lunes, 23 de mayo de 2016

Mis Libros y Pergaminos

Mis Libros y Pergaminos







sábado, 14 de mayo de 2016



Los pecados que se comenten con mucha facilidad
























SALMO 52:1-7

“Amas toda palabra destructora,
oh lengua de engaño” 
“Has amado toda suerte de palabras perniciosas, oh lengua
engañosa”. Ya este extranjero, Doeg, edomita, lo conocemos por 1Sa.22:9,10; era
un hombre rico (v.1) y poderoso (v.2), delató a Saúl lo que hizo el sacerdote
Ahimelec cuando recibió a David y lo ayudó 
con víveres. Este hombre perverso ocasionó con su lengua y sus manos la muerte
de 85 varones de Dios (1Sa.22:17-19). Pero lo que quiero que observes es que lo
superlativos crímenes de Doeg no se mencionan, sino que era un hombre de
labios perversos
. ¿Acaso no se mencionan sus otros pecados porque actuó
bajo las órdenes de Saúl, que mandó matarlos? No, porque él pudo haberse negado
como lo hicieron aquellos otros. ¡Benditos aquellos que dijeron que no! Es por
otras razones. Primero, la lengua de un chismoso es tan dañina como las
manos de un criminal
y puede estar más sucia que las manos. Dios castiga
tanto los crímenes como los chismes (traiciones).
Pero hay una segunda razón que
me parece más importante. Observa que el juicio de Dios le cayó a Doeg no por
los homicidios que cometió sino la perversidad de su lengua (v. 5), aunque fue
su delación lo que ocasionó la muerte de los buenos siervos de Dios. Moriría de
forma tan violenta y espantosa que haría temblar a los santos y pensar que no
había duda que era Dios quien lo juzgaba. ¿No has visto eso mismo, como Dios
envía su juicio sobre los hombres por sus pecados menores? Esa es la
razón por la cual se menciona el uso de la lengua en este salmo, para
enseñarnos algunas cosas con respecto a los pecados menores, los que se
comenten con mucha facilidad, los que apenas hay leyes humanas que los penen,
los que no les damos importancia pero que ocasionan grandes tragedias.
Herodes no fue juzgado por Dios
por sus muchos crímenes que cometió sino por creerse un dios (Hch.12:21,23),
un pecado que nadie notó y que no hubieran considerado digno de ser juzgado tan
severo. Este hombre se fue pudriendo poco a poco y nadie quería entrar a su
cámara por el mal olor que salía por la puerta. ¿No recuerdas aquellos que
tomaban la cena indignamente como fueron juzgados por Dios, algunos se
murieron y otros se enfermaron de modo que apenas podían caminar por lo débiles
que se quedaron (1Co.11:27-32). Y uno se pregunta, ¿tomar la cena con ebrios o
embriagados es un pecado menor que el de incesto y sin embargo aquel fue
disciplinado por la iglesia y no por Dios? ¿La inmoralidad sexual es un pecado
menor que embriagarse en una comida entre hermanos? Hasta aquí estamos seguros
que todos estos fueron juzgados por los pecados más pequeños que habían
cometido, que pudieron haber sido enjuiciados por otros más grandes, pero no
sucedió así.
Eso quiere decir que un
pecador puede ser juzgado por Dios por un pecado mayor y por otro menor
,
porque Dios lo que aborrece es la esencia del pecado, que es una
rebelión en su contra. La clasificación de pecados mayores y menores es humana
y no ofrece ninguna seguridad, aunque de hecho haya pecados que Dios aborrezca
más que otros. Muchas personas respetables, morales, incluso cristianas son
juzgadas por pecados menores precisamente porque ignoran que el juicio de Dios
sobre el pecado es universal, sean grandes o pequeños. Pero hay otras razones
por las cuales Dios castiga los pecados menores; porque con ellos solemos
llenar la medida del juicio de Dios
por la abundancia con que los
cometemos. Una persona puede no matar a nadie, pero pecar multitud de veces con
otros pecados menores. No obstante, una palabra de esperanza, aunque Dios
juzgue en este mundo a un cristiano por sus pecados menores, es todo lo que
hace en contra de esa persona, no afecta su vida eterna. Esto trata sobre los
pecados menores
que ocasionan
otros mayores.

viernes, 13 de mayo de 2016



Si Dios fuera una ilusión y el cristianismo supersticiones ¡ay de nosotros!














