lunes, 23 de mayo de 2016

CRONOLOGÍA BÍBLICA: 5.12. No se conoce la fecha de la creación

CRONOLOGÍA BÍBLICA: 5.12. No se conoce la fecha de la creación

















































5.12. No se conoce la fecha de la creación


Los que tratan de establecer la cronología bíblica
desde la creación hasta el éxodo mediante las listas genealógicas de los
patriarcas, el relato del Génesis y los 430 años transcurridos desde el
llamamiento de Abrahán hasta el éxodo deben suponer que las listas
patriarcales están completas.
Si el segundo Cainán
(Lucas 3:36) se añade a la lista hebrea, si se considera la posibilidad
de lagunas en las listas genealógicas, o bien si se utiliza la
enumeración de la Septuaginta, el período patriarcal debe ser más largo
que el establecido en el texto hebreo (con lo cual la fecha de la
creación retrocede).
Cualquier fijación de fechas
AC para los patriarcas, no importa mediante qué métodos se establezca,
dependerá de la fecha AC del éxodo.

La fecha del éxodo se ha determinado en base a dos premisas:
(1) el período de 480 años desde el éxodo hasta el cuarto año de Salomón inclusive (1 Reyes 6: 1), y
(2)
la ubicación del cuarto año de Salomón mediante un cálculo de los
reinados de los reyes hebreos hasta el tiempo de Nabucodonosor.
El resultado es el año 1445 AC como fecha del éxodo. Sin embargo, no podemos dar fechas para el período anterior a Abrahán.

Puesto
que no se puede llegar a conclusiones definitivas, aun mediante
cuidadosos cálculos en base a los datos bíblicos, debido a variaciones
posibles de carácter indeterminado, en este estudio no trataremos de
llegar a una cronología completa.
La incertidumbre es mejor que las conjeturas o la ciega aceptación de esquemas teóricos tales como el de Ussher.
Ussher ubicó
arbitrariamente la fecha de la creación, y comenzó su AM 1 en la noche
anterior al 23 de octubre (el domingo más cercano al equinoccio de
otoño) en el año 4004 AC; esto es, 4.000 años antes del nacimiento de
Cristo, el que él fechó en el año 4 AC.
Esto armonizaba con la antigua teoría de los 6.000 años que ubica 4.000 años antes de Cristo y 2.000 años después de Cristo.

Para
evitar confusión, hay que definir esta "teoría de los 6.000 años": no
se la debe igualar con la frase "6.000 años" que ha sido utilizada por
muchos autores religiosos como una aproximación del tiempo transcurrido
desde Adán.
Se trata más bien de una teoría
profético: es decir, es una posición según la cual los seis días de la
creación seguidos por el sábado, juntamente con la declaración de que
para Dios un día es como mil años y mil años son como un día (2 Pedro
3:8), constituye una predicción de que este mundo durará seis mil años, y
que a partir del año 7.000 se entrará en el sábado milenario de reposo.
En
la Biblia no hay ningún período profético de 6.000 años. Este se
originó en la mitología antigua (Persa y Etrusca, por ejemplo) y en una
analogía judía de los días de la creación. Fue cristianizado por los
padres de la iglesia y persistió durante largo tiempo después de Ussher.

Decir
que los seis días de la semana de la creación no proporcionan ningún
indicio para determinar la duración de este mundo, no es negar su
realidad o permitir la interpretación de ellos como largos períodos de
tiempo.
La aceptación de una creación literal no
requiere que se la ubique en un año determinado. La fecha de la creación
es desconocida, porque los datos cronológicos de la Biblia no son
continuos o completos. Y la creación tampoco puede calcularse a partir
de ciclos astronómicos.

Es verdad que los ciclos astronómicos nos
permiten establecer fechas para ciertos acontecimientos ocurridos en la
antigüedad (inclusive algunos mencionados en la Biblia), pero
únicamente si es que dichos acontecimientos pueden relacionarse con
registros astronómicos contemporáneos, especialmente con eclipses.

La
primera relación directa entre los años bíblicos y la escala AC se
produce cerca del fin del reino de Judá, alrededor del año 600 AC, en el
reino de Nabucodonosor, cuyos años de reinado se han fijado
astronómicamente.
Algunos citan una fecha
anterior, el año 853 AC, como el año de la muerte del rey Acab de
Israel, pero la determinación astronómico no corresponde a ese año; el
sincronismo depende de un cálculo hecho más o menos a ciegas a partir de
un eclipse que ocurrió cerca de 100 años después.
En
cualquier caso, el camino que lleva desde los reyes de Israel y Judá
hasta la creación, cruza demasiadas zonas donde existen diferencias de
opinión.












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