31.12.1978271.304
    Como lo explica el profesor Arthur R. Butz posteriormente se utilizaron dudosos métodos, para alcanzar las exageradas cifras oficiales de "exterminados".

    Es sabido
    que, poco después del cese de hostilidades de la Segunda Guerra Mundial,
    todo judío que no pudo ser inmediatamente localizado, o que no se
    registró ante las autoridades aliadas, fue automáticamente considerado
    muerto por exterminio. Debido a este procedimiento absolutamente
    arbitrario, se llegaron a producir casos bastante ridículos. Uno de
    ellos es el de Simone Veil, quien fuera Ministra de Salud Pública del
    gobierno francés de postguerra y hasta llegó a ser presidenta del
    Parlamento Europeo. Se puede ver su nombre en la página 519 de la"Memoria de la Deportación de los Judíos de Francia", en dónde esta buena señora figura como persona ejecutada en la cámara de gas. Su resurrección sigue siendo un misterio.
    Arthur R. Butz
    Registro oficial del Registro Civil EspecialSonderstandesamt

    Documento de Sonderstandesamt

    Otro
    documento revelador es el producido por el Registro Civil Especial
    (Sonderstandesamt) para los campos de concentración alemanes que
    registra, hasta diciembre de 1983, el total de 282.077 certificados de
    defunción emitidos por los campos de concentración y lo eleva a 373.468
    considerando otros certificados de defunción emitidos fuera de ellos.


    El documento es de 1984 y, por supuesto, termina con una advertencia sospechadamente aliniada con la version oficial:

    Los números de muertes certificadas en el Sonderstandesamt no permiten una conclusión sobre el número real de muertes.”.

    De alguna
    manera el documento nos da las victimas contabilizadas pero nos advierte
    de que no se pueden sacar conclusiones, un eufemismo de: "Estos
    cadáveres hemos contado, pero debemos poner por ley y dogma este aviso"




    KZ (Campo de concentración)Stand (Up-dated)Número total de fallecidos
    Auschwitz*31.12.198353.633
    Bergen-Belsen31.12.19836.851
    Buchenwald*31.12.198320.671
    Dachau31.12.198318.451
    Flossenbürg31.12.198318.330
    Gross-Rosen31.12.19838.355
    Lublin/Majdanek*31.12.19837.671
    Mauthausen31.12.198378.824
    Mittelbau*31.12.19837.463
    Natzweiler31.12.19834.431
    Hmb.-Neuengamme31.12.19835.706
    Ravensbrück31.12.19832.130
    Sachsenhausen31.12.19835.012
    Stutthof31.12.198312.303
    Theresienstadt31.12.198327.604
    Verschiedene31.12.19834.643
    GESAMT31.12.1983282.077

    Peritajes sobre la cámara de gas

    En 1993, el químico alemán Germar Rudolf publicó un estudio conocido como el Informe Rudolf, que determinó la imposibilidad química y física de que las cámaras de gas de Auschwitz fueran
    usadas para el exterminio en masa, de la forma en que fue declarada por
    los testigos. Este análisis confirmaba otros estudios anteriores como
    el Informe Leuchter, realizado en 1988 por el experto en sistemas de ejecución,Fred A. Leuchter.
    Hasta la fecha, el trabajo de Rudolf no ha podido ser refutado
    científicamente, al contrario, ha sido elogiado por historiadores,
    químicos y expertos de todo el mundo.


    Estadísticas de población judía

    Uno de los principales escollos con los que tropieza la historia oficial del
    Holocausto son los censos y estadísticas oficiales. En la posguerra
    toda estimación o censo que no reflejara la cifra de seis millones podía
    ser denunciada demandando una "corrección" o retractación. Pero el
    problema persiste en las cifras anteriores a la guerra, las cuales aún
    hoy exponen el fraude.


    La historia oficial

    La historia oficial cita una estimación de número de judíos en Europa que aparece en la Conferencia de Wannsee.
    En este caso se ha preferido tomar como cierta esa fuente que habla de
    11 millones, en lugar de dar por buenos los censos que realizaban los
    propios judíos y que van de los 8 a 9 millones aproximadamente. El
    ubicar a la mayor cantidad posible de judíos en Europa antes del
    Holocausto es vital para dar credibilidad a la teoría de que los nazis
    pudieron dar muerte a 6 millones. Sin embargo, para el historiador
    alemán Ernst Nolte las
    minutas son una falsificación de pos guerra mientras que por otro lado
    el criterio para determinar quién es judío difiere notoriamente entre el
    aplicado por el nacionalsocialismo y el que utilizan los judíos mismos,
    produciendo cifras mayores a las reales y con un margen de error
    difícil de estimar.


    Población judía mundial

    En 1959, el profesor sueco Einar Aberg publicó una lista de cifras estadísticas de la población judía mundial antes y después de la Segunda Guerra Mundial.
    Entre los años 1939 y 1947 las cifras de judíos a escala mundial son
    constantes y no muestran un descenso abrupto significativo. Sin embargo
    algunos de sus datos estaban basados en estimaciones oficiales en lugar
    de censos. El World Almanac al ser acusado de antisemitismo y de negación del Holocausto se vio obligado a retractarse. A partir de entonces las estadísticas difundidas por el Lobby judío asumen
    de facto que desaparecieron seis millones de judíos en el Holocausto.
    Por lo tanto y sin basarse en censo alguno, establecen un aproximado de
    11 millones al final de la guerra. De este modo asumen que murieron
    aproximadamente seis millones en lugar de demostrarlo.


    La incontestable abundancia de "sobrevivientes" del Holocausto

    Uno de los
    aspectos menos creíbles de la leyenda del exterminio masivo es el
    contraste entre la gran cantidad de "sobrevivientes" por un lado, y las
    astronómicas cifras oficiales de exterminados por el otro. El demógrafo
    italiano Sergio DellaPergola es
    uno de los que demostró la imposibilidad de tales cifras. De los
    aproximadamente 10 millones de judíos que ahora se alega que había en
    Europa antes de la guerra, seis millones habrían sido exterminados. Pero
    DellaPergola, comisionado por la Universidad Hebrea de Jerusalén fue capaz de localizar a al menos 1.092.000 sobrevivientes vivos en 2003, es decir 55 años después[13]. Tal como lo alegó la defensa de Ernst Zündel en su proceso en Canadá:


    • ¿Si realmente ocurrió un exterminio masivo de judíos, como es que hay tantos sobrevivientes en primer lugar?
    • Cada sobreviviente del Holocausto es una prueba viviente de que el Holocausto no ocurrió realmente.

    Población judía en Europa

    En el libro ¿Murieron realmente seis millones? de Richard Harwood se
    confrontan las cifras oficiales de fallecidos con censos realizados por
    organizaciones judías y publicados antes de la guerra. El mismo destaca
    que según la Chambers Encyclopaedia el número total de judíos en el
    continente era de 6.500.000, lo que significa que de haber ocurrido el
    Holocausto los alemanes además de combatir a los aliados en tres frentes se las habrían arreglado para exterminar secretamente a la casi la totalidad de los judíos del continente[14].


    Pero de esos 6.500.000, la información aportada por la publicación neutral suiza Baseler Nachrichten establece que entre 1933 y 1945, 1.500.000 de judíos emigraron a Reino UnidoSueciaPortugalAustralia,ChinaIndiaPalestina y los Estados Unidos. Esto es confirmado por el periodista Bruno Blau, que cita la misma cifra en el periódico judío Aufbau, del 13 de agosto de 1948. De esos inmigrantes, aproximadamente 400.000 emigraron desde Alemania a las islas británicas antes de septiembre de 1939. Este dato también es confirmado por el Congreso Judío Mundial en su publicación Unity in Dispersion (p. 377) que establece que:

    "La mayoría de los [judíos] alemanes consiguieron abandonar Alemania antes del estallido de la guerra."
    Además de
    los judíos alemanes, 220.000 de los 280.000 judíos austríacos habían
    emigrado para septiembre de 1939. Para marzo del mismo año en adelante,
    el Instituto de Emigración Judía de Praga puso a resguardo a otros
    260.000 judíos de Checoslovaquia. En total, unos 360.000 judíos quedaron en Alemania, Austria y Checoslovaquia después de septiembre de 1939. De Polonia,
    un estimado de 500.000 emigraron antes del estallido de la guerra.
    Estas cifras significan que el número de judíos que emigraron desde
    otros países europeos (FranciaHolandaItalia,
    países del Este, etc) fue de aproximadamente 120.000. Por lo tanto,
    este éxodo de judíos antes y durante las hostilidades redujo el número
    total de judíos en Europa a aproximadamente 5 millones. Además a esos inmigrantes debemos agregarles el número de judíos que huyeron a la Unión Soviética después
    de 1939 así como aquellos que fueron posteriormente evacuados desde
    Polonia por los soviéticos y los evacuados luego de la invasión alemana.
    La mayoría de estos provenían de Polonia, pero el historiador
    exterminacionista Reitlinger admite que 300.000 judíos de otras
    nacionalidades se las arreglaron también para escapar hacia la URSS entre 1939 y 1941. Eso eleva el número total de judíos que lograron escapar del territorio controlado por Alemania a 1.500.000.