1TIMOTEO 6:16

“…el único que tiene inmortalidad
y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él
sea la honra y el dominio eterno. Amén”.
 
Oh Dios, eres
inmortal e inaccesible; y ninguna luz es menos accesible que los destellos de
gloria de Dios. La primera luz que, no la de brillantes soles, que alumbró el
ojo negro de la nada y empezó a verse el desorden, fue la de la palabra de
Dios, que se miraba muy “buena” (Ge.1:1-5). ¿No me has dado, Inmortal, inmortalidad
por el evangelio? (2Ti.1:10) Mi alma por sí misma no es inmortal, sin embargo
como los ángeles ¿no la has inmortalizado? Tú no mueres, tus años no acaban,
existes de generación en generación; y yo busco de ti “gloria, honra e
inmortalidad” (Ro.2:7) ¿Tiene algo de malo? Yo sé que eres esencialmente
inaccesible para los que están en el cuerpo pero no estás retirado del mundo
mientras tu Espíritu se mueva sobre este mundo caótico, en ti “estamos y nos
movemos” (Hch.17:17,18), y por medio de tu Espíritu tenemos acceso a ti (Efe.2:18;3:12);
atráeme hacia ti, fuente de la vida; inmortalidad y luz. ¿Hay algo más grande
en esta vida que hallarte a ti? He pasado de muerte a vida, no veré corrupción
perpetua, llegaré a la región de luz donde están "los santos en luz"
(Col.1:12). Si Dios fuera una ilusión y el cristianismo supersticiones ¡ay de
nosotros!, si Cristo no es la luz, Dios nos ha dejado en completa oscuridad. El
mundo está apagado aunque brille el sol. Dios es inmortal.
Es inaccesible ¿para quienes? Para el que permanece como hombre natural,
para el de mente carnal. Por eso necesitamos que él pase hacia nosotros que no
podemos cruzar el abismo que nos separa a menos que él lo cruce y se allegue.
De él es la iniciativa, él tiene la revelación para que lo alcancemos y la
presencia de su Espíritu para recibirnos “arriba en gloria” (1Ti.3:16).

viernes, 6 de mayo de 2016



No enfrentes a Pablo contra Pablo, y eso otro es feminismo















1TIMOTEO 2:11-15
“La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la
mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que
la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará
engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia
”.  
Aquí no se refiere
específicamente a la salvación de la mujer, aunque se hace referencia (v.15),
sino a su posición dentro de la iglesia. Pablo está pensando en el culto
cristiano, en la reunión de los hermanos como iglesia. Su pensamiento con
respecto a la posición de la mujer en la iglesia es bien clara, va después
del hombre
, porque Dios hizo a Adán primero y porque ella fue engañada.
¿Discriminación? No, es organización. Así Dios lo organizó, así el Espíritu
Santo lo declaró, ¿qué argumento podemos levantar en contra que no sea tomado
como rebeldía? No se deben tomar estas palabras y enfrentarlas con otras
escritas por su mismo autor en otra parte; por ejemplo, “pues todos sois hijos
de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados
en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay
esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois,
y herederos según la promesa” (Ga.3:26-29), eso es enfrentar a Pablo contra
Pablo; ni sacar fuera de contexto aquellas que escribió con respecto a ellas en
relación con el uso del velo, “pero toda mujer que ora o profetiza con la
cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese
rapado. y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su
cabeza, por causa de los ángeles. Pero en el Señor, ni el varón es sin la
mujer, ni la mujer sin el varón” (1Co.11:5-11). En esta última ocasión el
apóstol no está hablando sobre la organización en la iglesia sino sobre la
salvación. La mujer es igual que el hombre ante Dios, pero evidentemente que ni
física ni espiritualmente fue hecha para la misma función. No es
discriminación, sino lo contrario, el liderazgo dado actualmente a la mujer en
la iglesia para que la pastoree y la cuide como un anciano o un obispo, es
feminismo, lo cual es demostración que el criterio de la iglesia en este
sentido ha claudicado enfrente de la fuerza social y las ideologías humanas que
la rodean.

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