martes, 24 de mayo de 2016

Revuelta antijudía de 1391 - Wikipedia, la enciclopedia libre

Revuelta antijudía de 1391 - Wikipedia, la enciclopedia libre




La Revuelta antijudía de 1391 fue una revuelta popular dirigida contra los judíos (historiográficamente se la ha denominado con el término centroeuropeo: "pogromo"1 y en hebreo, גזירות קנ"א‎, Gzerot kana,2 3 «pogromo» o «conversiones forzadas del 5151» —año correspondiente en el calendario hebreo-) que se inició el 6 de junio de ese año en la ciudad de Sevilla. Hubo saqueos, incendios, matanzas y conversiones forzadas de judíos en las principales juderías de las ciudades de casi todos los reinos cristianos de la península ibérica: las coronas de Castilla y Aragón y en el reino de Navarra. Las revueltas más graves fueron las iniciales, que comenzaron en Sevilla y se propagaron a Córdoba, Toledo y otras ciudades castellanas.4



Índice

Causas

Las causas más profundas derivan de la crisis del siglo XIV, que, además de sus efectos económicos y sociales,5 en la Corona de Castilla había dado lugar a la Primera Guerra Civil Castellana y el establecimiento de la Casa de Trastámara (1366-1369),6 enfrentada desde 1390 a un momento especialmente delicado: la llegada al trono de Enrique III de Castilla en minoría de edad (11 años); a lo que se sumaba la relación entre la monarquía autoritaria y los judíos, sobre todo la percepción social de esa relación.


Toda Europa sufría desde hacía medio siglo la peste de 1348,
de devastadoras consecuencias demográficas (se calcula que murió la
tercera parte de la población del continente), socioeconómicas y
políticas. En la búsqueda de explicaciones al fenómeno pudo verse el
recurso a todo tipo de causas mágico-imaginarias, como atribuirlo a un
castigo divino a los cristianos por permitir la presencia de la raza deicida
(los judíos) entre ellos; o culpar directamente a los judíos de
envenenar los pozos de agua para propagar la peste (atribuiyéndoles el
propósito de destruir la cristiandad). El deterioro de la convivencia,
alterada también por la fama que tenían los judíos de ricos y el afán de robarles,4 llevó al estallido de revueltas antijudías, incluyendo la matanza de miles de judíos, que comenzaron en la Europa central y se extendieron hasta España. Ricardo García Cárcel, en 'La Inquisición' (ISBN 84-7969-011-9)
anota que, dado que las conversiones masivas habían tenido lugar entre
1391 y 1415, es poco razonable atribuir el refuerzo de la institución
inquisitorial hecho por los reyes católicos, a la persecución del
'judaísmo', y lo pone en un intento de Isabel y Fernando de ganarse el
apoyo eclesial para su intención de poder absoluto, añade R Gª-Cárcel.


La hostilidad manifiesta contra la población judía en Sevilla se vio acentuada desde el escándalo que protagonizó en 1379 José Pichón (de nombre judío Yusaph o Yuzaf), almojarife y contador mayor (administrador de los impuestos reales) de Enrique II de Castilla.
Denunciado por sus propios correligionarios judíos, fue primero a la
cárcel, de la que se libró con el pago 40.000 doblas. No obstante, fue
ejecutado en su propia casa por tres miembros de la comunidad judía,
según la costumbre (tras obtener un albalá que permitía la muerte de los malsines). El rey mandó matar a los tres judíos responsables de la ejecución, y cortar la mano del alguacil
mayor que había intervenido en ella. A partir de entonces se retiró a
la comunidad judía la potestad que hasta entonces había tenido de
aplicar justicia de sangre entre sus miembros.7 8 9


Revueltas


Vicente Ferrer fue uno de los antijudíos más nefastos que existieron en la historia de España;10 su lema era «bautismo o muerte».11
La causa desencadenante inmediata de la revuelta sevillana fueron las predicaciones antijudías que desde hacía quince años (1376) venía efectuando el arcediano de Écija, Ferrán Martínez, que incitaba a la población de Sevilla contra los judíos.12 A los protagonistas del tumulto, seguidores del predicador, se les conocía como matadores de judíos.13 A los motivos religiosos, se sumó la percepción de impunidad de los que asaltaban y destruían las sinagogas, a causa de la situación política (vacío de poder durante la minoría de Enrique III).4