    En la revista Colliers del 9 de junio de 1945, Freiling Foster escribe sobre los judíos de Rusia "2.200.000 han emigrado a la Unión Soviética desde 1939, para escapar de los nazis",
    aunque probablemente la estimación de un millón y medio sería mas
    exacta. La emigración judía a territorio soviético reduce por tanto el
    número de judíos en territorios ocupados por los alemanes a alrededor de
    3 millones y medio (aproximadamente 3.450.000). De estos deben ser
    excluidos aquellos que vivían en países neutrales. Según el Almanaque
    Mundial de 1942 (p. 594) el número de judíos viviendo en las islas
    británicas, Portugal,EspañaSueciaSuizaIrlanda y Turquía era de 413.128[14].


    Según estas
    cifras la exterminación de seis millones de judíos no habría sido
    posible ya que si tenemos en cuenta los que emigraron, no quedaban ya
    seis millones de judíos en la Europa ocupada por el Tercer Reich.


    El elefante invisible

    Muchos historiadores oficialistas afirman que algunas instituciones como los servicios de inteligencia aliados, el Vaticano y la Cruz Roja Internacional, pudieron denunciar o incluso evitar el genocidio, pero lo callaron, cometiendo alguna especie de complicidad (véase por ejemplo la obra del judío Daniel Goldhagen).
    A partir de esta idea, otros historiadores quieren imputar algún grado
    de responsabilidad a estas instituciones por el presunto Holocausto.


    El profesor Arthur R. Butz explica que los aliados disponían
    de una red de información que funcionaba de forma efectiva, tanto en
    los países ocupados por Alemania como en la propia Alemania[15], por lo que un crimen de una magnitud tan monstruosa como lo sería el asesinato de millones de personas en cámaras de gas,
    no podría de ninguna manera quedar oculto ante ellos durante años, más
    aún con organizaciones judías que a partir de 1942 reportaban
    atrocidades constantemente.


    Pero WashingtonLondres y Moscú no hacían nada para salvar a los judíos, pudiendo destruir los campos de exterminio y
    salvar así a millones. Tampoco los prevenían del exterminio que los
    amenazaba, pues los judíos no oponían ninguna resistencia a los
    traslados hacia los campos de trabajo. Los aliados tampoco llamaron la
    atención del pueblo alemán sobre el genocidio perpetrado por su
    gobierno. Asimismo, tanto el Papa Pío XII,
    como la Cruz Roja, habrían permanecido con los brazos cruzados hasta
    terminar la guerra, callando el genocidio. Durante la guerra nadie,
    excepto la propaganda judía, se comportaba como si dicho genocidio estuviese ocurriendo.


    Ya en 1942,
    el servicio de inteligencia británico consiguió captar y descifrar el
    código secreto de las comunicaciones radiales entre el cuartel general
    de las SS en Berlín y los supuestos campos de exterminio.
    En los informes diarios se daba cuenta de todos los casos de muerte.
    Según estos informes, la mayoría de las muertes se debía a enfermedades,
    pero también se comunicaron algunos casos de ejecuciones por
    fusilamiento o ahorcamiento. Pero de asesinatos en cámaras de gas no
    hubo nada, ni siquiera desde Auschwitz.


    Esto lo
    confirma el profesor Hinsley, actualmente docente en Cambridge, quien
    durante la guerra era especialista para el desciframiento de códigos
    secretos enemigos. En su libro explica: "Las comunicaciones radiales alemanas no contenían ninguna referencia a gaseos (no references to gassings)."[16]


    Desde
    diciembre de 1943, los aviones de reconocimiento aliados fotografiaban
    regularmente Auschwitz. Hasta la liberación del campamento por el ejército rojo en
    enero de 1945 confeccionaron centenares de fotografías en el curso de
    un total de 32 misiones. Por su tamaño, por su importancia bélica y por
    su constante vigilancia aliada, en Auschwitz, habría sido prácticamente
    imposible disimular un asesinato en masa perpetrado industrialmente. No
    obstante, durante dos años enteros, de 1942 a 1944, parecía que nadie
    notaba dicho asesinato. Sólo hasta el verano de 1944 aparecieron en la
    prensa internacional los primeros reportajes sobre las masacres.


    A los historiadores oficialistas se
    les dificulta explicar la razón de este "misterioso silencio" sobre el
    Holocausto. Todos están dispuestos a imputar responsabilidades a
    múltiples entidades de diferentes intereses entre sí y de los supuestos
    criminales, presumiendo así, más cosas de las absolutamente necesarias, pero
    nadie quiere ver la explicación más sencilla: si durante la guerra
    nadie se comportaba como si dicho genocidio estuviese ocurriendo,
    entonces, o bien se ignoraba de su existencia, o bien simplemente no
    estaba ocurriendo.
     (Ver: navaja de Ockham). Pero como un genocidio de tal magnitud no habría podido ser escondido ante la actividad aliada, entonces, la explicación más sencilla que resta es que tal genocidio no estaba ocurriendo. De hecho, el Vaticano y la Cruz Roja se enteraron de la presunta existencia del Holocausto sólo después de la guerra.


    Cuando los
    alemanes abandonan Auschwitz ante el avance soviético, la historia
    oficial dice que los prisioneros prefirieron irse junto con quienes "les
    estaban exterminando", rechazando la opción de quedarse y ser
    liberados. En otras palabras, los judíos presos en un "campo de exterminio", no lo creyeron. Y también ellos, actuaron como si el genocidio no estuviera ocurriendo.


    Tres de los principales actores en la "liberación" de Europa, el británico Winston Churchill, el general francés Charles de Gaulle y el estadounidense Dwight Eisenhower,
    no dicen una sola palabra sobre las supuestas cámaras de gas en sus
    memorias. Entre las más de 7000 páginas que escribieron relatando todos
    los detalles de la Segunda Guerra Mundial, no hay ninguna mención de "cámaras de gas", "genocidio" de los judíos o "seis millones" de víctimas. El profesor Robert Faurisson sugiere que estos personajes sabían o sospechaban que la propaganda de sus propios gobiernos sobre cámaras de gas no era cierta[12].


    El revisionista Arthur Butz explica:

    No veo
    ningún elefante en mi sótano. Si hubiese un elefante en mi sótano, con
    toda seguridad lo vería. Por lo tanto, de dos cosas, una: o no hay
    ningún elefante en mi sótano, o bien el elefante es invisible
    .

    Presuntas evidencias del Holocausto

    El Informe Gerstein y la confesión de Rudolf Höss

    Artículos principales: Informe Gerstein y confesión de Rudolf Höss

    Las principales y supuestas evidencias que establecieron de forma oficial el Holocausto en los Juicios de Núremberg fueron el Informe Gerstein y la confesión de Rudolf Höss, ambas confesiones extraídas mediante tortura. Estos supuestos testimonios constituyen el pilar más importante del mito del Holocausto puesto que provienen directamente del bando nacionalsocialista.[17]

    Un análisis sencillo, personal y detallado al Informe Gerstein[18] demuestra
    que sus cálculos son completamente incorrectos y sus datos son en
    extremo exagerados. A pesar de su confirmada autenticidad, es un
    testimonio atestado de inverosimilitudes y contradicciones por lo que no
    es de ningún modo fiable, además de contener el absurdo de que, en esta
    versión, elegida dentro de ocho distintas que se contemplaban para
    explicar las muertes en Belzec,
    los judíos habían sido asesinados con gases de escape de motores
    Diesel, una imposibilidad explicada a detalle por el revisionista Friedrich Paul Berg[19].


    La confesión de Rudolf Höss, fue extraída después de tres días de tortura, efectuada por la Policía Militar británica,
    tal y como admitió posteriormente uno de sus interrogadores. Se
    emplearon con él métodos tradicionales para hacer que dijera lo que sus
    captores querían oír, hecho que por sí mismo invalida por completo su
    fiabilidad.


    Testimonios

    Artículo principal: Falsos testigos del Holocausto

    En segundo orden se encuentran los testimonios, tanto de los demás oficiales nacionalsocialistas capturados (como Wilhelm Pfannenstiel que presuntamente confirma a Gerstein), como de los supuestos supervivientes (principalmente los judíos Filip Müller y Rudolf Vrba - que supuestamente confirman a Höss -, Elie WieselRudolf Reder,
    etc.). Estos testimonios carecen de validez si no pueden ser
    verificados o contrastados con algún indicio material, y de hecho, todos
    presentan significativas inconsistencias y contradicciones.


    En el tiempo en que se llevaron a cabo las acusaciones contra los nacionalsocialistas,
    jamás se realizó un dictamen pericial sobre los instrumentos con los
    que se habrían llevado a cabo los supuestos crímenes, principalmente las
    cámaras de gas y los crematorios; en ninguno de los juicios contra los
    jerarcas del Tercer Reich se
    ordenó elaborar tal peritaje, necesario para cualquier proceso por
    homicidio. Ningún informe de autopsia evidenciando que los cuerpos
    fueron asesinados con gas, fue presentado o realizado. Ninguna de las
    tantas e innumerables maravillas de la tecnología alemana para asesinar
    personas, descritas fielmente en los Juicios de Núremberg, fueron presentadas ante el tribunal como cuerpo del delito.


