Hoy, más que nunca, gente de toda
clase y modo de vida está en la búsqueda de sentido y propósito.
Extraído de "Guía espiritual para la cuenta del Omer", Editorial
Lubavitch Sudamericana
Algunos buscan respuestas en
la meditación. Otros, en libros de autoayuda, terapia, religión,
yoga, y filosofías New Age. Mucha gente, sin embargo, no se da cuenta de
que la respuesta más antigua -y más comprobada en el tiempo- nos
fue entregada hace más de 3300 años en el Monte Sinaí. Se
llama: Torá
Torá significa "instrucción".
Ella y sus historias son, esencia, la historia de nuestras vidas, un plano maestro
espiritual que ilumina las intricadas capas y dimensiones de nuestra psiquis
y alma. Cada evento en la Torá refleja otro aspecto de nuestra personalidad
interior. A través de sus mitzvot -mandamientos-, nos enseña
cómo concretar nuestro potencial conforme las intenciones con que Di-s
nos creó. Descifrando el código de la Torá, descubrimos
su mensaje personal, para nosotros.
EN CADA PALABRA DE LA
TORA HAY UN SIGNIFICADO PROFUNDO, PERSONAL Y ESPIRITUAL.
El proceso de recibir la Torá en el Monte Sinaí comenzó
en verdad 49 días antes de su entrega, con el Exodo de Egipto. Estos
49 días son tradicionalmente llamados "Sefirat Haomer", que
significa "la Cuenta del Omer"
En Levítico (el tercer
libro de la Torá), el versículo (23:15) declara: "Contaréis...desde
el día en que habéis traído el Omer como ofrenda cernida...".
El Omer era una medida de cebada (de aproximadamente 2 litros) que los judíos
traían como minjá -Ofrenda de la Tarde- el segundo día
de Pesaj. A esto le seguía la cuenta del Omer, donde los judíos
contaban cada día durante siete semanas -cuarenta y nueve días
en total-conducentes a la festividad de Shavuot en el quincuagésimo día,
el que también celebra el recibimiento de la Torá en Sinaí.
Aún después
de la destrucción del Primer y Segundo Templo al que se traían
estas ofrendas, la tradición de contar el Omer continuó. A partir
de la segunda noche de Pesaj, cada uno de estos cuarenta y nueve días
que enlazan a Pesaj con Shavuot es contado en progresión ordenada.
Al final del rezo vespertino
de cada uno de estos cuarenta y nueve días, el judío recita una
bendición y luego debe verbalizar el número correspondiente a
ese día. Además de conmemorar la cuenta del Omer, los cuarenta
y nueve días de la sefirá también expresan el ansioso anhelo
del judío por recibir la Torá en Shavuot, cincuenta días
después de experimentar la liberación de Pesaj.
¿Cuál es el
significado de contar 49 días y como se relaciona con la ansiedad y la
preparación para el recibimiento de la Torá? ¿Qué
relevancia tiene esta cuenta para nosotros en la actualidad y cómo se
aplica esto a la exploración de las dimensiones internas de nuestras
almas?
La respuesta a estas preguntas
se encuentra en una comprensión más profunda del éxodo
de la nación judía de Egipto. La palabra ´Mitzraim´ (Egipto, en
hebreo) significa ´limitaciones, fronteras´, y representa todas las formas de
conformidad y definición que restringen, cohíben e inhiben nuestro
libre movimiento y expresión. Así, dejar Egipto significa lograr
la libertad de lasa restricciones. Después de abandonar Egipto, los judíos
pasaron los siguientes cuarenta y nueve días en el desierto preparándose
espiritualmente para la experiencia más monumental de todos los tiempos:
la entrega de la Torá a Moisés y a los judíos en el Monte
Sinaí.
Este período de cuarenta
y nueve días fue de intenso refinamiento de carácter. Por cuarenta
y nueve días, los judíos subieron de a un peldaño por vez
ascendiendo por la escalera emocional hacia una pureza más elevada. Este
período de refinamiento de carácter tiene tanta relevancia en
nuestras vidas hoy como lo tuvo hace 3000 años. Tal como fuimos esclavos
en Egipto, podemos también ser esclavos de nuestras personalidades, impulsados
por fuerzas sobre las cuales muy a menudo parecemos no tener control.
Los cuarenta y nueve días de sefirá nos enseñan cómo
recuperar el control de nuestras emociones, mostrándonos cómo
refinar nuestro carácter, paso a paso, de una manera basada en las verdades
eternas de la Torá.