Las matanzas de judíos se extendieron a otras ciudades, primero del valle del Guadalquivir (Córdoba, Andújar, Montoro, Jaén, Úbeda, Baeza, etc.) y luego de la Meseta Sur (Villa-Real -hoy Ciudad Real-, Cuenca, Huete, Escalona, Madrid, Toledo -18 de junio-, etc.) y otras zonas castellanas (Burgos, Logroño -12 de agosto-, etc.) y de la Corona de Aragón (Valencia -9 de julio-, Orihuela, Játiva, Barcelona -5 de agosto-, Lérida -13 de agosto-, Mallorca, etc.) donde había también notables predicaciones antijudías: las de San Vicente Ferrer (su lema era bautismo o muerte14
). Hay autores que niegan que Vicente Ferrer estuviera en Valencia en
1391 y que insisten en que nunca aprobó la violencia, aunque sí que pensaba que aquel quebranto era una buena oportunidad para intensificar la catequesis.15


En el momento de los pogromos, las Cortes de Castilla estaban reunidas en Madrid.
Al enterarse de los acontecimientos, se decidió enviar un procurador a
cada ciudad con una carta, redactada en los términos más apremiantes
posibles, en la esperanza de que se consiguiera contener la revuelta;
objetivo que sólo se consiguió parcialmente.4
Juan Díaz del Moral, al describir la organización de: 'Las agitaciones
campesinas del periodo bolchevista (1918-1930)', -en Andalucía- ISBN 978-8475870311, las hace parecidas en su sigilo a las de las agresiones a hebreos de 1391.


Sevilla

A mediados del siglo XIV,
el número de familias de la judería de Sevilla podía calcularse en unas
doscientas (era la segunda judería de la Corona de Castilla, después de
Toledo);16 muchas de ellas se dedicaban a la industria y el comercio. El préstamo de dinero a alto interés y su riqueza suscitaba la envidia y el odio de la población. Los judíos estaban frecuentemente expuestos a los ataques y al maltrato.


Un primer motín estalló el 15 de marzo de 1391,
durante el cual varios judíos fueron asesinados; pero los nobles, que
los protegían, pronto sofocaron la sublevación. Tres meses después, el 6 de junio,
la población enfurecida atacó masivamente las juderías, saqueando y
quemando las casas. Se dijo que más de 4.000 judíos fueron asesinados,
aunque la mayor parte se vio obligada a aceptar el bautismo para salvar sus vidas.12 Según una carta de Hasdai Crescas, las mujeres y los niños fueron vendidos como esclavos a los musulmanes.17


El canciller Pero López de Ayala incluyó en su Crónica referencias a esta revuelta:


En estos días llegaron a la cámara do el consejo de los señores e
caballeros e procuradores estaba ayuntado, los judíos de la corte del
rey que eran allí venidos de los más honrados del Regno a las rentas que
se habían entonces de facer, e dixéronles que avían avido cartas del
aljama de la cibdad de Sevilla, cómo un arcediano de Écija
en la iglesia de Sevilla, que decían don Ferrand Martínez, predicaba
por plaza contra los judíos, e que todo el pueblo estaba movido para ser
contra ellos. E que por quanto Don Juan Alfonso, conde de Niebla, e Don Álvar Pérez de Guzmán,
alguacil Mayor de Sevilla, ficieron azotar un ome que facía mal a los
judíos, todo el pueblo de Sevilla se moviera, e tomaran preso al
alguacil, e quisieran matar al dicho conde e a Don Álvar Pérez; e que
después acá todas las cibdades estaban movidas para destroir los judíos,
e que les pedía por merced que quisiesen poner en ello algúnd remedio.


E los del Consejo, desque vieron la querella que los judiós de
Sevilla les daban, enviaron a Sevilla un caballero de la cibdad que era
venido a Madrid por procuradores, e otro a Córdoba, e así a otras partes
enviaron mensajeros e cartas del rey, las más premiosas que pudieron
ser fechas en esta razón. E desque llegaron estos mensajeros con las
cartas del rey libradas del Consejo a Sevilla, e Córdoba e otros
logares, asosegóse el fecho, pero poco, ca las gentes estaban muy
levantadas e non avían miedo de ninguno, e la cobdicia de robar los
Judíos crecía cada día.18


(...)


vino el Rey a la cibdad de Segovia; e estando allí, ovo nuevas cómo
el pueblo de la ciudad de Sevilla avia robado la Judería, e que eran
tornados christianos los más judios que y eran, e muchos de ellos
muertos. E que luego que estas nuevas sopieron en Córdoba, e en Toledo,
ficieron eso mesmo, é así en otros muchos logares del Regno.