    A falta de estas pruebas materiales y de documentos, el Tribunal de Núremberg tuvo
    que fundamentarse sólo mediante testimonios. Fue así que durante el
    proceso, había una gran abundancia de declaraciones escritas de
    presuntos testigos oculares bajo juramento. El problema con este tipo de
    declaraciones en ausencia, fue que no era posible interrogar a los
    testigos a fin de corroborar la veracidad de sus declaraciones[20].
    Y finalmente, para confeccionar dichas declaraciones, sólo se habrían
    necesitado algunas máquinas de escribir y papel en grandes cantidades.


    De hecho, el desarrollo de los Juicios de Núremberg y su uso indiscriminado de "testimonios", no fue tan diferente al de los que se realizaron en la época de la cacería de brujas.

    Si la verdad de un hecho debe consagrarse por el número de testigos que la corroboran, la existencia del diablo en la Edad Media estaría mejor fundada que la de cualquier personaje histórico.
    Charles Seignobos (1854-1942), historiador

    Falsos testimonios

    También existieron muchos testigos y algunas confesiones que describieron el proceso de exterminio con cámaras de gas en los campos de DachauBuchenwald[21]Ravensbrück[22] y Mauthausen[23],
    "hecho" que fue "establecido" durante los Juicios de Nüremberg, pero
    desde 1960 todos los historiadores "serios" de la versión oficial,
    admiten que todo esto era producto de la propaganda antialemana, y que los testimonios eran fraudulentos. Paul Rassinier participó de manera importante en la refutación de estos testimonios.


    El historiador exterminacionista alemán Martin Broszat fue
    uno de los expertos designados por el gobierno alemán que demostró que
    no había cámaras de gas dentro del territorio alemán, aunque pensaba que
    sólo existían en Polonia. Incluso una vez demostrada la no existencia
    de cámaras de gas por las autoridades alemanas, continuaban apareciendo
    "supervivientes" que afirmaban haber visto gaseamientos en los campos de
    Alemania.


    Por otro lado, el denominado Documento Lauchout o Documento Müller fue emitido por el Tribunal Militar Internacional de Nüremberg en 1948 y sacado a la luz por el profesor Emil Lachout, lo que le hizo blanco del acoso de los medios y la policía austríaca por mas de una década.

    Servicio de Policía Militar.Viena, 1 de Octubre de 1948.

    Circular
    número 31/48: ‘La Comisión Investigadora Aliada’ ha constatado hasta la
    fecha, que en los campos de concentración siguientes, no tuvo lugar la muerte de ningún ser humano mediante gas venenoso:
    Bergen-Belsen, Buchenwald, Dachau, Flossenburg, Gross-Rosen, Mauthausen
    y anexos, Natzweiler, Neuengamma, Niedahagen (Wewelsburg),
    Rravensbrück, Sachsenhausen, Stutthof, Theresienstadt. En estos (trece) casos, se ha podido comprobar que se obtuvieron confesiones mediante tortura y prestaron falsos testimonios. Ello
    debe tenerse en cuenta durante las pesquisas e interrogatorios de
    criminales de guerra. Este resultado de las investigaciones deberá
    ponerse en conocimiento de los antiguos internados en campos de
    concentración que, al ser interrogados, hagan declaraciones sobre el
    asesinato en estos campos de personas, especialmente judías, mediante gas venenoso. En caso de que persistan en sus afirmaciones, deberán ser denunciados por falso testimonio.

    Testimonios basados en rumores

    Los testigos
    "supervivientes" que han afirmado la existencia de cámaras de gas, lo
    han hecho no según lo que ellos habían visto, sino según lo que habían
    oído decir.


    Un ejemplo típico e ilustrativo es el del Dr. Benedict Kautzsky, quien sucedió a su padre en la dirección del Partido Social-demócrata austríaco.

    Después de
    haber declarado que en Auschwitz el tiempo máximo de supervivencia era
    de tres meses (aunque él permaneciera internado allí durante tres años),
    escribió un libro titulado: Teufel und Verdammt("El diablo y el condenado") publicado en Suiza en 1946, a propósito de las cámaras de gas dice: "No las vi con mis propios ojos, pero su existencia me fue confirmada por varias personas dignas de crédito".


    Otro de este tipo de testigos es Rudolf Vrba, uno de los más famosos supuestos supervivientes de Auschwitz. Su libro I cannot forgive ("No
    puedo perdonar") se ha considerado experiencia directa de los
    gaseamientos. Sin embargo, sometido a un interrogatorio en enero de
    1985, bajo juramento, en el proceso de Ernst Zündel en Canadá, Vrba admitió que no presenció muchas escenas que describió en su libro, y que sólo las sabía 'de oídos'.


    En este mismo proceso, otro supuesto superviviente llamado Arnold Friedman, reconoció que él personalmente no vio nada, sino que lo sabía de oídas y "se lo había oído contar a personas que le parecían dignas de crédito".

    Informe Korherr

    Artículo principal: Informe Korherr

    Para sostener las cifras oficiales de prisioneros exterminados por los alemanes, la historia oficial suele citar el informe Korherr,
    del cual se alega que contiene información estadística sobre las
    víctimas de los pretendidos campos de exterminio, aunque en su texto el
    informe habla de prisioneros deportados al este, tal como lo confirmó su
    autor años mas tarde. Para concluir que dicho informe se refiere a
    exterminados, la historia oficial, sin aportar evidencia de ningún tipo,
    asume previamente que la Solución Final consistía en el plan de exterminio de los judíos, en lugar de su expulsión, tal como se había discutido en laConferencia de Wannsee.
    Esto último tiene más congruencia con los documentos disponibles y con
    la reiterada intención que, desde el principio, el régimen
    nacionalsocialista tuvo al respecto, además de ser una explicación que,
    al contrario de la versión oficial, prescinde de la existencia de elementos que van más allá de lo absolutamente necesario.


    Fotografías

    Artículo principal: Fotografías del Holocausto


    Wikipedia en español muestra esta fotografía[24] afirmando que las muertes de las personas en la imagen se debieron a inanición y disparos de laGestapo.
    Sin embargo, se ven claramente los edificios destruidos y los muertos
    sacados al exterior y agrupados en filas para su conteo. En realidad
    fueron víctimas de un bombardeo de la Royal Air Force.[25]
    Entre otras
    evidencias, se presentan generalmente las fotografías que fueron tomadas
    a los prisioneros famélicos por la falta de los suministros causada por
    el bombardeo aliado, fotografías de cientos de cadáveres, tanto de
    judíos como de alemanes, víctimas de las epidemias como el tifus,
    víctimas de inanición, sin contar las víctimas de muerte natural.


    A pesar de
    que la mayor parte de las fotografías son auténticas, algunas han
    resultado ser montajes propagandísticos y otras se han presentado fuera
    de todo contexto.


    En su libro Faked AtrocitiesUdo Walendy[26] describe
    algunas de las formas en las que la nación alemana es satanizada
    mediante el uso de fotografías falsificadas. Ahí trata con este problema
    y muestra:


    1. Fotografías
      que son mostradas con diferentes pies de foto para adaptarse a la
      circunstancia o contexto. El pie de foto puede describir una
      circunstancia, tiempo y lugar totalmente diferentes a otro pie de foto
      de la misma foto publicada en otra parte.
    2. Fotografías
      que son alteradas; a veces sin razón aparente; por ejemplo, con
      respecto a la ropa, peinados, expresiones faciales. Estas alteraciones
      lanzan severas dudas sobre el origen de la foto en sí misma.
    3. Fotografías
      imposibles, en las que las sombras están mal, se contradicen entre sí, o
      incluso no existen. O bien, que la anatomía de las personas retratadas
      es imposible, en comparación con los esqueletos. Este tipo de imágenes
      de atrocidades son generalmente pinturas o dibujos.
    4. Fotografías de atrocidades que en realidad son de origen soviético.
    5. Imágenes
      que en realidad no prueban nada. Por ejemplo, imágenes de cadáveres
      cuya causa de muerte no es conocida y que puede atribuirse a las
      epidemias. Pilas de ropa, zapatos y anteojos que fueron retirados a los
      prisioneros para uniformarlos, así como cúmulos de latas vacías del
      insecticida Zyklon B usado para la prevención de plagas.

    El Diario de Ana Frank

    Artículo principal: Diario de Ana Frank

    También se suele presentar como evidencia el Diario de Ana Frank, cuyas partes comprometedoras fueron escritas con bolígrafo por Otto Frank,
    padre de Ana. El bolígrafo no fue inventado sino hasta 1949, es decir,
    cuatro años después de la muerte de Ana Frank, y comenzó a ser
    comercializado recién en 1951. Por otra parte, Ana Frank y su hermana
    fueron internadas en Auschwitz y en lugar de gasearlas, las enviaron a Bergen-Belsen,
    donde se reconoce que murieron de tifus. Algo parecido ocurre con su
    padre Otto, que llega herido a Auschwitz y en lugar de llevarle a la
    cámara de gas, es trasladado a la enfermería y sobrevive a la guerra.
    Sin embargo para algunos, el Diario es evidencia que apoya la versión
    oficial sobre el Holocausto, porque se dice que otros familiares y
    amigos de la familia sí murieron gaseados, aunque no se aportan pruebas
    de ello.