Después del período
de cuarenta y nueve días llegamos al quincuagésimo día,
Matán Torá (la entrega de la Torá) habiendo alcanzado
plenamente la renovación interior en mérito de haber evaluado
y desarrollado cada uno de nuestros cuarenta y nueve atributos emocionales.
¿Cuál es el significado del quincuagésimo día de
Matán Torá? En ese día celebramos la Festividad
de Shavuot. Luego de haber logrado todo lo que podíamos por propia iniciativa,
somos entonces dignos de recibir un regalo (matán) del Altísimo
que no hubiéramos podido conseguir con nuestras propias facultades limitadas.
Recibimos la habilidad de alcanzar y tocar lo Divino, no sólo para ser
seres humanos cultivados que hemos refinado todas nuestras características
personales, sino seres humanos divinos capaces de expresarnos por encima y más
allá de las limitaciones de nuestro ser.
La cuenta de la sefirá que siguió al éxodo de Egipto
es un proceso que debemos re-crear continuamente en nuestras vidas a fin de
lograr nuestra libertad personal.
LOS ATRIBUTOS EMOCIONALES
DE LA SEFIRA
La palabra hebrea Sefirá tiene varios significados.
El célebre cabalista, el RaMaK (Rabí Moshé Kordovero),
en su monumental obra, Pardés, escribe que sefirá significa
tanto mispar -número- como sipur -cuento- Una tercera raíz
de la palabra sefirá es sapir -safiro- un traslúcido
cristal muy brillante.
Contar la sefirá ilumina los diferentes aspectos de nuestra vida
emocional. Los días de sefirá nos cuentan una historia
-la historia de nuestras almas.
El espectro de la experiencia humana se divide en siete emociones o cualidades,
conocidas en plural como sefirot. Cada una de estas siete cualidades,
a su vez, se subdivide en siete, haciendo un total de cuarenta y nueve.
CADA DIA TIENE VIDA PROPIA.
EL DIA ES UN FLUJO UNICO DE ENERGIA AGUARDANDO SER CANALIZADA DENTRO DE LA FIBRA
DEL SER DEL HOMBRE
Cada uno de los cuarenta
y nueve días de sefirá ilumina una de las cuarenta y nueve
emociones, la energía de cada día consiste en examinar y refinar
su correspondiente emoción. Después de perfeccionar y purificar
todas las cuarenta y nueve dimensiones, estamos plenamente preparados para Matán
Torá, pues ahora estamos sincronizados con los cuarenta y nueve atributos
Divinos de los cuales emergen los atributos humanos.
La siguiente es una descripción de los siete atributos emocionales, los
cuales, en varias combinaciones constituyen las cuarenta y nueve cualidades
a ser examinadas y desarrolladas durante este período. Lo que sigue ofrece
sólo una de las tantas aplicaciones.
JESED: Amor, benevolencia
GUEVURA: Justicia, disciplina, restricción, temor.
TIFERET: Belleza y armonía, compasión
NETZAJ: Persistencia, fortaleza, ambición
HOD: Humildad, esplendor
IESOD: Cohesión, fundamento
MALJUT: Nobleza, soberanía, liderazgo.
El período de cuarenta
y nueve días de la sefirá es contado en días y semanas.
Los siete días de cada una de las siete semanas constituyen los cuarenta
y nueve días. Cada semana está representada por un atributo específico,
y cada día dentro de esa semana está representado por un aspecto
de dicho atributo. Dado que el funcionamiento completo de cada emoción
es multidimensional, incluye dentro de sí una combinación de todos
los siete atributos.
Por ejemplo: la primera
semana de la sefirá está dedicada a Jésed -el
atributo de amor. En el Primer Día de la Primera Semana nos concentramos
en Jésed de Jésed -el aspecto de amor dentro del
amor. En el Segundo Día de la Primera Semana centramos la mira en Guevurá
de Jésed-el aspecto restricción en el amor. En el Tercer
Día de la Primera Semana, el foco es puesto en Tiferet de Jésed
-la armonía en el amor, y así sucesivamente para los siete
días de la semana.
Este análisis día
por día te dará la habilidad de retrotraerte y dar una mirada
objetiva a tus emociones subjetivas. El observar sus puntos fuertes y débiles
te posibilitará, a su vez, dedicarte al desarrollo y perfeccionamiento
de estos sentimientos a medida de que creces hacia una madurez emocional y espiritual.
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