E sabido por el Rey cómo los judios de Sevilla e de Córdoba e de
Toledo eran destroidos, como quier que enviaba sus cartas e ballesteros a
otros logares por los defender, en tal manera era el fecho encendido,
que non cedieron ninguna cosa por ello; antes de cada dia se avivaba mas
este fecho: é de tal manera acaesció, que eso mismo ficieron en Aragón,
e en las cibdades de Valencia, e de Barcelona, e de Lérida, e otros
logares.


E todo esto fue cobdicia de robar, segund paresció, más que devoción.


E eso mismo quisieron facer los pueblos a los moros que vivían en las
cibdades e vilas del Regno, salvo que non se atrevieron, por quanto
ovieron rescelo que los christianos que estaban captivos en Granada, e
allende la mar, fuesen muertos.


E el comienzo de todo este fecho e daño de los judíos vino por la
predicación e inducimiento que el arcediano de Écija, que estaba en
Sevilla, ficiera; ca antes que el rey don Juan finase avía comenzado a
predicar contra los judios; e las gentes de los pueblos, lo uno por
tales predicaciones, lo ál por voluntad de robar, otrosí non aviendo
miedo al rey por la edad pequeña que avía, e por la discordia que era
entre los Señores del Regno por la quistión del testamento, e del
Consejo, ca non presciaban cartas del Rey, nin mandamientos suyos las
cibdades nin villas nin caballeros; por ende acóntesció este mal segund
avemos contado.19


En 1396, el rey encargó a Diego López de Zúñiga y Juan Hurtado de Mendoza remodelar la judería de Sevilla, redenominada como Villa Nueva. Las cuatro sinagogas fueron convertidas en iglesias o conventos: la Iglesia de Santa María de las Nieves o Santa María la Blanca, la Iglesia de Santa Cruz, que estuvo en el terreno que hoy ocupa la Plaza de Santa Cruz, el solar que la Reiana Isabel al Católica, a finales del siglo XV donó a las monjas dominicas del convento de la Madre de Dios e incluso la Iglesia de San Bartolomé (que por donación del Rey Alfonso X
se había destinado al culto hebraico, como sinagoga. Este edificio ya
convertido en parroquia cristiana, y hasta la ruina declarada en 1778,
mantuvo sus inscripciones hebreas).20


Córdoba

Dos días después de que empezara la revuelta de Sevilla, se inició la
de Córdoba. Con el pretexto de obligar a los judíos a convertirse al
cristianismo, una multitud, entre la que se encontraban clérigos y
criados de las casas nobles, irrumpió en la judería y en el castillo, saqueando y matando a los judíos.4
La matanza se prolongó durante tres días, en los que fueron
exterminados la práctica totalidad de los judíos cordobeses. Los que no
fueron asesinados fueron obligados a la conversión.


Las dimensiones del hecho fueron estimadas por el proceso judicial
posterior, a cargo de Pedro Martínez, que además de condenas de cárcel y
destierro (no queda claro en los documentos si hubo sentencias de
muerte), impuso multas cuya cuantía fue negociada directamente entre el
rey y el ayuntamiento en 1395, concretándose en la enorme cantidad de
40.000 doblones
de oro para la cámara real, considerando que era el rey (y no los
judíos) el que debía ser resarcido «por el robo e entraimiento e
destruicion de la mi judería e castillo della».4


La judería no sufrió daños irreparables, aunque fue cristianizada de
inmediato, apoderándose los asesinos de las viviendas y de los bienes de
sus víctimas. La sinagoga, que había sido construida en 1315, perdió su uso como tal, siendo utilizada posteriormente como hospital de rabiosos, primero, y como capilla de los santos Crispín y Crispiniano, después.


Toledo


Entrada de la antigua "Sinagoga Mayor", principal centro de culto hebreo en Toledo hasta el siglo XIV, expropiada y rebautizada como Iglesia de Santa María la Blanca.
A finales del siglo XIV, Toledo era una ciudad con una significativa población judía y musulmana. Había diez sinagogas y cinco centros de estudio y oración o madrazas,
a las que quizás haya que añadir dos más de las que existe noticia
documental. De estas diez, casi todas fueron destruidas tras el pogromo
de 1391, y sólo se han podido identificar con seguridad el Templo Nuevo, Sinagoga Nueva o Sinagoga Mayor, convertida en la Iglesia de Santa María la Blanca21 y la Sinagoga del Tránsito, que aloja en la actualidad el Museo Sefardí.22 El 18 de junio de 1391 las revueltas llegaron a la ciudad, y la judería de Toledo
fue atacada en las penumbras de la noche de manera similar a otras
ciudades del reino. Entre las víctimas de la matanza se encontraban
destacados artesanos, poetas y hombres de letras.