    Citas de Hitler y otros oficiales

    A falta de otras pruebas del asesinato de millones de judíos, los exterministas citan con frecuencia palabras que Hitler y
    otros oficiales nazis habían pronunciado en agresivos discursos
    ideológicos o de guerra que bien podrían ser vistos o interpretados como
    claras amenazas de exterminio si no se conoce de antemano el contexto
    real de los mismos. En el último capítulo del tomo II de Mein Kampf (Mi Lucha), por ejemplo, se lee lo siguiente:


    Si al principio de la guerra (la Primera Guerra Mundial) y
    durante la misma se hubiera expuesto a los gases venenosos a unos
    12.000 o 15.000 de estos hebreos perversores del pueblo, tal como
    soportaron cientos de miles de nuestros mejores trabajadores alemanes de
    todas las clases y profesiones en el campo de guerra, entonces el
    sacrificio de millones no hubiera sido en vano
    Adolf Hitler, Mein Kampf.
    Recordemos
    que los gases venenosos fueron utilizados como arma química contra
    civiles y militares alemanes en el campo de batalla, pero Hitler, a
    pesar de poseer esta arma, no la utilizó contra sus enemigos durante la Batalla de Inglaterra.
    El contexto en el cual se encuentra esta frase, así como las cifras que
    maneja, no expresa que Hitler deseaba la ejecución de todos los judíos,
    sino sólo la liquidación de los cabecillas marxistas que generalmente eran de origen judío, y que se consideraban desde entonces los causantes de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (véase el "Dolchstoss" o "apuñalamiento por la espalda").


    También, en casi ningún libro sobre Hitler falta la mención del discurso que pronunciara el dictador el 30 de enero de 1939:

    Si el
    judaísmo financiero internacional, dentro y fuera de Europa, lograra una
    vez más precipitar los pueblos a una guerra mundial, entonces el
    resultado no sería la bolchevización del mundo, y con ello, la victoria
    de la judería, sino la aniquilación de la judería
     (literalmente: "das Judentum"en Europa.
    Con
    "judería", ¿se refería Hitler a todo el pueblo de la raza judía? ¿o más
    bien al llamado "judaísmo financiero internacional que habría instalado
    el bolchevismo en Europa", es decir, un judaísmo político?
    De hecho no existe ninguna razón para inclinarse por lo primero, aunque
    todos los que continúan creyendo en el Holocausto así lo hagan.


    Aún mucho más comprometedor resulta lo que el Dr. Joseph Goebbels dijera en un artículo para la publicación Das Reich: dijo que los judíos "pagarían con el exterminio de su raza en Europa""y quizá más allá de Europa".
    Sin embargo, ni esta cita puede tomarse como una prueba. La declaración
    de Goebbels fue una reacción en represalia a los duros ataques aéreos e
    iba dirigida contra la prensa bajo control judío que era, según él, muy
    responsable del clima propagandístico que posibilitó los bombardeos
    terroristas. Lo que dijo en Das Reich fue:


    En esta
    guerra los judíos están haciendo su juego más criminal y tendrán que
    pagar por ello con el exterminio (Ausrottung) de su raza en Europa y
    quizá incluso más lejos. No se les va a tomar en serio en esta guerra ya
    que no representan ni los intereses británicos ni los americanos, sino
    exclusivamente los judíos
    .
    Noticia del 24 de marzo de 1933 sobre elboicot comercial declarado por el Congreso Mundial Judío contra Alemania, poco después de que Adolf Hitler asumiera
    el poder. Los historiadores generalmente omiten este tipo de
    información, con el fin de presentar al régimen nazi como el causante de
    los conflictos.
    El Ministro de Propaganda Joseph Goebbelsinsta
    a Berlín a iniciar un boicot comercial contra los negocios judíos en
    abril de 1933, como reacción al boicot comenzado por la comunidad judía
    en marzo del mismo año. Discursos como este fueron posteriormente
    aprovechados por la propaganda aliada para apoyar la tesis del
    exterminio, omitiendo las causas que motivaron los discursos.
    Algunos de
    estos discursos eran parte de una serie de tácticas intimidatorias que
    tenían el propósito de hacer cumplir una política de emigración masiva
    de acuerdo a lo estipulado en el programa nacionalsocialista. Puesto que esta emigración era también del interés de los sionistas,
    quienes consideraban que todos los judíos debían vivir en su patria
    original y no en territorios extranjeros, hubo una especie de
    colaboración, generalmente omitida, entre nacionalsocialismo y sionismo
    por lo que también los sionistas fomentaron la emigración de la mayor
    cantidad de judíos posible hacia la región de Palestina(Acuerdo Haavara o Acuerdo de transferencia)[27][28].


    De hecho el fundador del sionismo había recomendado esta vía como método para promover la emigración a Palestina y usurpar mas territorio a los árabes. Theodor Herzl se refirió a esto como una bienvenida "Solución Final a la cuestión judía"[29][30].
    Lo que indica que por aquel entonces estaba claro que la "solución
    final" se refería a la emigración de los judíos. Herzl escribió:


    Los antisemitas se convertirán en nuestros mas seguros amigos; mientras que los países antisemitas, nuestros aliados
    Theodor Herzl, página 19 de su diario personal[30].
    Esta
    estrategia resultó tan eficaz que se ha seguido utilizando hasta
    nuestros días por parte del sionismo. En 2003, el primer ministro
    israelí volvió a utilizar la palabra "solución" para referirse a la
    "emigración" como respuesta a presuntas amenazas antisemitas.


    La mejor
    solución para el antisemitismo es la emigración a Israel. Es el único
    lugar del planeta donde los judíos pueden vivir como judíos.
    Al año siguiente una ola de inmigrantes judíos arribó desde Francia.
    Sharon les recibió con beneplácito e insto a los judíos de América y
    del mundo a seguir sus pasos y aseguró que mudarse a Israel es
    "imprescindible" ante una supuesta escalada del antisemitismo a nivel
    mundial.


    Pero aún
    antes de que Hitler hubiese promulgado su primera ley "antijudía", las
    organizaciones judías del mundo desencadenaron en marzo de 1933 una campaña de boicot comercial
    que causó un gran daño económico a Alemania. En abril de 1933, en
    respuesta a este boicot contra la economía alemana, los funcionarios
    alemanes tomaron medidas similares e iniciaron un boicot contra los
    negocios judíos. La intención de los sionistas era de provocar a Hitler
    para que éste intensificara cada vez más las medidas "antijudías" y así
    acelerar la emigración de los judíos hacia Palestina.


    Otras de estas citas son una respuesta al Plan Kaufman y Plan Morgenthau,
    ambos judíos, que recomendaban abiertamente la desintegración de
    Alemania, la esterilización forzada de los alemanes con el objeto de
    asegurar la desaparición de su raza y su uso como mano de obra esclava[31].
    Todo esto antes de que los vencedores de la guerra, junto a
    historiadores judíos, comenzaran a propugnar la teoría de que los
    nacionalsocialistas elaboraron un plan de exterminio.


    ...ciertamente
    la esterilización del pueblo alemán no puede ser considerada sino como
    una gran medida sanitaria promovida por la humanidad para inmunizarse
    contra el virus del Germanismo. La población de Alemania, excluyendo los
    territorios conquistados y anexados, es de aproximadamente 70 millones,
    de los cuales aproximadamente la mitad son hombres y la mitad mujeres. Para lograr el propósito de la extinción de los alemanes solo
    sería necesario esterilizar a 48 millones - una cifra que excluye a
    varones de mas de 60 años y mujeres de mas de 45, por su limitada
    capacidad procreativa-.
    [32]
    Theodore N. Kaufman, periodista judío, autor del Plan que lleva su nombre
    El plan
    Kaufman se hizo público en 1941, recibió el apoyo de los líderes de las
    tres principales potencias aliadas y dio lugar a varios discursos de
    Goebbels que todavía hoy se exponen como prueba de un presunto
    exterminio de los judíos. Ese año se imprimió la propaganda alemana que
    difundía las amenazas de Kaufman respondidas mediante otras amenazas. La
    táctica utilizada aquí ha sido omitir el discurso de los adversarios de
    los nazis y presentar sólo las respuestas de éstos últimos como prueba
    de un supuesto plan.


    Todas estas
    citas pueden ser interpretadas por los inexpertos o por los activistas
    difusores del Holocausto como una predicción sobre el supuesto destino
    de los judíos en Europa, que la historia oficial ha manejado como dogma
    inamovible, pero no hay que olvidar que para el movimiento
    nacionalsocialista debió imponerse un rígido lenguaje combativo, lo cual
    siempre había sido típico en el ejército y durante la guerra desde
    mucho tiempo antes de la aparición del nacionalsocialismo. Palabras como
    "destruir" o "aniquilar" eran de uso común en la retórica y oratoria,
    no sólo de los nacionalsocialistas, sino también de losaliados:
    Existe abundancia de citas extremistas y provocativas análogas de parte
    de los aliados que no se llegan a exponer en los libros con la misma
    recurrencia que poseen las citas de los nazis, por ejemplo cuando el día
    de la declaración de guerra de Gran BretañaWinston Churchill dijo que "el objetivo de la guerra es la aniquilación de Alemania".
    Si se respetan estas cuestiones de neutralidad no se podría interpretar
    tampoco que Churchill tenía la clara intención de exterminar
    físicamente a todos los alemanes.