En la judería toledana existía un importante y antiguo molino, llamado después de las matanzas Molino de la degollina o de la judiada.23


...en Toledo fue secundado el hervor nacional y numerosos hebreos
cayeron en la fosa, bien pasados por la hoguera, bien pasados por las
armas blancas, ora despeñados, ora arrojados a las cisternas. Un
considerable número de adeptos a la ley mosaica, sufrieron torturas
tremendas, siendo degollados, hacinados, estrujados, deshechos en las
mismas muelas, o piedras de sus molinos, enrojeciendo con sangre las
aguas del Tajo por mucho tiempo.


En febrero de 1398,
el rey ordenó al alcalde Juan Alfonso y al tesorero mayor Juan
Rodríguez de Villareal que hicieran averiguaciones sobre quiénes habían
cometido los robos en la judería de Toledo, imponiéndoles a los
culpables una multa de 30.000 doblas de oro. Las desastrosas
consecuencias económicas para la ciudad se dejaron sentir muy pronto;
especialmente en los particulares, monasterios y otras instituciones religiosas que perdieron las rentas que tenían situadas sobre los tributos de las aljamas judaicas. Los más afectados fueron los capellanes de la Real capilla, cuyos beneficios eclesiásticos tenían sus rentas situadas en la judería.23


Barcelona


Matanza de judíos en Barcelona en 1391 (Josep Segrelles, ca. 1910).
El 5 de agosto de 1391, día que se festejaba Santo Domingo, fue asaltada y destruida la judería o call de Barcelona, que para la época contaba con el 15% del total de la población de la ciudad (Benjamín de Tudela, a su paso por la ciudad en el siglo XI, la describió como una comunidad santa de hombres sabios y prudentes y grandes príncipes). Se produjeron unas 300 muertes. Las cinco sinagogas al menos del call, junto a todos los bienes de la comunidad judía, pasaron a ser propiedad del rey.


A partir de las conversiones, los afectados pudieron ocupar cargos que anteriormente les estaban prohibidos por ser judíos.


Consecuencias

Entre muertes, huidas y conversiones forzosas, muchas comunidades
judías, especialmente la sevillana, prácticamente desaparecieron.


Perdiéronse por este levantamiento en este tiempo las aljamas de
judíos de Sevilla e Córdoba e Burgos e Toledo e Logroño, e muchas otras
del regno; e en Aragón las de Barcelona e Valencia e otras muchas; e los
que escaparon quedaron muy pobres.


Hicieron cambiar su religión por la del dios extranjero del país a más de doscientos mil judíos.


Los procesos históricos que surgieron y continuaron posteriormente a
la revuelta fueron muy significativos: fundamentalmente el problema cristiano viejo-cristiano nuevo originado como consecuencia de la aparición de una numerosa comunidad de judeoconversos a partir de las conversiones forzosas (fueran sinceros cristianos o mantuvieran en secreto su antigua fe -criptojudíos-, pues todos ellos eran percibidos socialmente de forma conjunta e indistinta, y llamados despectivamente "marranos", apelativo que prefieren los propios afectados, según indica Michael Alpert en: 'Criptojudaísmo e inquisición en los siglos XVII y XVIII', ISBN 84-344-6631-7). El denominado "problema converso" tuvo como hitos fundamentales la revuelta de Pedro Sarmiento o revuelta anticonversa de Toledo (1449), el refuerzo de la Inquisición española,
establecida en Aragón contra la herejía cátara en el siglo XIII -R
Gª-Cárcel, op.cit.-, en la bula de Sixto IV: 'Exigit sinceras devotionis
affectus' (1478) y la expulsión de los judíos de España de 1492; y ni siquiera terminó entonces, sino que continuó en la Edad Moderna.


Ola emigratoria

El pogromo de 1391 provocó una gran ola emigratoria, tanto dentro de la Península Ibérica (al principio, en dirección a Portugal) como fuera de ella (posteriormente, hacia el norte de África) y a localidades hoy turcas, como Estambul o Esmirna (Fuente: 'Los sefardíes', por José Meir Estrugo).


Entre los que protagonizaron esta emigración se encuentra la familia Abravanel, que emigró de Sevilla a Portugal después de la conversión forzada en 1391 de Samuel Abravanel. Entre los emigrantes al Magreb se encuentra el rabino Isaac ben Sheshet Perfet26 -conocido por su acrónimo Ribash (ריב"ש)-, una autoridad talmúdica y una de las principales autoridades rabínicas medievales sefardíes.
Los emigrantes españoles judíos tuvieron una gran influencia en las
comunidades judías del norte de África y causaron un renacimiento
cultural entre los judíos de la zona.


Véase también

Notas


  • Uso bibliográfico

  • Enlaces externos


  • Alisa Ginio Meyuhas, Judíos, marranos y cristianos nuevos en Sefarad (en hebreo)


  • Gzerot kana - Punto de inflexión en la historia de los Judíos de España (en hebreo)


  • Rafael Ramírez de Arellano, Matanza de judíos en Córdoba. 1391, en Boletín de la Real Academia de la Historia, pg. 294-311. Artículo fechado en Córdoba, Marzo de 1901. Cervantesvirtual.com


  • Se
    mezcló también un fuerte elemento de violencia campesina, aliada a la
    de los menestrales, pues ambos sectores sociales eran los más
    perjudicados por el predominio municipal de ciudadanos, mercaderes y
    caballeros
    (Los Trastamara y la Unidad Española,
    pg. Rialp, 1981. Juan Diaz del Moral en: 'Las agitaciones campesinas
    del periodo bolchevista (1918-1920',) señala la semejanza de difusión y
    actuación entre esas actividades 'revolucionarias', y algunas revueltas
    anti-israelitas. (ISBN 84-7587-031-7) ISBN 8432121002).


  • Julio Valdeón, Ruptura de la convivencia cristiano-judaica (España), en Artehistoria.


  • Julio Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea, AKAL, 2000, ISBN 8470900900, Volumen 1, pg. 85.


  • II Encuentro de Historia de Cantabria, Universidad de Cantabria, 2005, ISBN 8481029548 pg. 702.


  • SEVILLE: Early History


  • Álvarez Chillida, Gonzalo; Izquierdo Benito, Ricardo (2007). El antisemitismo en España. Universidad de Castilla La Mancha. pp. 16,17. ISBN 978-84-8427-471-1. Consultado el 6 de abril de 2013.


  • Dantas, Elena (2005). Fratricidio y contrición: Breve historia del antisemitismo Cristiano. AuthorHouse. pp. 45,46. ISBN 978-14-6347-306-8. Consultado el 6 de abril de 2013.


  • SEVILLE: Riot of 1391.


  • Yolanda Moreno Koch y Ricardo Izquierdo Benito, Del pasado judío en los reinos medievales hispánicos: afinidad y distanciamiento, Universidad de Castilla La Mancha, 2005, ISBN 8484273881, pg. 20.


  • Fratricidio y contrición: Breve historia del antisemitismo Cristiano, páginas 45 y 46


  • Luis Suárez Fernández Los judíos, Ariel, 2005, ISBN 8434467798, pg. 397.


  • Véanse datos de población en judería. La estimación de la Jewish Encyclopedie
    (6000 a 7000 familias), es completamente inverosímil, dado que el
    número de habitantes de toda la ciudad no llegaría a los cien mil
    (véanse datos en evolución de la población española en época precensal).


  • Zuñiga, l.c. i. 238; "Shebeṭ Yehudah," ed. Wiener, p. 38, and pp. 128 et seq. [letter of Ḥasdai Crescas]


  • Pero López de Ayala, Crónicas. Edición, prólogo y notas de José Luis Martín. Planeta, Barcelona, 1991, Crónica del Rey don Enrique, tercero de Castilla e de León. Año primero (1391). Capítulo V. pg. 713. Citado y comentado en Antonino Pérez La judería de Nájera, Biblioteca Gonzalo de Berceo, vallenajerilla.com


  • Pero López de Ayala, Crónicas. Edición, prólogo y notas de José Luis Martín. Planeta, Barcelona, 1991, Crónica del Rey don Enrique, tercero de Castilla e de León. Año primero (1391). Capítulo XX. pg. 738 - 739. Citado y comentado en Antonino Pérez La judería de Nájera, Biblioteca Gonzalo de Berceo, vallenajerilla.com


  • Caro, Antiguedades de Sevilla, pp. 20a, 42b, Sevilla, 1634, fuente citada en Jewish Encyclopedie.


  • Sinagoga “Santa María la Blanca”


  • Toledo, Patrimonio de la Humanidad - La ciudad de las tres culturas


  • El Molino de la Degollina - Tradición toledana Biblioteca virtual de la Universidad de Castilla-La Mancha


  • Citado por Moreno e Izquierdo, op. cit., pg. 20.


  • Citado por Moreno e Izquierdo, op. cit., pg. 21.


  • No hay comentarios:

    Publicar un comentario