    De todo esto se pueden desglosar tres puntos básicos sobre estas citas, a saber:

    • Que
      algunas fueron reacciones a las iniciativas sionistas o a los ataques
      aliados, como en el caso de Goebbels quien reaccionó furioso ante aquel
      bombardeo aéreo.
    • Que la
      gente puede llegar a decir cosas extremas durante la guerra y que frases
      violentas fueron pronunciadas indistintamente por los representantes de
      ambos bandos del conflicto.
    • Que
      suele ser necesaria una profunda comprensión del contexto histórico y de
      las circunstancias específicas para poder interpretar el significado
      exacto de estos comentarios.
    Cuando los
    historiadores exterministas interpretan citas como éstas como pruebas
    del Holocausto, tropiezan con una contradicción demasiado evidente, pues
    si se les pregunta porqué no existen documentos donde se haya decretado
    el supuesto genocidio, ni fosas comunes con víctimas del Holocausto,
    generalmente contestarán que los alemanes querían ocultar, a toda costa,
    este crimen ante el mundo, por lo que no se realizaron estos
    documentos, o bien, los destruyeron, así como también se tuvo la
    escrupulosa diligencia de eliminar cualquier rastro de todos los
    cadáveres de sus víctimas, pero esto a pesar de que, también según la
    historia oficial, los nazis ya antes habrían pregonado con todas
    aquellas citas, ante el mundo entero y sin ninguna clase de secretos ni
    ocultamientos, sus claras intenciones de genocidio. (Ver también:Solución Final)


    Por este
    motivo los revisionistas sugieren una explicación mas sencilla: los
    Aliados encontraron en este intercambio de amenazas entre
    nacionalsocialistas y grupos judíos, el material y la oportunidad de
    acusar a Alemania de llevar adelante un genocidio, independientemente de
    que el mismo haya tenido lugar o no.


    Un ejemplo moderno de esta táctica puede verse con claridad en la manipulación de las declaraciones de Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán, donde Israel planea un ataque que podría justificar posteriormente sobre la frase "Israel será borrado del mapa".
    Al dejar de lado el marco, el contexto y hacer una traducción
    conveniente, este tipo de frases se utilizan posteriormente como
    "prueba" de un supuesto plan.


    El Discurso de Posen

    Se habla también, más recientemente, del supuesto discurso de Heinrich Himmler en Posen (Poznan),
    del cual se dispone de una audiograbación de una pequeña parte del
    mismo donde se oye pronunciar claramente la palabra "Ausrottung" que
    actualmente se traduce como "exterminio". Sin embargo las
    investigaciones de los revisionistas (David Irving entre otros) han demostrado que en la época de la Alemania nazi, la palabra también se traducía como "desarraigar" o "erradicar" una plaga o un mal,
    en este caso refiriéndose por ejemplo a la influencia judía. Existen
    varios diccionarios impresos en la época que apoyan ese argumento. No
    obstante es cierto que en la actualidad el término se traduce como
    exterminar.


    Himmler hace
    alusión en su discurso a que el supuesto exterminio está en el programa
    del partido nazi y por tanto se lo llevará a cabo: "Está claro, la eliminación (Ausscheltung) de los judíos está en nuestro programa y lo estamos haciendo; el "exterminio" (Ausrottung) es lo que estamos haciendo". La pregunta que deberíamos hacernos para clarificar la cita es: ¿Qué dice el programa?.
    El programa del partido habla claramente de expulsar del país a los no
    ciudadanos en caso de que no fuera posible proporcionar sustento a los
    alemanes[33].
    Los 25 puntos del programa podrían entrar fácilmente en una carilla, no
    tienen ambigüedad alguna y no hacen uso de la palabra "Ausrottung" en
    su versión en alemán[34].
    En el punto 4 del programa, se establece claramente que ningún judío es
    ciudadano alemán y en el punto 7 afirma que si no fuera posible
    proporcionar sustento a toda la población, los extranjeros "no
    ciudadanos" serán expulsados del Reich, que es exactamente lo que
    ocurría en 1943. Por tanto podría argumentarse que en la cita anterior
    no es coherente traducir "Ausrottung" como exterminio, porque el
    programa ni siquiera usa la palabra "Ausrottung".


    A menudo se
    argumenta que esa palabra aplicada a personas siempre significa
    exterminar pero hay varios discursos nazis donde se utiliza en
    referencia a los cristianos o desempleados, detalle que no ha sido
    explicado, por lo cual no deja de ser un tema polémico. Sin embargo al
    afirmar que el discurso es prueba de un exterminio ordenado por Hitler,
    caemos en las siguientes suposiciones y especulaciones que mantiene la
    versión oficial, las cuales todas deberían ser ciertas:


    • El discurso realmente se refiere a exterminar a los judíos: tema polémico ya comentado.
    • Himmler lo pronunció: el testigo Gottlob Berger dijo que la voz en la grabación no era la de Himmler, pero luego se retractó afirmando que "pudiera ser",
      por tanto no es seguro, y por algún motivo a los fiscales no les
      interesó demostrarlo por otros medios. Así que la prueba de que Himmler
      realmente pronunciara este discurso es muy débil.
    • El
      discurso, tal cual se presentó en el juicio, fue pronunciado en Possen
      frente a los jerarcas nazis: En este punto el juez Powers, designado por
      los Aliados y presidente del tribunal senteció que "no hay pruebas de que fuera pronunciado ni en Poznan ni en otro lugar en concreto.".
      Además Gottlob Berger declaró que la transcripción no coincidía
      exactamente con lo dicho en Possen, ya que recordaba varios pasajes del
      discurso: "Esto no figura en la transcripción. Puedo decir con certeza que no se habló del "Ausrottung" de los judíos" Por tanto, ni siquiera un juez designado por los Aliados se atrevió a respaldar esta especulación.
    • Himmler
      transmitía una orden de Hitler: Se trata de otra completa especulación
      sin base de ningún tipo, ni testigos, ni documentos ni ninguna otra
      prueba, donde además, el juez Powers describe el discurso como una "actitud personal" de Himmler[35].
    Como prueba
    de que Hitler ordenó el exterminio judío (que contradice a los
    revisionistas) es realmente pobre, ya que estas suposiciones, una sobre
    otra, basadas en pocas o ninguna prueba, deberían ser todas ciertas
    según la historia oficial.


    Esta
    supuesta "prueba" cae también en la misma contradicción antes
    mencionada, pues según la historia oficial los nazis ocultaron todo y no
    generaron documentos que los incriminaran, o bien, los destruyeron. Es
    decir, la cuestión sobre el exterminio de los judíos habría sido un
    secreto de Estado, por lo que la reunión en Posen habría sido también
    ultra secreta, resultando inconveniente y poco inteligente
    audiograbarla.


    El texto del presunto discurso de Posen forma parte del documento 1919-PS y ocupa 63 páginas en los volúmenes del IMT.

    Uso político del Holocausto

    El Holocausto, siendo un fenómeno surgido como propaganda de guerra, ha sido un concepto impuesto académicamente por la constante presión política de organizaciones judías radicales como la Liga Antidifamación, el Centro Simon Wiesenthal o la American Jewish Committee,
    y que desde sus inicios ha sido explotado con el propósito de obtener
    beneficios económicos para financiar la creación de un hogar judío en Palestina,
    y actualmente para obtener el apoyo político de la mayoría de los
    Estados occidentales. Estos beneficios se han conseguido por medio del
    cobro en concepto de grandes indemnizaciones a Alemania, mismas que para el año 1952, ascendieron a 85.000. millones de marcos[36]. Alemania ha pagado más de 90.000 millones de marcos (56.000 millones de dólares aproximadamente) a Israel y a organizaciones sionistas desde 1949. De ahí radica la razón de la constante censura y desprestigio hacia el revisionismo del Holocausto, puesto que su validez histórica representa un peligro para los intereses delsionismo y del Estado de Israel.


    Este uso político de la Historia es descrito por Roger Garaudy, en Los mitos fundacionales del Estado de Israel[37] así como por el profesor judío Norman Finkelstein,
    cuyos padres estuvieron internados en campos de trabajo y quien es
    conocido por expresar en sus obras, críticas a la política exterior
    israelí y que el "Holocausto está siendo explotado con fines
    políticos pro-israelíes y para financiar a los actores políticos en
    perjuicio de los actuales supervivientes"
    . Por expresar esta opinión, la presión de la comunidad judía le obligó a abandonar su puesto como profesor de ciencias políticas en la Universidad DePaul en diciembre de 2007.[38]


    Incluso el rabino Arnold Jacob Wolf, director de la Fundación Académica Hillel, de la Universidad de Yale, dijo públicamente: "Me da la impresión de que en lugar de dar clases sobre el Holocausto, lo que se hace es venderlo".

    El Holocausto también ha servido como arma política para generar, entre los alemanes en particular y los europeos en general, un sentimiento de culpa,
    y para desmoralizar cualquier intento de restaurar un sentimiento
    nacionalista entre ellos, así como para promover entre el resto del
    mundo, la germanofobia y la eurofobia.


    Mon Holocauste

    Acaba de salir editado en París el libro Mon Holocauste, ed. Le Cherce-Midi, 2015, 358 pp. La autora es Tova Reich, la ex mujer del director del Museo del Holocausto de Washington. Se trata de una novela en donde la autora cuenta con un desparpajo increíble para lo políticamente correcto el
    universo de hipocresía y chantaje moral en que se mueve el personaje
    principal Maurice Messer (que es su marido en la vida real) que se
    construyó una leyenda antinazi y su hijo Norman que dirige una empresa llamada Holocaust Connextions Inc, cuyo eslogan es "Haga de su causa un Holocausto" y repite siempre "Nosotros los judíos somos más humanos que los otros, a causa que nuestros antepasados sufrieron". El clan Messer hizo una fortuna con la Shoah.


    (Ver también: Activismo exterminista)

    Referencias

    1.  Finkelstein, Norman,The Holocaust Industry: Reflections on the Exploitation of Jewish Suffering, 2000, ISBN 1-85984-488-X.
    2.  Entrevista de Robert Faurisson al periódico argelino Daily Echorouk ("Alba"), 17 de enero de 2009
    3.  The American Jewish Year Book, pg 15.
    4.  Ben Hecht.
    5.  Ben Weintraub, El Dogma del Holocausto: La Clave del Nuevo Orden Mundial, Publicaciones Cosmos, 1994
    6.  Benjamen Blech, Los secretos de las palabras hebreas. J Aronson Inc., 1991, p. 241
    7.  Imagen del texto
    8.  Heddesheimer, Don, The First Holocaust
    9.  Cartas de Rabbi Weissmandel
    10.  Hoffmann, Joachim, Stalin's War of Extermination (1941-1945), 1995
    11.  Rozek, Edward J., Allied Wartime Diplomacy: A Pattern in Poland , John Wiley and Sons, NY. página 209-210
    12. ↑ 12,0 12,1 The Detail By Dr. Robert Faurisson 12-5-5
    13.  Weber's use of Goebbels for partial holocaust
    14. ↑ 14,0 14,1 ¿Murieron realmente seis millones?
    15.  Walter Laqueur, The Terrible Secret, 1980.
    16.  Hinsley, British Intelligence During the Second World War (Cambridge University Press, New York, 1981, p. 673.
    17.  Manfred Köhler, The Value of Testimony and Confessions Concerning the Holocaust.
    18.  Informe Gerstein
    19.  Friedrich Paul Berg, Cámaras de Gas Diesel: Mito dentro del Mito.
    20.  Faurisson, Robert, Escritos revisionistas, Pg 10, AAAGH, marzo 2008
    21.  Abbé Georges Hénocque, Les antres de la bete, G. Durassie et Cie., París, 1947.
    22.  Confesiones de Suhren, comandante de Ravensbrück, de su suplente Schwarzhuber y del médico del campamento Treite
    23.  Confesión de Franz Ziereis, comandante de Mauthausen.
    24.  Wikipedia: Holocausto
    25.  Mittelbau-Dora Concentration Camp Memorial
    26.  Udo Walendy, Do Photographs Prove the NS Extermination of the Jews?
    27.  Heinz Höhne, Der Orden unter dem Totenkopf (La cofradía bajo el símbolo de la calavera).
    28.  Rainer Zitelmann, Hitler. Eine politische Biographie.
    29.  Palestina y Theodor Herzl (en inglés)
    30. ↑ 30,0 30,1 Judíos contra el sionismo: El sionismo promueve el antisemitismo (en inglés)
    31.  Kaufman, Theodore, Germany Must Perish!
    32.  Kaufman, Theodore, Germany Must Perish!, cap. 7
    33.  Programa de los 25 puntos del NSDAP
    34.  Programm der NSDAP (alemán)
    35.  Butz, Arthur (2003), La fábula del Holocausto, AAAGH, p.151
    36.  Revista Spiegel, Nº18, 1992
    37.  Garaudy, Roger, Los mitos fundacionales del Estado de Israel
    38.  Noticia sobre Norman Finkelstein, publicada el 10 de diciembre de 2007.

    Artículos relacionados

    Falsos testigos del Holocausto

    Los verdaderos Holocaustos

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    ¡Impresionante análisis del Holocausto! por Steven Anderson.
    Si Ud. quiere ver un análisis imparcial sobre el fenómeno del Holocausto, no puede dejar de ver éste video. Steven Anderson nos
    clarifica de una manera directa y contundente la realidad de éste
    acontecimiento histórico que tanta controversia ha levantado desde el
    fin de la Segunda Guerra Mundial.
    Al ver éste video ya no te quedarán más dudas sobre una de las mayores
    mentiras históricas que había sido encubierta hasta nuestros días.


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  3. Preguntas y respuestas

    1. ¿Qué pruebas existen de que los nazis practicaron el genocidio o asesinaron deliberadamente a seis millones de judíos?
    Ninguna. La única evidencia son los testimonios de posguerra de "supervivientes" individuales. Estos testimonios son contradictorios, y ningún "superviviente" afirma
    haber sido testigo de ningún gaseamiento. No hay documentos de la época
    que lo demuestren ni ninguna prueba tangible: ni montones de cenizas,
    ni crematorios capaces de eliminar millones de cuerpos, ni pilas de
    ropa, ni jabón hecho de restos humanos, ni pantallas de lámparas hechas
    con piel humana, ni registros, ni estadísticas demográficas creíbles.
    2. ¿Qué evidencias existen de que los nazis no mataron a seis millones de judíos?
    Un gran
    número de pruebas forenses, demográficas, analíticas y comparativas que
    demuestran la imposibilidad de dicha cifra. La cifra constantemente
    repetida de "seis millones" es una exageración irresponsable.
    3. ¿Afirmó Simon Wiesenthal por escrito que "no había campos de exterminio en suelo alemán"?
    Sí. El famoso "cazador de nazis" escribió esto en el número del 24 de enero de 1993 de Stars and Stripes. También afirmó que los "gaseamientos" de judíos tuvieron lugar sólo en Polonia.
    4. Si Dachau estaba en Alemania e incluso Simón Wiesenthal dice que no era un campo de exterminio, ¿por qué miles de veteranos americanos dicen que lo era?
    Porque después de que los aliados capturaran Dachau, se llevó a miles de soldados americanos allí y se les enseñó varios edificios diciendo que eran cámaras de gas, y porque los medios afirmaron, amplia pero falsamente, que Dachau era un campo de "gaseamiento".
    5. Auschwitz estaba en Polonia, no en Alemania. ¿Hay alguna prueba de la existencia de cámaras de gas destinadas a asesinar seres humanos en Auschwitz?
    No. Auschwitz, capturado por los soviéticos, fue modificado en la posguerra, y se reformó una habitación para que pareciera una gran "cámara de gas". Después de que el gran experto americano en diseño y construcción de cámaras de gas Fred A. Leuchter, examinara ésta y otras supuestas instalaciones de gaseamiento de Auschwitz, afirmó que era "absurdo" decir que fueron usadas, o pudieron ser usadas, para ejecuciones.
    6. Si Auschwitz no era un "campo de la muerte", ¿cuál era su finalidad?
    Era un
    centro de internamiento y parte de un complejo fabril a gran escala.
    Allí se producía combustible sintético, y sus prisioneros fueron
    utilizados como mano de obra.
    7. ¿Quién, dónde y cuándo creó los primeros campos de concentración?
    Aparentemente,
    los campos de concentración se usaron por primera vez en el mundo
    occidental en la Guerra de Independencia Americana. Los británicos encerraron
    a miles de americanos, muchos de los cuales murieron por enfermedades y
    malos tratos. Andrew Jackson y su hermano -que murió- estuvieron en
    campos. Más tarde, los británicos volvieron a utilizar campos en
    Sudáfrica para encerrar a mujeres y niños afrikáners durante su
    conquista del país (la Guerra Bóer). Decenas de miles murieron en estos
    agujeros infernales, que fueron mucho peores que cualquier campo de concentración alemán de la Segunda Guerra Mundial.
    8. ¿Se
    diferencian en algo los campos de concentración alemanes de los campos
    de reubicación americanos donde se encerró a americanos de origen
    japonés, alemán o italiano, durante la Segunda Guerra Mundial?
    Exceptuando
    el nombre, la única diferencia significativa fue que los alemanes
    encerraron a personas en base a que fueran una amenaza a la seguridad ,
    real o sospechada, del esfuerzo de guerra alemán, mientras que los
    americanos encerraron a gente en base simplemente a la raza.
    9. ¿Por qué los alemanes encerraron a judíos en campos de concentración?
    Porque los
    alemanes consideraban que los judíos eran una amenaza directa a su
    soberanía nacional y su supervivencia, y porque un número
    desproporcionado de judíos tomaba parte en la subversión comunista. Sin embargo, todos los sospechosos de amenazar a la seguridad -no sólo judíos- podían ser encerrados.
    10. ¿Qué extensa medida tómo la comunidad judía mundial contra Alemania ya en 1933?
    Un boicot internacional de productos alemanes. El 24 de marzo de
    1933, la comunidad judía internacional declaró la guerra a Alemania y
    ordenó un boicot mundial de los productos alemanes simplemente porque el
    gobierno alemán había apartado a judíos de puestos influyentes y había
    devuelto el poder al pueblo alemán. La orden del boicot y la "guerra" judía contra Alemania aparecieron en los medios de todo el mundo y se difundió por todas partes. Antes de la Segunda Guerra Mundial empezaron a circular historias falsas sobre "campos de la muerte" alemanes.
    Los alemanes, por tanto, tenían todo el derecho del mundo a encerrar a
    los judíos, como prisioneros de guerra, dondequiera y cuando quiera que
    les encontraran de 1933 a 1945.
    11. ¿Declaró la guerra a Alemania la comunidad judía mundial?
    Sí. Periódicos de todo el mundo informaron sobre esto. Un titular en primera página del London Daily Express (24 de marzo de 1933), por ejemplo, decía "Judea Declara la Guerra a Alemania".
    12. ¿Ocurrió esto antes o después de que aparecieran los rumores sobre los "campos de la muerte"?
    Alrededor de seis años ANTES. Judea declaró la guerra a Alemania en 1933.
    13. ¿A qué nación se le atribuye el primer bombardeo masivo de población civil?
    Gran Bretaña - el 11 de mayo de 1940.
    14. ¿Cuántas cámaras de gas destinadas a matar personas había en Auschwitz?
    Ninguna.
    15. ¿Cuántos judíos había antes de la guerra en áreas que pasaron a estar bajo control alemán?
    Menos de seis millones.
    16. Si los judíos de Europa no fueron exterminados por los nazis, ¿qué les ocurrió?
    Después de
    la guerra los judíos de Europa seguían allí, exceptuando a unos 300.000
    que habían muerto por distintas causas durante la guerra, y a los que
    habían emigrado a IsraelEstados UnidosArgentina,Canadá...
    La mayoría de los judíos que se fueron de Europa lo hicieron después de
    la guerra, y no durante ésta. Se ha hecho un recuento de todos.
    17. ¿Cuántos judíos huyeron al interior de la Unión Soviética?
    Alrededor de dos millones. Estaban fuera del alcance de los alemanes.
    18. ¿Cuántos judíos emigraron antes de la guerra, quedando así fuera del alcance de los alemanes?
    Alrededor de un millón (sin incluir los que se fueron a la URSS).
    19. Si Auschwitz no era un campo de exterminio, ¿por qué el comandante del campo, Rudolf Höss, confesó que lo era?
    Fue
    torturado por la Policía Militar británica, tal y como admitió
    posteriormente uno de sus interrogadores. Se emplearon con él métodos
    tradicionales para hacer que dijera lo que sus captores querían oír.
    20. ¿Hay
    alguna prueba de que era costumbre entre los americanos, los británicos,
    los franceses y los soviéticos torturar a prisioneros alemanes para
    hacerles confesar antes de los juicios de Nüremberg y en otros sitios?
    Sí. Se usó extensamente la tortura para producir "pruebas" fraudulentas para los infames juicios de Nüremberg, y para otros tribunales de "crímenes de guerra" de la posguerra.
    21. ¿Cómo beneficia hoy en día la historia del "Holocausto" a los judíos?
    Evita que se les critique como grupo. Proporciona un "vínculo común" con
    el que sus líderes pueden controlarlos. Es fundamental en campañas de
    captación de dinero y para justificar ayudas a Israel, que ascienden a
    unos diez mil millones de dólares al año por parte de Estados Unidos.
    22. ¿Cómo beneficia al Estado de Israel?
    Justifica los miles de millones de dólares que el Estado de Israel ha recibido en concepto de "reparaciones" de la RFA. (Alemania del Este ha rehusado pagarlas). Es utilizado por el lobby sionista/israelí para controlar la política exterior americana hacia
    Israel y para forzar a los contribuyentes americanos a pagar todo el
    dinero que Israel quiera. Y la cantidad anual crece año tras año.
    23. ¿Cómo beneficia a las Iglesias cristianas?
    Se relaciona con la idea del Antiguo Testamento según la cual los judíos son el "Pueblo Elegido" perseguido. Hace además que la "Tierra Santa" controlada por los israelíes siga siendo accesible a la Iglesia.
    24. ¿Cómo beneficia a los comunistas?
    Oculta la
    extensión de todas las atrocidades que han hecho y de todas las guerras
    que han provocado, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
    25. ¿Cómo beneficia a Gran Bretaña?
    De la misma manera que beneficia a la Unión Soviética.
    26. ¿Hay alguna prueba de que Hitler ordenara un exterminio masivo de judíos?
    No.
    27. ¿Qué tipo de gas fue utilizado por los nazis en campos de concentración?
    Cianuro de hidrógeno contenido en "Zyklon-B", un pesticida comercial que era ampliamente utilizado en Europa.
    28. ¿Con qué finalidad se fabricaba, y fabrica, este gas?
    Para la
    eliminación de los piojos portadores del tifus. Se usaba para fumigar
    ropa y edificios. Hoy en día aún se fabrica para estos usos.
    29. ¿Por qué lo utilizaron en lugar de algún gas más apropiado para la exterminación masiva?
    Si los nazis
    hubieran querido utilizar gas para exterminar personas, se disponía de
    gases mucho más eficientes. El Zyklon-B es poco eficiente, salvo cuando
    se usa como agente fumigante.
    30. ¿Cuánto tiempo lleva ventilar un área fumigada con Zyklon-B?
    Normalmente,
    unas 20 horas. El procedimiento completo es extremadamente complicado y
    técnico. Hay que usar máscaras antigás y sólo pueden hacerlo técnicos
    muy preparados.
    31. El comandante de Auschwitz,
    Hoss, dijo que sus hombres entraban en la cámara de gas diez minutos
    después de que hubieran muerto los judíos y se llevaban los cadáveres
    ¿Cómo se explica esto?
    No puede explicarse porque si lo hubieran hecho habrían corrido la misma suerte que los ocupantes de la cámara.
    32. Höss
    dijo en su confesión que sus hombres fumaban mientras sacaban los
    cadáveres de la cámara de gas diez minutos después del gaseamiento. ¿No
    es explosivo el Zyklon-B?
    Es altamente explosivo. La confesión de Höss es obviamente falsa.
    33. ¿Cuál era el procedimiento exacto que se dice que usaban los nazis para exterminar judíos?
    Las
    historias van desde arrojar botes de gas en una habitación abarrotada
    desde un agujero del techo, pasando por arrojar gas a través de duchas o
    por "cámaras de vapor", hasta el empleo de "maquinaria de electrocución". Se ha dicho que "millones" de judíos fueron asesinados de estas maneras.
    34. ¿Cómo se podía mantener un programa tan masivo en secreto, sin que lo conocieran los judíos que iban a ser exterminados?
    No se podría
    haber mantenido en secreto. El hecho es que nunca se realizaron
    gaseamientos masivos en ningún sitio. Las historias sobre exterminios se
    originaron como propaganda sobre atrocidades cometidas en la guerra.
    35. Si los
    judíos que iban a ser ejecutados conocían el destino que les aguardaba,
    ¿por qué iban hacia la muerte sin luchar ni protestar?
    No luchaban
    ni protestaban simplemente porque sabían que no había ninguna intención
    de matarles. Se les encerraba y se les enviaba a trabajos forzados.
    36. ¿Cuántos judíos murieron aproximadamente en los campos de concentración?
    Estimaciones competentes sitúan la cifra entre 300.000 y 500.000.
    37. ¿Cómo murieron?
    Principalmente
    por las continuas epidemias de tifus que asolaron la Europa de la
    guerra. También por hambre y por falta de cuidados médicos hacia el
    final de la guerra cuando casi todas las carreteras y líneas de
    ferrocarril fueron arrasadas por los Aliados.
    38. ¿Qué es el tifus?
    Esta
    enfermedad aparece cuando se concentra a un gran número de gente que no
    puede lavarse durante un largo periodo de tiempo. El portador de la
    enfermedad es el piojo del pelo y el de la ropa. Los ejércitos y armadas
    han obligado tradicionalmente a sus hombres a llevar un corte de pelo
    muy corto precisamente por el peligro del tifus. Irónicamente, si los
    alemanes hubieran usado más Zyklon-B, el número de judíos que habría
    sobrevivido en los campos de concentración habría sido mayor.
    39. ¿Qué importa si murieron seis millones de judíos o 300.000 durante este terrible periodo?
    Una diferencia de 5.700.000. Más aún - y en contra de lo que dice la propaganda sobre el "Holocausto" - no hubo ningún intento deliberado de exterminar a nadie.
    40. Muchos supervivientes judíos de los "campos de la muerte" dicen que vieron cuerpos siendo apilados en fosas y quemados ¿Cuánta gasolina habría hecho falta para hacer esto?
    Una cantidad
    mucho mayor de la que disponían los alemanes, ya que hubo una
    importante reducción en los suministros en aquel momento.
    41. ¿Se puede quemar cadáveres en una fosa?
    No, es imposible que un cuerpo humano sea consumido totalmente por las llamas de esta manera debido a la escasez de oxígeno
    42. Los escritores sobre el "Holocausto" afirman
    que los nazis podían cremar cuerpos en unos diez minutos ¿Cuánto tiempo
    lleva incinerar un cadáver, según diversos operarios profesionales de
    crematorios?
    Aproximadamente hora y media, aunque los huesos más grandes requieren un segundo procesamiento.
    43. ¿Por qué los campos de concentración tenían hornos crematorios?
    Para eliminar de una manera higiénica los cadáveres de las víctimas de las epidemias de tifus.
    44. Dado un
    ciclo de trabajo del 100% de todos los crematorios de todos los campos
    en territorio controlado por los alemanes, ¿cuál es el número máximo de
    cadáveres que habría sido posible incinerar durante todo el periodo en
    el que los crematorios estuvieron en funcionamiento?
    Unos 430.600.
    45. ¿Puede utilizarse un horno crematorio el 100% del tiempo?
    No. Una
    estimación generosa daría un 50% (12 horas al día). Hay que limpiar
    cuidadosa y regularmente un horno crematorio cuando está haciendo un
    trabajo pesado.
    46. ¿Cuánta ceniza deja un cuerpo cremado?
    Después de incinerar totalmente los huesos, más o menos la que llenaría una caja de zapatos.
    47. Si los nazis incineraron a seis millones de personas, ¿qué hicieron con las cenizas?
    Esto aún está por "explicar".
    Seis millones de cadáveres habrían producido toneladas y toneladas de
    cenizas. Y no se ha encontrado ningún gran vertedero de dichas
    cantidades de cenizas.
    48. ¿Se ven cámaras de gas en las fotos aliadas hechas en tiempo de guerra de Auschwitz (durante el periodo en el se supone que las "cámaras de gas" y los crematorios estaban funcionando al cien por cien)?
    No. De
    hecho, estas fotografías no muestran ni una traza de las enormes
    cantidades de humo que supuestamente había constantemente sobre el
    campo. Ni muestran las "fosas abiertas" donde se supone que se quemaron cadáveres.
    49. ¿Cuáles eran las principales disposiciones de las "leyes de Núremberg" alemanas de 1935?
    Leyes contra
    los matrimonios mixtos y las relaciones sexuales entre alemanes y
    judíos, similares a las leyes que existen hoy en día en Israel.
    50. ¿Hubo algún precedente a las Leyes de Núremberg en América?
    Muchos estados de Estados Unidos habían
    aprobado leyes preventivas de los matrimonios y las relaciones sexuales
    entre personas de diferentes razas mucho antes que los nazis.
    51. ¿Qué informe dio la Cruz Roja Internacional sobre la cuestión del "Holocausto"?
    Un informe sobre la visita a Auschwitz de
    delegados de Cruz Roja Internacional realizada en septiembre de 1944
    señaló que se permitía a los prisioneros recibir paquetes y que no se
    pudieron verificar los rumores sobre cámaras de gas.
    52. ¿Cuál fue el papel del Vaticano durante el tiempo en el que se supone que seis millones de judíos fueron exterminados?
    Si hubiera
    habido un plan de exterminio, con seguridad el Vaticano habría estado en
    condiciones de saberlo. Pero como no hubo ninguno, el Vaticano no tuvo
    razones para denunciarlo.
    53. ¿Qué pruebas hay de que Hitler sabía que se estaba llevando a cabo el exterminio de judíos?
    Ninguna.
    54. ¿Colaboraron los nazis y los sionistas?
    Antes de la guerra, Alemania firmó un acuerdo con los sionistas que permitía a los judíos transferir grandes capitales a Palestina. Durante la guerra, los alemanes mantuvieron relaciones cordiales con los líderes sionistas.
    55. ¿Qué provocó la muerte de Ana Frank unas semanas antes del fin de la guerra?
    Después de
    sobrevivir al internamiento en Auschwitz, murió de tifus en el campo de
    Bergen-Belsen, pocas semanas antes de que la guerra terminara. No fue
    gaseada.
    56. ¿Es auténtico el Diario de Ana Frank?
    No. las pruebas recopiladas por el Dr. Robert Faurisson, de Francia, llevan a concluir que el famoso diario es una invención literaria.
    57. ¿Qué hay
    que decir de las numerosas fotografías y películas tomadas en los
    campos de concentración alemanes que muestran pilas de cadáveres
    demacrados? ¿Son falsas?
    Sí, las
    fotos podrían haber sido falsificadas. Pero es mucho más fácil añadir
    comentarios u observaciones a fotografías o películas, sin que estos
    comentarios tengan nada que ver con lo que se ve en la foto o la
    película. ¿Ver una pila de cadáveres demacrados significa que esas
    personas fueron "gaseadas" o que se les mató de hambre
    deliberadamente? ¿O significa que esas personas fueron víctimas de una
    terrible epidemia de tifus o que murieron de hambre debido a la falta de
    comida en los campos hacia el final de la guerra? Se ha querido hacer
    creer que fotos de pilas de cadáveres de mujeres y niños alemanes
    muertos por bombardeos aliados eran fotos de cadáveres de judíos.
    58. ¿Quién creó el término "genocidio"?
    Raphael Lemkin, un judío polaco, en un libro publicado en 1944.
    59. ¿Son películas como "Holocausto" o "Vientos de Guerra" documentales?
    No, estas
    películas no dicen que sean históricas, sino dramatizaciones BASADAS en
    la Historia. Desafortunadamente, demasiadas personas han considerado que
    eran representaciones fiables de la historia tal y como ocurrió.
    60. Aproximadamente, ¿cuántos libros se han publicado que refuten algún aspecto de las afirmaciones hechas sobre el "Holocausto"?
    Docenas. Hay más en preparación.
    61. ¿Qué
    ocurrió cuando un instituto dedicado a la historia ofreció 50.000
    dólares a cualquier persona que pudiera probar que se gaseó a judíos en
    Auschwitz?
    No se envió
    ninguna prueba para reclamar la recompensa, pero el instituto tuvo que
    enfrentarse a una demanda por valor de 17 millones de dólares de un
    superviviente del "Holocausto" que afirma que la oferta de una recompensa le hizo perder el sueño, causó daño a sus negocios, y representó "una negación injuriosa de hechos establecidos".
    62. ¿Qué hay que decir de esa afirmación según la cual los que cuestionan el "Holocausto" son antisemitas o neonazis?
    Esto es una calumnia preparada para desviar la antención de hechos y argumentos honestos. Los estudiosos que refutan el "Holocausto" pertenecen a todo tipo de ideologías y religiones - Demócratas, Republicanos, anarquistassocialistascristianos, judíos, etc. No hay ninguna relación entre la refutación del "Holocausto" y el antisemitismo o los movimientos neonazis. De hecho, hay cada vez un mayor número de estudiosos judíos que admiten abiertamente que la demostración del "Holocausto" tiene graves carencias de pruebas.
    63. ¿Qué le ha ocurrido a los historiadores que han cuestionado el "Holocausto"?
    Han sido
    objeto de campañas de calumnias, han perdido sus puestos académicos, han
    perdido pensiones, y han sufrido la destrucción de sus propiedades y
    hasta la violencia física.
    64. ¿Ha sufrido represalias el Institute for Historical Review por su empeño en defender la libertad de expresión y la libertad de enseñanza?
    Se han colocado bombas en la sede del IHR tres veces, y fue destruida completamente el 4 de julio de
    1984 debido a un criminal ataque incendiario. Las amenazas de muerte
    por teléfono prácticamente una constante diaria. Todas las menciones en
    prensa, cuando las hay, son hostiles.
    65. ¿Por qué se le da tan poca publicidad a su punto de vista?
    Porque
    debido a razones políticas, el poder establecido no quiere que se
    discutan en profundidad los hechos concernientes al mito del "Holocausto Judío".
    66. ¿Dónde puedo conseguir más información sobre "la otra versión" de la historia del "Holocausto", así como sobre hechos referentes a otras áreas del Revisionismo Histórico de la Segunda Guerra Mundial?
    El Institute for Historical Review,
    P.O. Box 2739, Newport Beach, CA 92659, publica una amplia variedad de
    libros, cassettes y videos sobre temas históricos significativos.

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    Exterministas



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  5. Subtitulos en español en la barra de la base del video


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  10. Fuente http://etimologias.dechile.net/

    La palabra estúpido viene del latín stupidus y este del verbo stupere 'quedar paralizado' o 'quedar aturdido'.  Es interesante notar que el verbo stupere también nos dio estupendo. También hay una similitud entre un estudioso y un estúpido. Ambas palabras vienen de la misma raíz indoeuropea, *(s)teu-
    (pegar, empujar). El primero es el que le pega a los libros. El segundo
    es alguien que le pegaron y anda medio aturdido, el pobre.

    La palabra estulto viene del latín stultus, necio.En realidad tanto stultus como stolidus
    - voces de etimología desconocida, pero seguramente emparentadas-
    significaban en latín exclusivamente 'tonto, necio'. El presunto sentido
    de 'inmovible' sólo podría ser fruto de una asociación etimológica
    tardía al verbo stupere 'quedar paralizado', hipótesis que acoge San Isidoro. El derivado de stupere, el adjetivo stupidus sí que significaba 'que queda inmóvil o paralizado' . Por descontado que tanto el castellano estulto como estólido son voces de origen culto, no heredadas directamente a través del latín vulgar o hablado.


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